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Presidente Boric pide a Republicanos no ser partisanos mientras su coalición aparece muy disminuida PAÍS

Presidente Boric pide a Republicanos no ser partisanos mientras su coalición aparece muy disminuida

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Juan Diego Montalva
Por : Juan Diego Montalva Autor de Newsletter +Política
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Luego del resultado de la elección del Consejo Constitucional quedó claro que, ahora, pende de un hilo la posibilidad de que el Presidente Gabriel Boric logre firmar la nueva Constitución para Chile. A nivel de dicho órgano, no hay certeza de que el sector minoritario que quiere una nueva Constitución logre una alianza confiable y permanente. Y el problema más complejo está en el Congreso Nacional, donde la derecha tradicional podría caer en la tentación de acercarse a los republicanos, pensando en las próximas elecciones. El Partido Republicano comienza su intento de cambiar Chile.


La aplastante derrota que tuvo el oficialismo en los comicios de ayer para elegir los consejeros constitucionales, obligó al Presidente de la República a adelantar el discurso presupuestado para hoy en la mañana. El resultado fue peor que el que obtuvo su sector en el plebiscito del 4 de septiembre del 2022, y el Frente Amplio –coalición a la que pertenece el Presidente– terminó reducido a una minoría electoral.

La decisión de salir a enfrentar el tema y no postergar el análisis oficial, la habría tomado el Mandatario en el Comité Político que tuvo junto a sus principales ministros en la tarde del domingo, porque resultaba poco estratégico cederle la noche al único gran ganador de la jornada.

Las palabras del Presidente Boric antes de las 22:00 horas eludieron detallar los efectos que traerá para el conglomerado oficialista el terremoto electoral y apuntó principalmente a pedirles a los republicanos: “No cometan el mismo error que cometimos nosotros”, haciendo referencia a la partisana Convención Constitucional del 2022, donde la izquierda y los independientes controlaron la discusión y la derecha quedó en minoría sin poder introducir ninguno de los temas que proponía.

El Jefe de Estado no ha conseguido cosechar éxitos que alivianen su gestión. Esta elección de consejeros confirma el progresivo deterioro de la alianza gubernamental que solo ha visto diminuir su apoyo. El PPD quedó fuera del mapa constitucional y la Democracia Cristiana pierde las esperanzas de entrar al Gobierno para aunar fuerzas con Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático. Esto, luego que la falange demostrase ser irrelevante bajo la presidencia de Alberto Undurraga, el férreo control de la senadora Yasna Provoste y el masivo éxodo de militantes.

Reformas pendientes

El gran tema que complica al oficialismo es cómo se comportará la oposición ahora que el Partido Republicano rayó la cancha al instalarse como la principal fuerza de la derecha. El Gobierno pretendía iniciar esta semana los trámites de dos de sus proyectos más importantes, las reformas tributaria y de pensiones, pero todo lo obrado con anterioridad por los titulares de las carteras de Hacienda, Mario Marcel, y del Trabajo, Jeannette Jara, queda en suspenso hasta ver cómo reaccionará Chile Vamos (RN, UDI y Evópoli) al triunfo del sector más derechista.

Para el Ejecutivo es fundamental lograr crear una alianza con la UDI, RN y Evópoli para establecer en el Consejo Constitucional el grupo de “los que quieren una nueva Constitución”, como contrapeso a los que no quieren nueva Carta Magna o prefieren mantener la de 1980, como lo ha señalado en repetidas ocasiones el Partido Republicano. Si el Gobierno no logra un texto ecuánime, que represente a la mayoría, es muy probable que ese 20% de votos nulos de esta elección se transforme en Rechazo, junto a muchos de los votos oficialistas que van a considerar la propuesta de Carta Fundamental como partisana. El triunfo del Rechazo en el plebiscito de diciembre sepultaría definitivamente uno de los puntos más anhelados de esta administración: terminar su periodo con una Constitución firmada por el Presidente Boric.

Después de esta debacle electoral, en el oficialismo muchos coinciden en que al Gobierno solo le queda concentrarse en mejorar la gestión, “algo que hasta ahora no se ha visto”, apunta un dirigente socialista. La agenda y el programa oficiales cambiaron y ahora las prioridades están dominadas por los temas de la delincuencia y la migración. El protagonismo que le otorgó La Moneda al asesinato de los carabineros y luego al trámite de las leyes de seguridad, instaló el tema en Palacio para siempre. Las otras grandes preocupaciones son la inflación y los problemas económicos que acechan a la mayoría de los chilenos. Todo esto agravado por un contexto internacional complejo que crea altos niveles de incertidumbre.

¡Es la gestión!

En términos de gestión, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric se ha caracterizado por su escasez de rostros claves, en cuyo marco es muy raro que su elenco de “expertos” cambie según el tema de agenda. Por el contrario, se repiten insistentemente. Esta administración tiene el ministro de Justicia más relevante y público desde el retorno de la democracia, Luis Cordero, quien desde que arribó a La Moneda –el 11 de enero recién pasado– ha estado en todas las fotografías o tiros de cámara que aparecen en los distintos medios, incluida la televisión. En el caso indultos fue estratégico y, luego, tras el asesinato de los carabineros, se encargó de la Ley Naín-Retamal de principio a fin, al punto que la noche en que le dispararon al cabo Palma llegó hasta el Hospital de Carabineros dando la cara, sin que existiera mayor explicación sobre qué hacía un titular de Justicia en esos menesteres. Lo mismo está ocurriendo con la ministra del Interior, Carolina Tohá, el subsecretario de la misma cartera, Manuel Monsalve, o el titular de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, Nicolás Cataldo, que solo incrementan sus apariciones públicas. Esta lista de “rostros” del Gobierno muestra la carencia de elenco del Frente Amplio.

La alianza de Gobierno ahora está integrada por el Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático. En el caso de los primeros, los partidos del Frente Amplio han disminuido dramáticamente su influencia en la gestión gubernamental, con bajas importantes en los líderes que ocupan puestos importantes en el Ejecutivo, el principal de ellos, Giorgio Jackson, y en menor medida el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila. El partido del Presidente Gabriel Boric, Convergencia Social, aumenta el número de militantes destacados dentro del Gobierno provenientes de Comunes u otros movimientos, sin embargo, la estrella de Antonia Orellana –que en un principio brilló con puesto fijo en el Comité Político– ha disminuido mucho su influencia a nivel de La Moneda y, también, en su propio ministerio, donde no tiene grandes iniciativas en discusión.

Un caso distinto es el del Partido Comunista (PC), que ha tenido que resistir los embates del Socialismo Democrático en el cambio de gabinete de septiembre del 2022 y, luego, en el de marzo del 2023. Sin embargo, el PC tiene fichas importantes colocadas en La Moneda y ninguna de ellas se vislumbra con peligro de salida o cambio, dada su buena evaluación. Su principal rostro es Camila Vallejo, ministra vocera que no ha escapado de los momentos difíciles, el último de los cuales fue el del asesinato del cabo Daniel Palma a comienzos de abril. Atrás ha quedado en la memoria gubernamental su comentario de que el Presidente Boric habría resuelto de otra manera el tema de los indultos si hubiera contado con toda la información.

El otro destacado comunista en un cargo relevante es el subsecretario de Desarrollo Regional, Nicolás Cataldo, que cada vez es más habitual en las fotografías del Gobierno –la última aparición fue en el tema del litio–. Su buen desempeño en la implementación de una nueva política de regionalización le garantiza mantenerse ocupando posiciones de responsabilidad en la actual administración.

El caso del PS y el PPD es muy distinto al del Frente Amplio. El PPD tiene al principal rostro de la administración Boric, la ministra del Interior, Carolina Tohá, que desde que asumió –en septiembre del 2022– no ha parado resolviendo crisis y enfrentando momentos complejos, como la polémica decisión de pararse de la Comisión de Seguridad del Senado en el marco de la discusión de la Ley Naín-Retamal. Con motivo del fin de semana largo por el 1 de mayo, Tohá optó por tomarse unos días antes de reintegrarse a sus labores a fines de esta semana. En el caso del PS , existen varios personeros en puestos claves, empezando con quien hasta marzo fue el más poderoso del gabinete, Mario Marcel, poder que quedó bastante complicado tras la derrota de la reforma tributaria el 8 de mayo en la Cámara de Diputadas y Diputados. Pero la colectividad tiene otras dos fortalezas, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y el nuevo ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde.

Existe coincidencia dentro de la alianza de Gobierno respecto a que lo que le falta urgentemente a este equipo es un diseño de gestión claro para ejecutar lo que queda de mandato, en un escenario de dos derrotas electorales consecutivas. La posibilidad de seguir implementando las ideas del programa gubernamental es muy remota en un contexto donde a la derecha podría gustarle jugar el rol de partisana que tuvo la izquierda en el pasado proceso constituyente.

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