A través de un informe, Contraloría detectó una serie de falencias en los sistemas informáticos de Gendarmería, lo que provocaría, entre otras cosas, el peligro de suplantación de identidades y, como consecuencia, un alto riesgo de fuga de internos. En concreto, la investigación del órgano contralor buscó poner el foco en el correcto funcionamiento del “Sistema de Cotejo de Identidad”, el cual, según establece la institución, se utiliza desde el año 2016 para verificar la identidad de las personas que están siendo registradas o abandonando un recinto penal. En 2021, se registraron 14,504 internos que ingresaron y abandonaron el centro penal Santiago Uno. No obstante, sólo en 16 de estos casos se utilizó el “Sistema de Cotejo de Identidad”, lo que se traduce en un 0,11% de reclusos.
Contraloría General de la República emitió un informe donde alerta sobre la existencia de diversas falencias en los sistemas informáticos de Gendarmería, lo que podría provocar, entre otras, la suplantación de identidades y, como consecuencia de ello, un alto riesgo de fuga de internos.
Según consigna La Tercera, el documento, que fue remitido a la institución penitenciaria el pasado 31 de enero, advierte la existencia de una casi nula utilización de los sistemas biométricos de control interno de la institución, los cuales justamente son utilizados para verificar que las personas que salen o ingresan de un recinto penal sean realmente quienes dicen ser. Asimismo, revela la vulnerabilidad del sistema y la inexistente utilización de este tipo de herramientas con reclusos de nacionalidad extranjera.
Sin ir más lejos, el jueves 1 de agosto de 2019, un sujeto salió de la cárcel de Puente Alto porque, supuestamente, había recuperado su libertad. No obstante, el hombre, identificado como Matías Sandoval Fuenzalida, se hizo pasar por su hermano, quien realmente era la persona que debía ser liberada del recinto. Sin más, el sujeto vulneró los sistemas de Gendarmería.
En concreto, la investigación del órgano contralor buscó poner el foco en el correcto funcionamiento del “Sistema de Cotejo de Identidad”, el cual, según establece la institución, se utiliza desde el año 2016 para verificar la identidad de las personas que están siendo registradas o abandonando un recinto penal.
Dicho sistema, que hace uso de tecnología biométrica, fue adquirido con fondos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, siendo licitado para el soporte tecnológico con tres contratos que suman un total de $20 millones (570 UF).
En ese sentido y a pesar de que el reglamento de Contraloría establece que se debe verificar la información recabada de cada interno mediante la utilización de los sistemas biométricos, Contraloría halló diversas falencias de la plataforma que desincentivaría su implementación.
A modo de ejemplo, durante el año 2021, en el recinto penal Santiago Uno se registraron 14.504 internos que ingresaron y abandonaron dicho centro de detención provisoria. No obstante, solo en 16 de estos casos se utilizó el “Sistema de Cotejo de Identidad”, lo que se traduce en un 0,11% de reclusos.
A las falencias antes mencionadas se suman fallas en los sistemas informáticos de Gendarmería. En esa línea, se apunta que la aplicación tecnológica en extranjeros que no cuentan con su RUT o pasaporte es nula, ya que no se realiza la verificación con la base de datos del Registro Civil y se determinan de forma simple con la etiqueta de “sin consulta”.
Contraloría recordó el citado caso de 2019, y apuntó que “la falta de control biométrico que garantice la identificación de los reclusos extranjeros puede conllevar a la suplantación de identidad cuando ingresan o egresan del recinto, situación que, como anteriormente se mencionó, sucedió en una oportunidad con internos de nacionalidad chilena”.
El órgano contralor también reveló que existen una serie de errores en los sistemas de control de Gendarmería. Uno de estos es la falencia con los diversos aparatos biométricos en los que se realizan la toma de huellas, lo que requiere que el interno presione de forma constante hasta que el sistema reconozca su huella dactilar.
A juicio del órgano Contralor, se registran otras fallas que conllevan “el riesgo de no contar con información completa e integra”, ya que, según los datos obtenidos en los sistemas de internos durante el 2021, existen registros erróneos y otros que no cuentan con información.