Faltan menos de dos semanas para que los chilenos enfrenten nuevamente las urnas. Todas las encuestas y sondeos muestran que la población está desconectada del actual proceso constitucional y, más aún, de la elección de consejeros constitucionales. Cuatro expertos anticipan lo que se viene para el proceso electoral que se desarrollará el próximo domingo 7 de mayo, pronostican sus posibles ganadores y perdedores, además de cómo quedará configurado el nuevo mapa de la clase política.
El trabajo de la Comisión Experta está pasando por un momento de sobriedad mediática, mientras las campañas de los consejeros constitucionales enfrentan un franco desinterés de los electores. Sin embargo, expertos advierten que el sello de este proceso se imprimirá una vez que empiece a operar el Consejo Constitucional. Cuatro analistas políticos y de encuestas analizan los escenarios más factibles para la elección de consejeros y explican el rebaraje que podrían sufrir las fuerzas políticas tanto oficialistas como de oposición.
A principios de abril, la encuesta Criteria anunció la distancia de la ciudadanía con el proceso. En ese momento, solamente un 31% de los chilenos manifestó estar interesado en el proceso de redacción de la nueva propuesta de Constitución. Algo muy distinto a los registros del proceso anterior (2021), que arrojaron un 60% de interés previo a la elección de convencionales.
Independientemente del interés que pueda tener la ciudadanía en el tema, es evidente que las elecciones tendrán un efecto en el mapa político con que este Gobierno convivirá durante los últimos dos años de mandato del Presidente Gabriel Boric.
El sociólogo y director de Tú Influyes, Axel Callís, advierte que no realiza pronósticos electorales en este caso, porque esta elección tiene aspectos únicos que no se habían dado antes, como, por ejemplo, la inscripción automática, el voto obligatorio y por individuo. Puntualiza que es improcedente adelantarse. Sin embargo, sí puede dibujar lo que serán las tendencias generales y, entre ellas, proyecta que la lista ganadora en el oficialismo será la de Apruebo Dignidad (Partido Comunista, Revolución Democrática, Convergencia Social, Comunes), más el Partido Socialista y el Partido Liberal. Ante este escenario, Callís considera que la gran pregunta será en qué lugar quedará el Partido por la Democracia (PPD), “porque si el PS tiene un buen rendimiento o aumenta su votación, lo más probable es que termine quedándose con Apruebo Dignidad”.
Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política de la Universidad Católica, coincide en que “es muy difícil proyectar la elección de consejeros constitucionales”. Sin embargo, anticipa que “la coalición de gobierno va a sufrir un castigo, pero no va a ser menor del 20% que necesita para hacer escuchar su voz y no ser arrasada por la centroderecha”. Según los datos disponibles, agrega Morales, “probablemente exista una cierta superioridad de la ex Concertación respecto a Apruebo de Dignidad”. Por lo tanto, descarta “un desastre electoral para la coalición del Presidente Boric”.
El analista de la Universidad Diego Portales y doctor en Ciencia Política, Rodrigo Espinoza, agrega que, pese al desánimo de la ciudadanía, la elección será una suerte de “juicio de la evaluación del Gobierno”. Con eso en mente, Espinoza cree que el Consejo Constitucional estará “más cargado hacia la derecha”, porque la oferta de la oposición “está orientada a resolver problemas coyunturales, vinculados a la seguridad y también el tema de la migración”, sostiene el analista.
Respecto a los balances que tendrá que enfrenar el oficialismo en las elecciones, piensa que el protagonismo que ha obtenido el Socialismo Democrático recientemente seguirá siendo tendencia en estos comicios. “Ahora, veamos qué tan cierto es eso a la hora del resultado, porque como este es un sistema proporcional y el oficialismo terminó yendo en dos listas, puede que eso disminuya el grado de representación que tengan finalmente en el Consejo electo”, advierte.
Para el exdiputado y analista político Pepe Auth, dado que el panorama político no ha cambiado mucho, este no va a variar respecto al último plebiscito: “Las listas del Apruebo Dignidad van a estar en torno a 38% de los votos y la derecha va a estar en torno a 62%”, señala. En términos de escaños, coincide con los otros expertos en que la derecha obtendría más miembros dentro del Consejo, sin embargo, “no van a tener los tres quintos para imponer su propia visión de lo que debe ser la Constitución”, asegura Auth.
El Partido Republicano se asoma como una amenaza para Chile Seguro –ex Chile Vamos– en esta elección. Si bien los expertos advierten que no logrará superar los votos de la derecha tradicional, el rendimiento electoral de dicha colectividad funcionará como un bloque competitivo y, sobre todo, en materias ideológicas respecto a sus pares opositores.
“Hay una amenaza importante de parte de Republicanos y del PDG hacia Chile Vamos. Será una amenaza en términos de votos, de porcentaje, pero no de consejeros electos”, apunta Callís. Esto, porque el sistema de elecciones privilegiará los pactos electorales. Al respecto, el director de Tú Influyes recuerda que en el plebiscito de entrada hubo un 21% de personas que no querían una nueva Constitución. Con ese porcentaje en mente, advierte que el Partido Republicano “desde ahí que ha venido cosechando ese segmento, que no es mayoritario pero es importante en términos de votos”. Además, añade que “está construyendo a partir de la destrucción del adversario”.
Mauricio Morales cree que es muy probable que el Partido Republicano resulte ser el más votado, pero no por eso, necesariamente, sea el que tenga mayor volumen de representantes frente a Chile Seguro. Morales sostiene que “en la oposición hay una lucha desatada por la hegemonía electoral y hoy es eso lo que está en juego”. El experto señala que “muy probablemente será el Partido Republicano el que obtenga esa hegemonía, considerando la preeminencia de José Antonio Kast como candidato presidencial y como un verdadero atajo informal para la lista del Partido Republicano”.
Espinoza, analista de la UDP, piensa que la atención debería estar focalizada en lo que suceda en la derecha, dado que los resultados de estos comicios se van a traducir en el Congreso. Si bien es un panorama difícil, “un éxito de la derecha en esta elección, sobre todo de Republicano y el PDG, pero sobre todo de Republicano, podría significar un giro de Chile Vamos hacia la extrema derecha”. Esto en relación con que Chile Seguro podría empezar a pensar en una alianza con el Socialismo Democrático o con Republicanos, situación que terminaría siendo un panorama “tremendamente peligroso para el oficialismo”.
Pepe Auth vaticina que el crecimiento del Partido Republicano en esta contienda electoral es ineludible: “Van a crecer y sin ninguna duda se va a convertir en el partido individualmente más votado de la política chilena. Esto, porque lleva una lista completa y porque su candidato presidencial es el candidato que ha viajado por las 16 regiones”. Las elecciones anteriores lo respaldan, sostiene Auth: “Sacó 28% de los votos en la elección presidencial en primera vuelta y la lista parlamentaria de Republicanos sacó 11%. Estimo que para estas elecciones van a estar empinándose hacia el 20%”.
Espinoza cree, sin dudas, que “el nivel de participación electoral no va a ser igual ni mayor al del plebiscito, o sea, va a ser menos”. Dentro de las razones que explicarían este fenómeno –a juicio del analista–, está el hecho de que votar por aprobar o rechazar una nueva Constitución tiene menos costos de información respecto a escoger a un candidato, además, “hay un agotamiento electoral considerable, un menor interés, por la desilusión de mucha gente que confió en el proceso anterior”. Otro factor que influye es que este proceso está protagonizado por los partidos políticos y, debido a su baja aprobación, “también hace que el interés baje”. En definitiva, Espinoza estima que el camino que queda por recorrer “es un trabajo bien cuesta arriba” y va a terminar afectando la legitimidad del proceso constitucional.
Pepe Auth, si bien coincide respecto del desánimo de la población para con este proceso, lo que motivará más votos nulos y blancos, señala “que va a ser de todas maneras la segunda votación más concurrida de la historia de Chile”. Esto –agrega–, porque si bien el ánimo de un proceso constituyente 3.0 es más bajo, “cuando las encuestas empezaron a preguntar por disposición a participar, resulta que es muy alta”.
Morales piensa que la existencia de la desafección y la poca participación podrían beneficiar a La Moneda. “Si es que entra un volumen muy significativo a votar de manera análoga a lo que sucedió en el último plebiscito constitucional, que fue una participación del 86% de la población, lo más probable es que la lista de Gobierno sea la gran derrotada”. Sin embargo, si se tiene en mente el 30% de aprobación del Presidente Gabriel Boric “y pensáramos que esa aprobación se tradujera en preferencias electorales en todas las regiones del país de manera pareja, entonces, el oficialismo no debiese sufrir grandes derrotas”.
Para Callís la desafección y desinterés responden a que “el proceso está recién comenzando. No solamente la Comisión Experta, sino que también los electos que construyan la verdadera marca o sello de este proceso”, sostiene. Por esta razón es que el especialista advierte que aún hay que esperar a que se den las elecciones para considerar, verdaderamente, qué tan lejos está la ciudadanía de este tercer proceso constituyente.