El martes, globos negros colgados tanto en la entrada del edificio de la municipalidad como en sus pasillos recibieron a la jefa comunal de Vitacura, Camila Merino, cuando llegaba a trabajar temprano en la mañana. La protesta es una de las tantas complicaciones que ha generado a la actual administración el caso que involucra al exalcalde Raúl “Tronco” Torrealba. La movilización se produce días después que la Contraloría General de la República y el propio municipio decidieran formular cargos en contra de Torrealba y otros involucrados, por faltas a la probidad en la gestión de los “Programas Vita”. El tema Vitacura ha logrado complicar la relación al interior de la coalición opositora, pero el senador Felipe Kast considera que “Chile Vamos entero tiene que agradecerle a Camila Merino que, en lugar de esconder la corrupción debajo de la alfombra, la destape con toda la fuerza y el rigor de la ley”.
El martes, la Municipalidad de Vitacura amaneció con globos negros colgados en distintas partes del edificio, junto a carteles que expresaban la molestia de los trabajadores dentro del municipio a propósito del caso Torrealba. “Somos funcionarios, no delincuentes”, “nos exponen como chivos expiatorios”, se podía leer en los carteles que se hallaban colgados en la puerta. “Vitacura, el mejor lugar para trabajar (tachado), denunciar por acatar”, decía otro al interior del edificio. La manifestación de molestia de los funcionarios se produce a menos de una semana de que la Contraloría General de la República (CGR) finalizara la investigación del caso que afecta al exalcalde Raúl Torrealba, además de otros funcionarios implicados en la entrega de sobres con dinero en efectivo al exjefe comunal militante de Renovación Nacional, y que la propia municipalidad decidiera formular cargos en contra de los involucrados.
En la alcaldía señalan que es la primera vez que ocurre algo así y que es principalmente por la molestia de algunos funcionarios que han visto sus nombres aparecer en la prensa desde que estalló el escándalo de los sobres de dinero en efectivo. El senador de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, explica la situación señalando: “Es natural que los funcionarios se sientan incómodos por la exposición pública del caso, es muy difícil que eso no afecte el clima interno”.
En tanto, en la municipalidad sostienen que la alcaldesa está impedida de referirse a este tema y se remiten a una declaración que realizó en formato video después de la resolución del órgano contralor y donde expresaba que “hemos sido informados que la Contraloría General de la República ha cerrado después de largos meses el proceso investigativo relacionado con las irregularidades detectadas en los ‘Programas Vita’ y la Contraloría ha formulado cargos contra funcionarios y exfuncionarios de nuestra municipalidad. Ahora, en mi rol de alcaldesa, estoy impedida a pronunciarme, a la espera de que las personas formulen sus descargos, la Contraloría los evalúe y proponga las sanciones”.
Cercanos a la jefa comunal señalan que ella ha sido clara respecto a que hay que respetar el principio de que toda persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario. Sin embargo, presentan esta situación del martes como un ejemplo de las dificultades que ha tenido en el ejercicio de sus funciones Camila Merino, desde que explotó el caso Torrealba. Si bien en Evópoli han manifestado su total apoyo a la alcaldesa, coinciden en que el tema no ha sido fácil dentro de Chile Vamos. En tal sentido, un dirigente de Evópoli es categórico en señalar lo siguiente: “Camila tiene el total apoyo de Evópoli. Es muy querida y cercana a la dirigencia. En eso no hay que perderse un segundo, tiene total apoyo del partido. Le ha tocado jugar el rol de mala en Chile Vamos y lo ha hecho con altura y firmeza. La bolsa de gatos adentro es brava. Ojalá la justicia haga la pega esta vez”.
Camila Merino es una figura clave para Evópoli. Es la única personera del partido que cuenta con una alcaldía y logró, a punta de actividades puerta a puerta y del apoyo de las grandes figuras de la colectividad, ganarle la municipalidad a Maximiliano Del Real, militante de Renovación Nacional, partido que había ocupado ese puesto con Raúl Torralba desde 1996 hasta 2021.
En la tienda política destacan que una de las claves para ganarle a su contendor fue justamente su perfil técnico. Merino es ingeniera civil, cuenta con un MBA del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) y ocupó importantes cargos, como los de gerenta del Metro de Santiago, ministra del Trabajo en el Gobierno de Sebastián Piñera I y gerenta corporativa de Personas en la empresa Celulosa Arauco.
Logró llegar al municipio y a los pocos meses de su administración se vio enfrentada a la denuncia que realizó el funcionario de los “Programas Vita”, Domingo Prieto, y luego la autodenuncia de Antonia Larraín. Estas confesiones se transformaron en piedra angular para el caso Torrealba y, con el paso del tiempo, en el centro de la discusión en la Municipalidad de Vitacura.
Personas que han seguido el tema en Chile Vamos coinciden en que tiene un trabajo difícil o, por lo menos, poco amigable. Esto, pues “luego de que Domingo Prieto, el íntimo amigo del ‘Tronco’ Torrealba (RN), hiciera la denuncia en contra de su compadre, a Merino no le quedó más remedio que denunciar a la Fiscalía”, puntualizan.
Un Evópoli que la ha acompañado desde el inicio y que asistió a su cuenta pública la semana pasada, es el senador Felipe Kast. El parlamentario asegura que la derecha apoya su gestión, aun cuando le haya tocado denunciar a un RN: “Chile Vamos entero tiene que agradecerle a Camila Merino que, en lugar de esconder la corrupción debajo de la alfombra, la destape con toda la fuerza y el rigor de la ley”, subraya.
Kast la describe como una mujer de carácter fuerte y que tiene un estilo de gestión serio. Cree que, con esos ingredientes, Merino ha logrado estar bien posicionada para su posible reelección y destaca la cantidad de medidas que ha implementado en seguridad, reciclaje, movilidad, así como otras materias que han logrado avanzar a pesar de la sombra del caso Torrealba.
Otro compañero de militancia, el senador Luciano Cruz-Coke, coincide en la alta valoración de Merino existente en Evópoli y, respecto al caso de corrupción que envuelve a la municipalidad, afirma que la alcaldesa “ha sido valiente en enfrentar una situación que cayó en sus manos debido a la denuncia de un implicado y que ella ha manejado, no solo con gran coraje, sino también con sobriedad y prudencia, por tratarse de un asunto extremadamente delicado que hoy investiga la Fiscalía Nacional”.
Además, Cruz-Coke agrega que ha habido una apertura “transparente y sensata” respecto a las responsabilidades que caen sobre los hombros de los involucrados. Efecto que también ha traído sus costos a nivel de clima en el edificio del Parque Bicentenario.
En el Concejo Municipal existe buena relación entre los concejales, sin embargo, en la derecha coinciden en que la Municipalidad de Vitacura sigue siendo un espacio interesante a disputar para los distintos partidos del sector. En Renovación Nacional recalcan que Merino se caracteriza por hacer un trabajo más independiente, menos político, y añaden que están buscando alguna candidatura de su partido para levantarla en Vitacura, una que sea “del sector”. El nombre que más suena como posible candidato es el exalcalde de Santiago, Felipe Alessandri (RN).
Desde la UDI aseguran que no existe interés en disputarle la alcaldía a Merino en las elecciones de octubre del 2024, porque en términos de balances municipales el gremialismo tiene Las Condes y Evópoli Vitacura, y agregan que mantener esa relación es lo más sano por el momento. Esto, especialmente considerando que cualquier animadversión entre miembros de Chile Vamos podría dar espacio a que llegue algún candidato del Partido Republicano.
En el gremialismo señalan como muestra de su cercanía con Merino que la semana pasada estuvieron en un almuerzo de camaradería con la alcaldesa, en el edificio de la municipalidad, destacados dirigentes de la UDI, como María José Hoffmann, Javier Macaya, Ernesto Silva y Guillermo Ramírez.