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Cientista política Javiera Arce-Riffo: ‘‘Veo una élite política polarizada a morir” PAÍS

Cientista política Javiera Arce-Riffo: ‘‘Veo una élite política polarizada a morir”

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Silvia Peña Pinilla
Por : Silvia Peña Pinilla Periodista - Editora del newsletter Efecto Placebo
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La cientista política feminista –una de las autoras del proyecto de paridad de la primera Convención– mira con cierto pesimismo el momento político y la manera en que se ha desarrollado el actual proceso constitucional. Asegura que, de producirse una mayoría republicana, “las mujeres seremos las grandes perdedoras y nuestros derechos, nuestra ciudadanía económica, política y social se verán profundamente amenazadas”.


Desde una Londres eufónica por la coronación del Rey Carlos III, la cientista política Javiera Arce-Riffo mira con preocupación lo que pueda pasar en la elección de consejeros constitucionales y, con ello, el rumbo que pueda tomar el nuevo texto constitucional. Especialmente con las mujeres y sus derechos.

“Veo una élite política polarizada a morir, con un personalismo insoportable, un análisis absolutamente mezquino y cortoplacista. Yo era de la idea de haber terminado el proceso después de que ganó el Rechazo en septiembre pasado”, dice de entrada.

-¿Le parecía posible a esa altura?
-Creo que sí. Porque al principio era un proceso más participativo, horizontal, desde las bases, con personas que supuestamente representaban al pueblo, pero que al final parece que no era así, porque perdimos sustantivamente. Y después lo tomaron las élites políticas… Y esto no implica que los partidos hoy tengan aprobación o se hayan vuelto más sexies para la ciudadanía, todo lo contrario; siguen teniendo mala aprobación. El Congreso y los partidos son las instituciones menos legítimas de la democracia chilena… Es súper complejo cómo se ha manejado este nuevo proceso, además, con bordes constitucionales…

-El proceso anterior era marcadamente feminista y no tuvo apoyo. ¿Cómo lo evaluaron desde los feminismos?
-En un momento la ministra Orellana interpretó mal una entrevista que di –ella entendió que culpé al feminismo por haber pedido–, pero hay que decir que los temas que estaban puestos en ese texto tampoco les hicieron sentido a las mujeres.

Creo que ahí no hemos sabido hablar desde la materialidad. De cómo todo esto afecta la vida de los ciudadanos, desde cuestiones tan básicas como el trabajo, el tener derecho a la subsistencia, derecho a la seguridad pública. Cosas palpables que quedaron fuera de los discursos de avanzada de estos grupos y solo nos dedicamos a las políticas más identitarias. El feminismo es muy diverso y creo que habría sido más adecuado un feminismo de clase, por ejemplo, orientado hacia las mujeres trabajadoras. Un poco lo que ha hecho la campaña por las 40 horas, que ha generado la ministra del Trabajo. Porque una política tan interesante como la del derecho al aborto tampoco hizo mucho sentido. Ahí hay que reestudiar las estrategias y poner en discusión las distintas líneas del feminismo.

-¿En esa línea los feminismos deberían estar presentes en la construcción de la nueva Constitución?
-Pero no van a estar. Hemos sido prácticamente notificadas en ese sentido. Lo que está primando es un tema totalmente masculinizado.

Una nueva Constitución machista

Dice que el tipo de Constitución más o menos machista va a depender mucho de la elección de este domingo.

“Si ganan las fuerzas conservadoras, vamos a estar añorando la Constitución de Pinochet que modificó el Presidente Lagos… Me parece impensado estar constitucionalizando el sistema de isapres, por ejemplo, o de las AFP. ¿Cómo vamos a estar constitucionalizando eso? El Estado social y democrático de Derecho es incompatible con un Estado subsidiario”, plantea.

-Una mirada de mercado.
-Ahí las feministas entramos a preocuparnos por temas tan básicos como el cuidado. Donde las mujeres y el trabajo doméstico es regalado a la economía del país. El feminismo de izquierda plantea que hay una alianza entre patriarcado y capitalismo totalmente criminal que se puede seguir manteniendo a través de normas, y si a esto le sumamos una abundancia de personas de la extrema derecha, fanáticos que van a querer institucionalizar, por ejemplo, la prohibición del aborto, cualquier tipo de mecanismo desde la anticoncepción, eso nos despoja, además, de la posibilidad de controlar nuestro propio cuerpo y nuestra propia ciudadanía política, social y económica. Entonces veo una amenaza súper grave para los poquitos derechos que habíamos alcanzado con Michelle Bachelet. Porque con ella se generaron los avances en materia de igualdad más sustantivos de la historia reciente.

-¿Qué esperar de esta elección y del nuevo texto constitucional?
-No tengo dudas que las mujeres seremos las grandes perdedoras y nuestros derechos, nuestra ciudadanía económica, política y social se verán profundamente amenazadas con esto y sobre todo si tenemos una mayoría republicana, con personas totalmente extremistas, nuestros derechos están súper amenazados.

-Usted fue una de las autoras del proyecto de paridad de la primera Convención y es justamente lo que ha quedado.
-Estamos instalando mecanismos de paridad, porque los propios partidos nunca las nominan o las nominan mal. Hay que obligarlos para que cumplan la paridad. Los tipos quieren que sea paridad de entrada, pero nadie asegura que las vayan a poner en distritos elegibles y con financiamientos sustantivos. Siempre hay brechas súper fuertes entre financiamiento de candidatos y candidatas. Hay que estar puliendo todo eso. Ahora, sé que no porque sean mujeres van a entender nuestra posición política. Sé que si ganan los Republicanos, por ejemplo, y tienen más mujeres ahí, nos vamos a ver en desmedro igual… Pero por ahí con personas de Chile Vamos, personas que sean más sensibles a estas temáticas, se podría avanzar.

-¿Cómo ve el futuro del de los feminismos?
-Muy complejo. De hecho, veo una especie de masculinidad reaccionaria, un poco más articulada en términos de debate, con ganas de herir susceptibilidades. Con ejemplos tan nefastos como Parisi que no paga la pensión de alimentos. Y en segundo orden gente del Partido Republicano que habla pestes de las mujeres, como el diputado Johannes Kaiser que dijo que había que felicitar a los hombres que violaron a mujeres feas. O esta cosa de la corrección de las mujeres lesbianas a través de la violación como discurso hegemónico, dentro de esta cloaca de masculinidad herida por el feminismo, por los avances de las mujeres. Entonces es muy complejo que estas masculinidades clásicas, violentas, patriarcales, empiecen a tomar espacio en el sistema político y sus discursos comiencen a ser aceptados y seguidos por otros varones que ven su masculinidad mancillada por los procesos políticos de avance de la liberación de las mujeres.

-¿Es una tendencia de reacción en el mundo?
-Diría que hace unos cinco años se está dando. Mientras más las mujeres avanzamos, más nos golpean. Se viene una ola conservadora muy fuerte.

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