La alcaldesa enfrenta el peor momento de su administración. La renuencia a entregar su celular municipal a la Policía de Investigaciones, una licitación de camiones de basura que espera hace más de un año, la aprobación en el Concejo Municipal del acuerdo para comprar la clínica Sierra Bella que estaba mal hecho y que obligó a una sesión extraordinaria para corregirlo, el intento de adquisición de esta clínica con un historial de juicios y problemas legales o, ahora último, las anunciadas querellas contra los tasadores que nunca se concretaron, son solo algunos de los errores que muestran la poca rigurosidad, informalidad y descuido en la gestión de la primera alcaldesa comunista de la Municipalidad de Santiago.
La fallida compra de la clínica Sierra Bella es una mancha en la gestión de la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler. En medio de la investigación de este frustrado intento de compra, se ha revelado que la querella contra los tasadores –anunciada hace dos semanas– todavía no se concreta, y que la alcaldesa no quiso entregar el celular institucional a la Policía de Investigaciones, cuando lo solicitaron para la investigación del caso. En el Gobierno hay varios que coinciden en calificar la actual administración como desprolija y poco profesional. Desde adentro, apuntan que esta gestión ha sido muy lejana y poco eficiente. La lista de problemas es larga para dos años de desempeño.
Uno de los eventos que mejor grafica la descuidada gestión municipal es, justamente, el proceso de trámites realizados para adquirir la clínica Sierra Bella. Jean Pierre Chiffelle, director del área jurídica de la municipalidad, presentó el acuerdo de compra al Concejo Municipal con el valor del inmueble en pesos y no en UF. Pasaron los días antes de que el documento se firmara y ese valor en pesos ya no correspondía a lo que se había acordado. Había una diferencia de $ 4 millones. Este error exigió tener que llamar a una nueva sesión “extraordinaria” dos días después, para corregir el valor y colocarlo en UF. Otro ejemplo de trabajo desprolijo –cuentan en el municipio– fue cuando personal del área jurídica llevó la escritura del inmueble al Conservador de Bienes Raíces sin el RUT de la alcaldesa.
Los funcionarios municipales coinciden en que la Municipalidad de Santiago funciona distinto desde que llegó Irací Hassler. Las agrupaciones de trabajadores reclaman que no existe contacto con la jefa comunal. Hay una lejanía con su figura y el secretismo marca a su círculo de confianza. José Escobar, presidente de la Asociación de Funcionarios de la Municipalidad de Santiago –organización que representa al 85% de los trabajadores con cerca de 1.400 personas–, relata que “no tenemos llegada a la alcaldía, están cerradas las puertas, prácticamente”. Escobar llegó a la municipalidad en el primer período de Jaime Ravinet (1990). Desde esa administración, asegura, siempre existió una reunión mensual entre la Asociación de Funcionarios y quien estuviera a la cabeza del municipio. Sin embargo, con Hassler “eso quedó olvidado” y, en dos años de administración, no se han juntado más de tres veces con la alcaldesa.
Esta semana, en el Concejo Municipal se supo que Jean Pierre Chiffelle y Luis Mayorga siguen como funcionarios de la municipalidad, en los cargos de director del área jurídica y director de la Secretaría Comunal de Planificación, respectivamente. Esto, pese a que hace dos semanas la alcaldesa había anunciado que los desvincularía, por sindicarlos como los principales responsables de lo sucedido en el caso de la clínica Sierra Bella. Personas cercanas a Irací Hassler explican que esto se debería a que había que levantarles un sumario antes de su salida. Actualmente, ambos funcionarios estarían en medio de ese sumario solicitado por la Contraloría y está planificado que dejen sus funciones el 1 de mayo, luego de cumplir sus días administrativos.
Fuentes cercanas a la municipalidad señalan que la compra de la clínica era una buena idea, porque permitía adquirir un lugar listo para entregar prestaciones de salud. Construir un Cesfam –detallan– puede demorar entre siete y ocho años. Sin embargo, la escasa claridad, el hermetismo, el desorden y poco profesionalismo hicieron caer el proyecto. Esta fuente sostiene que Chiffelle y Mayorga cometieron graves errores, como –por ejemplo– no investigar a las personas con quienes iban a tratar. Recientemente se ha descubierto que la propiedad tenía un complejo historial de procesos judiciales. Sin embargo, algunas fuentes cercanas a la jefa comunal explican que esta cadena de errores solo fue por el interés en apurar la gestión y aparecer dando una solución de salud inmediata a los vecinos.
La alcaldesa comunista fue electa en el mismo periodo de los comicios en que se eligió a los integrantes de la Convención Constitucional y donde la izquierda obtuvo mayoría. Esto explicaría la excepcional mayoría que alcanzó Hassler en el Concejo Municipal, con ocho miembros de izquierda y solo dos de derecha. Un dirigente del Frente Amplio destaca este punto: “Ella llegó sin un contrapeso en el Concejo Municipal, podía hacer lo que quería”.
Este miércoles, Rosario Carvajal, concejala independiente y otrora estrecha colaboradora de la alcaldesa, encaró a Hassler y le preguntó por qué no registró en la Ley de Lobby su reunión con la inmobiliaria San Valentino, propietaria de la clínica, cuando comenzaron a evaluar la compra del inmueble. La jefa comunal no contestó la pregunta y dejó que hablara el administrador municipal, Claudio González, uno de los personajes clave del círculo de confianza de Hassler. “La Ley 20.730 que regula el lobby y las gestiones que representan intereses particulares ante las actividades de funcionarios establece en su artículo 3° y 4° que en el marco de la reunión, cuando la coordina efectivamente la autoridad, no es necesario el registro a través de Ley de Lobby”, dijo González.
El concejal Juan Mena (RN) señaló en esa oportunidad: “Horrible lo que responden. La alcaldesa quiso hacer a puertas cerradas, como dijeron las personas de la inmobiliaria, se negó a que hubiera un acta y a que colocaran los nombres de quienes estaban participando”, agregó el concejal. Mena sostiene que la administración de la alcaldesa es “pésima, una alcaldía muy distinta al eslogan de vivir mejor, ha sido el peor vivir de los vecinos de Santiago en años”. El principal problema, subraya el concejal, es el equipo de confianza de Hassler que no funciona: “El primer director jurídico salió del municipio por acusaciones de malos tratos, lo mismo que hoy día está pasando con la directora de Salud”, cuenta Mena, y agrega que “ha habido cinco directores de comunicación en la municipalidad y la alcaldesa lleva dos años en el municipio. Creo que ahora recién vamos a tener, por fin, un director en Educación”.
La concejala y excolaboradora, Rosario Carvajal, asume que existe un distanciamiento importante con la alcaldesa después de haber sido muy cercanas. Dice que ellas elaboraron juntas las propuestas de campaña, pero que su administración va en contra de todo lo que se había propuesto en ese documento y que, desde ahí, “hubo un alejamiento de nuestras líneas políticas y, con lo de Sierra Bella, terminé de distanciarme”. Carvajal cree que en el equipo de Hassler existe un problema de hermetismo: “Es una administración de secretismo y las decisiones pasan por su círculo de confianza y no por los funcionarios de carrera”, afirma. La concejala añade que la alcaldesa “no escucha a los que piensan diferente y eso la ha hecho generar un clima muy hostil dentro de la municipalidad”.
Luis Rodríguez Bastías es presidente de la Asociación de Sindicatos de Salud de la Municipalidad de Santiago y señala que hace mucho tiempo que vienen haciendo denuncias en contra de la directora de Salud del municipio, Beatriz Chamorro. Las denuncias son por pagos irregulares, que están siendo investigados por la Contraloría, y por malos tratos. “Nosotros hemos hecho todas las denuncias a la alcaldesa por escrito y verbalmente, incluso le hemos dicho delante de Chamorro que ella no tiene la capacidad para dirigir la Dirección de Salud por el maltrato y por la irregularidad que tiene su forma de trabajo”, asegura Rodríguez.
El representante de los sindicatos de salud siente que la alcaldesa se ha alejado de los trabajadores: “Está absolutamente equivocada en la forma en que enfrenta estos temas en términos de trato con las personas y en términos estratégicos de gestión”. Rodríguez, que se declara de izquierda –hace un par de meses renunció al PS por otros motivos–, afirma que Hassler “no toma en cuenta a los trabajadores”. Y añade, a modo de contraste: “Nosotros con Felipe Alessandri, por ejemplo, que uno esperaba tuviera una actitud más lejana, era todo lo contrario, recibía a los trabajadores, conversábamos y contestaba”. Rodríguez ha visto cómo desde la alcaldía se han puesto barreras de gestión: “Ahora hay personajes de confianza de la alcaldesa que vienen a tratar con los gremios, pero no están preparados ni facultados para resolver nuestros problemas”, recalca.
El área de Aseo y Ornato es otro problema en Santiago, aunque no empezó con la gestión de la alcaldesa comunista. Sin embargo, fuentes sindicales de dicha área sostienen que no han tenido trato directo con la jefa comunal, sino con el administrador municipal Claudio González, personaje del círculo de hierro de Hassler. Un funcionario que ha trabajado en la municipalidad por más de dos periodos, coincide con sus colegas de la Salud: “Con los otros alcaldes nosotros teníamos un acercamiento, iban a la zona, dialogaban con uno, pero acá no, todo lo contrario, acá lo único que quieren es que uno haga la pega con lo que tenemos nomás”.
Es de amplio conocimiento que los problemas que ahora explotan son parte de un cúmulo de malas gestiones, reconocen desde el área de Aseo y Ornato, “pero ahora no se hace absolutamente nada, una de las camionetas ni siquiera tiene manilla en la puerta y le falta un cinturón”. Sin embargo –agregan–, lo más grave es que los camiones de la basura están en muy malas condiciones, botan los líquidos percolados, ocasionando problemas a los empleados que circulan en el camión y a los transeúntes. El concejal Mena detalla que hace más de un año debió llamarse a licitación para los nuevos camiones y aún no se ha hecho.
El dirigente sindical de Aseo y Ornato cuenta que se han acercado a dialogar, sin embargo, se les hace difícil llegar a la alcaldesa. “Luego de diversas movilizaciones, estamos recién comenzando a tener acuerdos para mejorar las condiciones”, pero desde dicha área no confían mucho en que se cumplan, pues no ven un real interés por solucionar sus problemas.
Otro asunto que enfrenta la Municipalidad de Santiago, como muchas otras, es el de seguridad. La alcaldesa ha logrado despejar de comercio ambulante la zona del casco histórico, al tiempo que ha aumentado el personal para patrullar las calles de la capital. High Security es la empresa que puso a su personal para resguardar las calles del centro capitalino. Sin embargo, hace una semana, la compañía denunció que la municipalidad le adeudaba más de $1.200 millones.
Hassler enfrenta un complejo momento político. Quienes la rodean parecen blindarla y acompañarla en cada paso. Sin embargo, dentro y fuera del municipio aseguran que ella trabaja muy cerrada con su equipo y que no se deja ayudar. Esta conducta tiene muy pesimistas a aquellos que quieren que le vaya bien a la primera alcaldesa comunista en llegar a la Municipalidad de Santiago.