Las últimas elecciones, a nivel mundial, han dejado saldos desfavorables para los partidos de izquierda y centroizquierda. Luego de las elecciones municipales y autonómicas en España, en donde se vio la debacle de los partidos progresistas y el avance de las colectividades conservadoras, las reacciones a nivel local se agudizaron y se hizo explícito el llamado a la unidad. Tras los comicios del 7 de mayo, el avance del Partido Republicano remeció el tablero político y generó la idea de una coalición –hasta ahora de carácter electoral– que abarque desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana. Diferentes dirigentes y representantes de partidos advierten que es un llamado común y la única salida para enfrentar la marcha de la derecha más conservadora en Chile.
La arremetida del Partido Republicano generó preocupaciones en los partidos políticos. Abrió procesos de autocrítica, de nuevos posicionamientos y relaciones entre las colectividades. Así, luego del resultado de las elecciones del 7 de mayo comenzó a aparecer la idea de un pacto amplio de izquierda y centroizquierda, incluyendo a la DC, que logre relevar las ideas progresistas y, casi en un primer lugar, frenar la marcha de las ideas ultraconservadoras que avanzan a nivel global.
Las elecciones que en su momento coronaron a Jair Bolsonaro como presidente en Brasil y a Donald Trump en Estados Unidos, marcaron un avance importante de la extrema derecha a nivel mundial. Luego, la elección de Giorgia Meloni en Italia y las recientes elecciones municipales y autonómicas en España han confirmado que la marcha de las ideas conservadoras sigue vigente. Si bien VOX, el partido de extrema derecha español, no logró un éxito electoral como la centroderecha, esto sí marcó una debacle del PSOE y de la izquierda en general.
En nuestro país, distintos líderes de partidos oficialistas coinciden en el diagnóstico político que hoy los asedia. Desde el PC hasta la DC confirman que una alianza electoral es el único camino a seguir y, en caso de que traiga réditos positivos, podría establecer una más sólida. Con matices procedimentales, pero una alianza amplia de las izquierdas y centroizquierdas es la principal idea que se forja en el oficialismo y la DC.
En Chile, experiencias como las mencionadas de otros países no resultan ajenas, dados los recientes resultados de la elección de consejeros constitucionales. A raíz de esto, el conjunto de la izquierda y la centroizquierda, a modo de reacción, está en busca de alternativas que permitan ampliar su base electoral y que les haga superar el 30% que han logrado mantener desde la derrota del Apruebo el 4 de septiembre de 2022. En tal sentido fue la idea de unificar a Apruebo Dignidad y al Socialismo Democrático. Sin embargo, en su momento el PPD, el PR y la DC desestimaron el llamado del Presidente Boric y mantuvieron la hipótesis de que ir en listas separadas lograría congregar a un centro que no se siente representado.
Los resultados no fueron como parte del Socialismo Democrático esperaba y le tocó hacer la autocrítica a la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, en el Consejo Nacional de la colectividad que realizaron el sábado recién pasado. Así, de pronto, la idea de una lista única aparecía como la única salida.
En su discurso, Piergentili reafirmó el compromiso con el Gobierno de Gabriel Boric, a pesar de haber esgrimido críticas sobre la actitud que tiene el oficialismo para con el electorado más de centro, por las que resultó cuestionada. Más allá de la forma, argumentó que es necesario hacer una reflexión y cuestionarse el porqué han perdido electorado en sectores populares. Además, apuntó a que era necesario hablarle a una base electoral más amplia.
Muy distinto a lo que opinaba antes de los últimos comicios, la líder del PPD planteó que era necesario un pacto amplio, pues “los próximos desafíos electorales serán complejos” y que, en consecuencia, las elecciones municipales y de gobernadores regionales “debemos enfrentarlas juntos”. Piergentili propuso un pacto desde el PC hasta la DC por “inteligencia electoral”, dado que “ir separados sería un suicidio”.
“Me alegra mucho que eso ya haya sido un proceso internalizado en el PPD”, dice el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, en referencia a que ahora Piergentili llame a una lista única. Carmona advierte que hubo antecedentes previos que hacían evidente la acción en unidad, aparte del avance de la derecha a nivel mundial: “El 4 de septiembre fue una señal durísima, por eso convocamos a que hiciéramos una sola lista de consejeros. No hubo comprensión”, señala.
Ahora, el dirigente del PC agrega que valora el proceso autocrítico, porque se debe entender que, “entre otras cosas, perdimos la posibilidad de tener derecho a veto en ese debate y habríamos tenido lo suficiente para que no nos pasen la máquina”.
Respecto al acuerdo, Carmona –quien tuvo pleno de Comité Central de su partido el fin de semana– cree que es necesario concretarlo: “Nosotros creemos que, efectivamente, en tanto no recuperemos el espacio y reemprendamos las tareas democratizadoras que están vinculadas a cambios estructurales, el espacio de los proyectos propios tiene un segundo lugar”.
Lo primero, puntualiza, es enfrentar el avance del ala más conservadora en Chile, que ya tiene apariciones a nivel mundial: “Entonces, el llamado es a asumir un gran frente político, pero con anchura, donde la única clave para anotar sea el principio de voluntariedad de los incumbentes, o sea, yo no puedo obligar a alguien que no quiere estar”.
Por su parte, Camilo Escalona, secretario general del PS, en conversación con El Mostrador Radio, se sumó a los dichos de Carmona: “Una sola alianza de gobierno con su diversidad. Volver a dividirnos no tiene sentido, quebrarnos en dos grupos no le veo mucho futuro y quedó claro el 7 de mayo”. Para eso, agrega Escalona, es necesario tolerarse “como una fuerza diversa, pero también tenemos que saber que, para dirigir un país, tenemos que ser más de 1/3, lograr establecer una mayoría”.
Para que esto suceda, el histórico PS sostiene que lo primero es “darle una base de sustento al Presidente Boric, no es posible que la coalición de gobierno esté tan dispersa como lo ha estado hasta este tiempo”.
En tanto, el secretario general del PPD, José Toro, cree que la idea de armar un referente de izquierda, “una coalición, alianza electoral”, es una “oportunidad gigantesca”. Toro precisa que este pacto tiene como objetivo “detener la regresión conservadora” y cree que “la mejor manera para enfrentarla, porque se requiere más que nunca, es la unidad”.
Para lograr un acuerdo electoral desde el PC hasta la DC, “se requerirá de mucho diálogo y mucha conversación de fondo para ver cuál es la ciudad y la región que queremos ofrecer”, plantea Toro. Para el secretario general del PPD, esta alianza electoral “es necesaria”, pero “hay que ir paso a paso viendo las posibilidades de cómo se va a ir materializando”, para pensar en algo más que las elecciones municipales y de gobernadores regionales.
Desde el Frente Amplio el diagnóstico es coincidente. El senador y presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, comparte la preocupación que generaron los resultados electorales en España. Sobre eso, “el llamado a la mayor unidad de las fuerzas progresistas, de las izquierdas y también de centroizquierda tradicional para enfrentar este auge de la ultraderecha es fundamental”. Son lecciones que aún están a tiempo de recoger como izquierda, a juicio de Latorre.
Este es un tema que no solo se habla en las cúpulas de los partidos. El senador Latorre asistió la semana pasada a un encuentro con alcaldes “donde se abordó mucho el tema de un posible pacto electoral con la mayor unidad posible para enfrentar a la ultraderecha y seguir avanzando en ideas de cambio y transformadoras”. Para el timonel de RD, en caso de enfrentar “de manera fragmentada y dividida a la derecha, probablemente el auge sea aún mayor y vamos a perder todos”.
Josefina Villar, secretaria general de Comunes, levanta señales de alerta también en la esfera constitucional, donde “no se juega solo la sobrevivencia de los partidos políticos ni elecciones locales o regionales, se juega la estabilidad de un país completo y el resguardo de una democracia que hoy se ve amenazada por los retrocesos que supone una fuerza conservadora y de ímpetu autoritario”.
Villar hace un llamado a la humildad y sinceridad de los partidos para “construir unidad en torno a un programa de reformas sustantivas que respondan a las urgencias sociales”. Conversación en la que, para la dirigenta de Comunes, es necesario transparentar posiciones: “Hablemos de qué es lo que les incomoda del programa de Gobierno del Presidente Boric o de las diversas expresiones políticas que lo componen. Solo de esa forma podremos trazar un camino común, en donde lo importante sea poner en el centro las necesidades de la gente y el resguardo del país ante el avance de una fuerza conservadora muy peligrosa”.
La Democracia Cristiana es uno de los actores que define el límite hacia el centro de esta posible alianza electoral. El senador e histórico militante de la DC, Francisco Huenchumilla, piensa que es “lo más realista para enfrentar las próximas elecciones. En un nuevo escenario en que hay una nueva derecha al alza, se puede pensar en una coalición electoral cuya finalidad sea enfrentarla”, sostiene.
Pero Huenchumilla advierte que “no necesariamente implica una coalición política, tampoco compartir algunos objetivos políticos, ni tampoco significa que todos tengan que estar necesariamente en el Gobierno”, sino que “tenga fines electorales”, precisa.
El senador asume que siempre ha sido de la idea de “que la DC no puede estar sola y que el camino de la soledad nos lleva simplemente a estar completamente aislados e intrascendentes”. Es por esto que se identifica como “partidario de una coalición electoral y desde donde, ojalá, pudiéramos ampliar eso a posibilidades de trabajar aspectos políticos en común. No me niego a esa posibilidad”, afirma.
Si esto lleva o no a la Democracia Cristiana a ser parte del Gobierno o empezar ese camino, Huenchumilla considera que depende de múltiples factores y se “tiene que conversar con calma”, pues “eso implica un compromiso de otra naturaleza”. Pero “habría que partir por ahora una coalición electoral, es necesario hacerlo”, subraya.
Cuando la Concertación perdió el Gobierno a manos del ex Presidente Sebastián Piñera, el llamado también fue a la unidad de las fuerzas de izquierda y centroizquierda. “Dicen que la historia tiende a repetirse, pero creo, más bien, que la historia tiene escenarios parecidos que responden a realidades distintas”, señala el senador DC.
La alarma ante un surgimiento de la derecha republicana es un diagnóstico que comparten los distintos personeros de los partidos de izquierda y también desde la DC. Y Huenchumilla lo confirma: “Hoy día tenemos una derecha muy potente, una nueva derecha que surge y que sobrepasa a la derecha tradicional. Esta responde al escenario de inseguridades, del tema de la delincuencia, en el tema del fortalecimiento de los nacionalismos”.
Al ser consultado por la similitud de este llamado a la unidad con la Nueva Mayoría, el senador Huenchumilla responde que “es un escenario parecido, pero con elementos distintos, diferentes. Incluso, yo diría que es más complejo, porque vemos un ala más extrema de la derecha, muy en alza y, entonces, eso cambia respecto al escenario anterior”, sostiene.