El exministro de la Corte Suprema afirmó que el máximo tribunal del país simplemente cumplió con su función de resolver los casos que se le presentan. Aunque reconoció que la resolución podría generar discrepancias en cuanto a su contenido, señaló que la Corte no excedió sus funciones al aplicar el fallo a personas que no estuvieron involucradas en el proceso. Explicó que la Suprema resolvió las reclamaciones presentadas por los cotizantes y determinó que todos los afectados en la misma situación debían ser compensados. El abogado argumentó que un resultado contrario generaría una desigualdad absoluta entre los cotizantes y que se previó que más personas presentarían recursos de protección en busca de aplicar el mismo criterio. Lamberto Cisternas también recalcó que tanto las isapres como la autoridad tenían la responsabilidad de prever la situación y comunicarse para aclarar las cosas.
La discusión sobre el cumplimiento del fallo de la Corte Suprema que obliga a las isapres a reembolsar los cobros excesivos de los planes de salud continúa. Según algunos en el sector, este fallo podría llevar a las isapres a la quiebra. En medio de esta situación, el rector de la Universidad Diego Portales (UDP), Carlos Peña, aportó una nueva perspectiva al debate la semana pasada. En una columna publicada en El Mercurio, Peña afirmó que la Corte Suprema había excedido sus atribuciones con su sentencia.
El exministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, respondió al planteamiento de Peña, desestimando su tesis. En conversación con Mirna Schindler durante el programa Al Pan Pan de El Mostrador Radio, el abogado aseguró que el máximo tribunal del país, al igual que cualquier otro, simplemente “está llamado a resolver los asuntos que se le plantean”. Por lo tanto, “no se puede decir que excede sus funciones al resolver el asunto”. Ahora bien, añade que otro tema es el desacuerdo en cuanto al contenido de esa resolución.
El exfiscal Peña señala que la Corte Suprema se excedió específicamente en la norma del artículo tercero del Código Civil, ya que se aplicó el fallo a quienes no estuvieron en el proceso. Esto, afirma el exministro Cisternas, es parcialmente cierto y parcialmente falso, porque fueron los cotizantes quienes presentaron reclamaciones contra diversas isapres. Entonces, explicó, “la Corte Suprema resolvió este reclamo, pero no lo limitó a los reclamantes, que eran miles, sino que dijo ‘todos los de esta Isapres en esta situación tienen que ser resarcidos por las isapres porque les cobraron de más'”.
Ante este punto de controversia, el exministro de la Corte Suprema, afirmó que “el resultado contrario sería terrible”. Y argumentó: “Algunos tendrían el beneficio y el resto de los cotizantes no lo tendrían dentro de una misma isapre, o sea, esto es una desigualdad absoluta”. La Corte Suprema, añadió, “prevé naturalmente que los que siguen después de esos pocos van a ir inmediatamente a presentar su recurso de protección y van a llegar en avalancha, pidiendo que les apliquen lo mismo”.
El abogado Lamberto Cisternas evidenció un atochamiento en el sistema judicial. Reconoció que es impresionante la cifra de judicializaciones, más de 600 mil en las cortes de apelaciones y más de 140 mil en la Corte Suprema. Sostuvo que eso equivale a un desequilibrio absoluto para que las cortes se dediquen a este tema que “es muy de formulario pero requiere su tiempo”. Y luego, los tribunales “pierden espacio para otros temas que también interesan a la ciudadanía”, dijo, por tanto “hay un tema de administración de justicia”.
“Si sabemos que van a llegar 100 mil personas con el mismo formulario, ¿por qué no decirles que hagan esto de esta manera?”, cuestionó el exministro Cisternas, junto con aclarar que siempre hay otros caminos, pero otro pudo haber sido “limitarse a algunos (cotizantes) y esperar que los demás reclamaran”.
Respecto a las responsabilidades del caso, el académico recalcó que las isapres siguieron aplicando las tablas de factores y la Superintendencia no actuó en ese momento exigiendo que se cumpliera su instrucción. “Confluyen por un lado aquellos que caminan y los que no colocan el letrero de ‘pare’ para que no sigan caminando por ese camino. Eso es lo que ha sucedido”.
Finalmente, planteó que si bien las isapres son las fiscalizadas, pudieron y debieron prever qué podía ocurrir en una situación como esta, y debieron haberse acercado a la autoridad para aclarar las cosas. Además, en segundo lugar, hay responsabilidad de la autoridad que no actuó con prontitud (uno de los primeros antecedentes es un fallo del Tribunal Constitucional de 2010).
Su análisis sobre la “lápida” del sistema privado de salud es categórico: “Como ciudadano corriente tendería a creer lo que dice la propaganda, que la Corte Suprema con su fallo hundió a las isapres, pero eso es sacar la foto del último tramo. Esto era previsible”.
“No podemos hacernos los ciegos y los sordos ante hechos que están sucediendo, de manera tal que nosotros tenemos que pensar que la autoridad prontamente debió iniciar conversaciones y tratativas legales para que se solucionara este problema”, concluyó Lamberto Cisternas.