El gobernador metropolitano también se refirió a la situación de seguridad pública en la región, lamentando el aumento de homicidios y delitos desconocidos anteriormente, así como la presencia del narcotráfico en algunas zonas de Santiago. Criticó la falta de fiscalización y el deterioro urbano, agravado por la inmigración descontrolada y el impacto del estallido social. Sin embargo, destacó que la iniciativa de pintar las fachadas de la Alameda ha generado una reacción positiva en la ciudadanía, ya que mejora el entorno urbano y disminuye la sensación de descontrol. Orrego cuestionó la efectividad de ciertas medidas contra la violencia y expresó preocupación por la falta de acciones contra los grandes actores del crimen organizado. “¿Cuándo vamos a incautar casas en La Dehesa? ¿Cuándo vamos a desmantelar cuentas corrientes realmente voluminosas, autos de alta gama?”, cuestionó el líder regional.
El Presidente Gabriel Boric presentó un proyecto para “eliminar” la figura de los delegados presidenciales el 31 de mayo. Sin embargo, esta medida no fue bien recibida por la Asociación de Gobernadores y Gobernadoras Regionales de Chile (Agorechi), quienes consideraron que el proyecto era poco serio. Con el paso de los días, la inconformidad creció y llevó a los gobernadores a anunciar el congelamiento de las conversaciones con La Moneda, insistiendo en la retirada de la iniciativa. Su objetivo principal es garantizar la transferencia de competencias a los gobiernos regionales y avanzar en el proceso de descentralización para el desarrollo de Chile y sus territorios.
El gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego (DC), expresó el malestar de sus pares con un proyecto que, si bien era esperado, fue muy “inesperado y frustrante” respecto a su contenido. Durante el programa Al Pan Pan de El Mostrador Radio, el gobernador metropolitano sostuvo que la iniciativa no fue conversada con la asociación. Orrego fue enfático en que lo planteado por el Ejecutivo “cambia el nombre al cargo y no solamente mantiene las funciones, sino que agrega una función nueva, por lo que creemos que es un retroceso en materia de descentralización”. Las conversaciones, agregó, estarán congeladas mientras no haya voluntad de avanzar.
Si bien valoró iniciativas como la ley de rentas regionales y la mayor autonomía otorgada a los gobiernos regionales en el último tiempo, el gobernador Orrego reiteró que, en descentralización, políticamente, “no estamos yendo en la dirección correcta”. Más bien, dijo, “estamos involucionando”.
El exintendente y exalcalde DC reconoció que hablar de descentralización siempre es difícil porque significa repartir poder, pero fue enfático en recordar las palabras del presidente Gabriel Boric sobre terminar su periodo presidencial con menos poder. “Algunos ministros no entienden esto y están enlenteciendo el proceso”, criticó. Eso sí, Orrego señaló que los gobernadores entienden que el Ejecutivo tiene que tener un representante en regiones, pero remarcó que nadie entendería que en un municipio hubiera un representante del presidente de la República que quisiera coordinar a todos los servicios de la comuna.
“La máxima autoridad de una comuna, nadie tiene duda, se llama alcalde o alcaldesa, porque es elegido democráticamente. Nosotros creemos que lo mismo tiene que ocurrir a nivel de las regiones, para evitar duplicidades, para evitar confusiones, para evitar descoordinaciones, la máxima autoridad es la elegida”, sentenció. En ese sentido, el gobernador Claudio Orrego dijo esperar que el Presidente Boric “ordene sus filas, cumpla su palabra y no tengamos una suerte de cambio cosmético”.
“Creo que en esto se ha equivocado el Gobierno y se cumplió un conflicto absolutamente gratuito con los 16 gobernadores y gobernadoras. Aquí no hay dos opiniones distintas. Estamos todos bastante frustrados y decepcionados por este proyecto”, manifestó.
El gobernador Claudio Orrego también abordó la situación de seguridad pública en la región. Lamentó el aumento de los homicidios y de los delitos que antes no se conocían, junto con asegurar que hay zonas de Santiago bajo control del narco. Criticó la falta de fiscalización ante el desorden y el deterioro urbano, que se agrava con la inmigración descontrolada y el “impacto del estallido”, que a su juicio ha relativizado el rol fiscalizador de las policías y los municipios. Esto, sumado al aumento del crimen organizado, conforma “una tormenta perfecta”.
Pero no todo es negativo para el gobernador metropolitano. Según él, el simple hecho de pintar las fachadas de la Alameda ha generado una reacción positiva de la ciudadanía, “porque cuando te encuentras en un entorno urbano deteriorado, abandonado, con la sensación de que aquí no manda nadie, es una invitación al ‘chipe libre’ y a delitos más violentos”.
La gran crítica del gobernador Orrego es que Chile está atrasado en la implementación de políticas, no es que falten. Por ejemplo, mencionó el caso del Puerto de San Antonio, que tiene en mal estado sus dos escáneres, lo cual es una alerta, sobre todo cuando el país figura como el tercer exportador de droga hacia Europa. “Todos saben que hay que golpear a los narcotraficantes donde más les duele, en su negocio, y nuestros escáneres están en mal estado. Entonces, no es que no haya políticas, el problema es que no se implementan. Falta gestión y obsesión”, remarcó.
El líder regional también criticó el plan Calles Sin Violencia y destacó el plan del alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, de demoler las “casas narco”, que aunque reconoció haber apoyado en su momento, hoy lo cuestiona. “¿Cuándo vamos a incautar casas en La Dehesa? ¿Cuándo vamos a desmantelar cuentas corrientes realmente voluminosas, autos de alta gama? Aquí estamos golpeando a los pequeños, aún no hemos afectado a los grandes y me pregunto cuándo ocurrirá eso. Eso es lo que esperamos en materia de políticas contra el crimen organizado, aunque lamentablemente va a generar más homicidios”.
El pronóstico del gobernador Orrego es francamente sombrío. Dijo que veremos un aumento de los homicidios entre bandas rivales debido a ajustes de cuentas y robos de drogas. “Se avecina un tiempo difícil”, adelantó, pero añadió: “esperemos que sea la tempestad que antecede a la calma”.
También fue enfático en señalar que este no es un problema del gobierno actual. Sin embargo, expresó: “nunca había visto un momento más difícil en materia de seguridad”.
Cabe mencionar que, en el marco del proyecto que busca crear el Ministerio de Seguridad Pública, el Gobierno presentó una serie de indicaciones, entre las cuales se encuentra una nueva figura del Estado: los comisionados encargados de la seguridad a nivel regional. Según explicó la Ministra del Interior Carolina Tohá en la Comisión de Seguridad del Senado, este cargo no sería solamente un secretario regional ministerial (seremi), sino alguien de mayor rango, quien se desprenderá de la actual figura de delegado presidencial. De este modo, los delegados -quienes cambiarían de nombre- estarían a cargo del Gobierno Interior, mientras que los comisionados de la seguridad pública.