Tras el último cambio de gabinete, fue el Ministerio de Relaciones Exteriores el que sufrió la cirugía mayor. Toda la primera plana fue cambiada, dando una fuerte señal de reacomodo. Larga es la lista de errores y polémicas que fueron minando la confianza y la imagen de la Cancillería. La llegada de un “hombre transversal”, en todo el sentido de la palabra, abre esperanzas. ¿Cambios?, ¿golpe de timón? Nada de eso. El nuevo canciller, Alberto Van Klaveren (cercano al PPD), es bienvenido por un amplio arco político y académico relacionado con política exterior, pasando por feministas y el Segundo Piso de La Moneda.
Antonia Urrejola (cercana al PS) sabía desde hace un tiempo lo que se venía. Los acontecimientos de los últimos meses la golpearon fuerte y mantuvieron su nombre y el del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrel), como nunca, en boca de todos, y para mal. La filtración de los audios durante la reunión de la Celac en Buenos Aires, su ausencia a fines de enero –que pasó bastante inadvertida– en la visita a Santiago del canciller alemán (considerado una autoridad máxima en Europa), porque estaba comenzando sus vacaciones y, luego, permaneciendo en esas mismas vacaciones mientras “Chile se quemaba”. Todo en unas cuantas semanas.
El senador José Miguel Insulza (PS) intentó salvarla. Y aunque dicen que el Presidente se resistía a dejarla ir, terminó por pedirle la renuncia porque, con ella presente, era inviable cambiar la imagen del ministerio. Claro, no sin antes avisarle personalmente el martes pasado.
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A varias cuadras de allí –curiosamente en la ex “Moneda chica”–, Alberto van Klaveren Stork (cercano al PPD), director de la Unidad Académica de Relaciones Jurídicas y Económicas Internacionales del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (IEI), realizaba su rutina preparando el semestre que está por comenzar. De hecho, ese mismo día, mientras Urrejola recibía la noticia por parte del Presidente, el profesor asistía a un conversatorio sobre política exterior feminista, donde él fue el único hombre presente. Cosas del destino…
Tres días después, recibió el llamado “invitándolo” a hacerse cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrel). El resto de la historia es conocida.
También lo es su extenso y contundente currículo: licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Facultad de Derecho de la U. de Chile, Master of Arts en Relaciones Internacionales por la U. de Denver (EE.UU.) y Doctorandus en Ciencia Política por la U. de Leiden (Holanda). Doctor Honoris Causa por la UC de Valparaíso. Ha sido embajador ante la Unión Europea, subsecretario y director de Planificación del Minrel, por nombrar solo algunos cargos. Autor de decenas de publicaciones, no hay ningún internacionalista que no se haya nutrido de sus textos. Y algo que lo enorgullece especialmente: fue elegido el mejor profesor de la Escuela de Derecho de la U. de Chile, donde es muy popular entre los alumnos.
Lo que sí trascendió es que en la mañana del viernes figuraba como nueva ministra la diplomática y socióloga Marta Maurás, “una operación de Carolina Tohá, que quería allí a alguien del PPD cercana a ella. Pero el partido se impuso y la vetó (postulando a Van Klaveren, un cercano al PPD y especialmente a Heraldo Muñoz). Además pesó un sumario contra Maurás por maltrato y un tuit sobre migración que había posteado con anterioridad”, señala una fuente. Otra fuente hace hincapié en que en el PPD se le reconoce y valora a la ministra Tohá el haber logrado este importante cupo ministerial adicional, lo que apacigua aguas al interior del partido.
Más allá de las anécdotas y de las pugnas partidarias, el cambio fue un remezón grado 10. Nunca, desde los 90 del pasado siglo, había sucedido que saliera una ministra y sus dos subsecretarios (José Miguel Ahumada de Relaciones Económicas Internacionales y Ximena Fuentes de Relaciones Exteriores ) simultáneamente. Lo que implica reconocer de una vez que la Cancillería estaba en crisis.
“Al cumplir un año, el Gobierno tenía que hacer ajustes y una articulación mucho más coherente con ‘las dos almas’ o los dos troncos ideológicos políticos que lo sostienen. Eso también de cara a un nuevo ciclo electoral: hay que medir fuerzas en las convencionales y las municipales. Entonces se tenía que dar una señal de unidad, solidez y moderación. Hoy se da además que la ciudadanía se ha apropiado también de la política exterior, que solía estar lejana y fuera del alcance público. De hecho, en Relaciones Exteriores y en Defensa hay mucha estabilidad y los ministros suelen o solían durar”, explica la directora del Foro de Política Exterior y académica de Relaciones Internacionales de la UDP, Constanza Jorquera.
Para el académico, director del Departamento de Ciencia Política y Administración Pública de la U. de Talca, Mario Herrera, este cambio también busca mantener los equilibrios políticos entre Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático.
“En ese contexto es un escenario de continuidad. Lo relevante es que el nombre de la persona elegida es clave para entender cuál es la prioridad de la política en Relaciones Exteriores y que, en este caso, es transformar la agenda exterior en una política de Estado, como lo fue normalmente en el pasado. Y esto es muy importante, porque la política de Estado genera consenso. De hecho, los cancilleres suelen tener altos niveles de aprobación. La gente los ve como un elemento de unidad, más que como un personaje político. Y la canciller Urrejola, durante el primer año de Gobierno, fue constantemente un elemento de conflicto más que de unidad. Lo que se necesita ahora es una persona que cumpla ese rol de reforma a través de la conciliación y el diálogo, más que a través de la confrontación”.
Y valora en especial la llegada a la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de Claudia Sanhueza (RD), una carta de Mario Marcel.
“La salida del subsecretario José Miguel Ahumada (RD, especialmente cercano al Presidente), con todo lo que ocurrió con el TPP11 y las famosas side letters de las que solo se firmó una (Nueva Zelanda) de once, ayuda a descomprimir la tensión. Fueron varias las veces que el Presidente tuvo que salir a defenderlo en circunstancias que eso no debe ocurrir. Por ahora veo con buen ojo a las dos subsecretarias, en especial a Sanhueza, que puede jugar un rol mucho más importante que el que tenía en Hacienda”.
Sobre Gloria de la Fuente (PS), hay versiones encontradas, básicamente porque su experticia está en el combate a la corrupción, en temas de transparencia –fue presidenta del Consejo para la Transparencia–, “pero no tiene ningún conocimiento en política internacional o diplomacia, no ha escrito una palabra al respecto. Simplemente está ahí porque el Partido Socialista, más bien el laguismo, la impuso”, crítica un funcionario de la Cancillería.
Y es que el comidillo al interior de Teatinos 180 siempre ha sido intenso. Y hoy, el día (hábil) después del terremoto, las fuerzas internas, en especial Carolinos (el grupo de Carolina Muñoz, exjefa de gabinete de Urrejola) y Anticarolinos, se verán las caras. “Una vez enfrentada la crisis hay muchas lecciones que aprender, partiendo por asumir el error en el diseño de los equipos de la Cancillería. El llamado grupo de la Nueva Política Exterior armó una trenza que rodeó a Urrejola. Tomaron posesión de todos los cargos principales. En una actitud muy sectaria excluyeron a todos los demás, sacaron a los equipos de Provoste, de Narváez, a los del Foro de Política Exterior, en buena medida a toda la Concertación, y ahora hay que ver cómo sigue esto”, señala una fuente interna.
El cambio en la Cancillería no fue solo pagar los costos políticos de lo que ocurrió durante el año, también se trata de ajustar la estrategia de política exterior de Chile, como asimismo el aspecto comunicacional.
“No veo un cambio de fondo en la dirección. El Presidente Boric tiene una línea clara a favor del regionalismo latinoamericano. Es también una señal a la política interna, a los acuerdos y consensos y, en eso, el nuevo canciller es una muy buena figura. Es cercano al PPD, tiene experiencia en foros y en tribunales internacionales que son cosas muy importantes, porque combina experiencia con transversalidad”, explica el académico de la U. de Talca, Mario Herrera.
Pero eso no significa un regreso a la vieja política internacional, advierten todos los entrevistados.
Alberto no solo es un hombre de vanguardia, sino que su “tranversabilidad va más allá de lo político: es generacional e igualitario”, cuentan excompañeras de estudio.
Lo confirma la académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Paz Milet.
“Está muy interiorizado de lo que es la política exterior feminista y, más allá de que no sea mujer, puede darle sobradamente una continuidad a lo que se ha propuesto desde el Gobierno. Entiende las propuestas del Presidente y tiene una mirada muy acabada de lo que es el contexto y el escenario internacional y también regional”, afirma
Y agrega: “Él mismo lo dijo saliendo de la ceremonia de nombramiento. Ese es un lineamiento que le dio el propio Presidente. Y así con los otros temas porque eso los pone quien gobierna. Y Alberto lo sabe hacer. No hay que olvidar que fue director de Planificación y tuvo un período muy exitoso. Conoce muy bien el diseño del trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Y, por otro lado, como subsecretario, tuvo un intenso trabajo con los países vecinos. Él llevó a cabo toda la negociación de la agenda de los 13 puntos con Bolivia. Entonces, más que cambios prácticos, lo que se ve son ciertas señales de continuidad y profundización en áreas aprovechando su amplia experiencia”.
La académica de Relaciones Internacionales de la UDP, Constanza Jorquera, sostiene que se habla de política exterior feminista “como que este Gobierno la hubiese inventado. Y, claro, hay criterio político para elegir una línea, pero es una tendencia que tiene décadas. Es una política que implica la preocupación por el medioambiente, el cambio climático, la autonomía estratégica que otros llaman un no alineamiento activo. Se ha discutido en la academia hace mucho tiempo y hoy es prioridad en la agenda de Naciones Unidas y en distintos foros internacionales. Si Chile quiere insertarse a nivel global, debe ir por ahí. Lamentablemente aquí se manejó muy mal la estrategia comunicacional, como se le ha puesto política ‘feminista’, y el feminismo es una palabra que todavía en países conservadores incomoda y divide. Pero es lo que un país moderno, consciente y responsable con el multilateralismo debe hacer. Espero que con esta nueva gestión, estas nuevas personas, estos nuevos equipos, se pueda transmitir bien y llegue a convertirse en política exterior de Estado”.
El canciller, además, pertenece al Foro de Política Exterior –del que fue secretario fundador el actual asesor internacional del Presidente, Carlos Figueroa Salazar–, “lo que le va a servir para conseguir apoyos y hacer consultas con diversos especialistas, personas de otros partidos, un grupo más amplio del que frecuentaba Urrejola. También retomar vínculos que pueden haber quedado dañados en el Parlamento, incluso tendrá que recomponer vínculos con la prensa”, acota un exdiplomático.
“La conexión con el Segundo Piso, a través de Carlos Figueroa, no es cosa menor. Le dará una fluidez que nunca pudo tener el grupo de Urrejola y Ahumada”, agrega un asesor.
Otro dato no menor es que para Alberto van Klaveren la generación de la Nueva Política Exterior –a la que pertenece Urrejola– no es desconocida. De hecho, él escribió el prólogo del libro Nuevas Voces de Política Exterior, que recoge los principios y fundamentos de este grupo. “No cabe duda de que estamos frente a nuevas voces y nuevos enfoques, todas por cierto calificadas y muy bienvenidas”, escribió en la página 15.
El próximo 25 de marzo se realizará la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno en República Dominicana. Un buen escenario para el debut de Boric-Van Klaveren. Una reunión marcada por la fractura que se tiene en la región. Además, será la preparación para la Cumbre UE-CELAC de julio próximo en Bruselas.
Mario Herrera advierte sobre el escenario próximo. “Se viene la reconformación de los bloques regionales que es algo que le interesa mucho al Presidente, ver qué va a pasar con el giro a la izquierda en América Latina, por ejemplo. Observar si se consolidará una izquierda democrática versus una izquierda antidemocrática que está vinculada con países como Nicaragua y Venezuela, con los cuales el Mandatario ha mantenido distancia. Y lo segundo, que es muy importante: la atracción de mercados extranjeros en un contexto de crisis económica que no sabemos cómo seguirá, y sabemos que atraer inversión extranjera es algo positivo para la economía del país. Y así también se entiende el movimiento de una subsecretaria que se mueve bien ahí” .
Y por delante hay una larga lista de temas sustantivos de política exterior, en los que coinciden los analistas: “Partiendo por una creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, siendo que ambos son socios comerciales. Cómo va Chile y América Latina frente a esta situación. Cómo vamos a seguir abordando el tema de la guerra en Ucrania. Qué prioridades vamos a dar a América Latina. Vamos a reactivar o no los organismos regionales que están congelados, como la Unasur, por ejemplo. Ver si se va a tomar lo sugerido por el Foro de Política Exterior que ha planteado adherir al no alineamiento activo: no alinearse con ningún lado de las potencias, pero sí tomar posiciones cuando haya que tomarlas, y siempre a partir de nuestros intereses nacionales. Y, por supuesto, las relaciones vecinales siempre son claves. La situación con Argentina, Bolivia, Perú que está muy complicado. Hay una agenda muy compleja y recargada y para eso va a necesitar mucho apoyo político transversal”, concluyen.
El exembajador y académico de la UNAB, Fernando Reyes Matta, confía en que la unión de experiencia y juventud dará buenos resultados.
“Alberto van Klaveren tiene la capacidad de articular la comprensión de lo que es la diplomacia, la política exterior con la fuerza de lo multilateral y el futuro. El Presidente, que es el más joven del mundo, tiene una mirada de futuro. Ambos entienden que hay temas nuevos que requieren del multilateralismo como respuesta principal. Es parte de la nueva visión de la política internacional y el papel que Chile debe tener en este siglo de sociedad digital, y eso está fuerte en la cabeza del Presidente”, señala Reyes Matta.