El presidente de la Cámara de Diputados habló ante el Consejo Constitucional haciendo énfasis en la importancia de la convivencia cívica. “Si el país pierde eso, aspirar a la estabilidad democrática es muy difícil, y no habrá ni justicia social ni crecimiento económico”, señaló. Por esto, agregó que los integrantes del órgano encargado de la redacción del anteproyecto constitucional “tienen entre manos una responsabilidad tremenda”.
A pocos días de que se concrete su salida de la presidencia de la Cámara de Diputados, el parlamentario Vlado Mirosevic entregó su visión acerca del trabajo que está llevando a cabo el Consejo Constitucional para una nueva Constitución. En ese sentido, el parlamentario pidió al pleno que “que cuidemos como algo sagrado la convivencia cívica. Si el país pierde eso, aspirar a la estabilidad democrática es muy difícil, y no habrá ni justicia social ni crecimiento económico”.
En la misma línea, el legislador del Partido Liberal (PL) expresó su preocupación ante “el deterioro de la convivencia cívica en el país. Esto lo hemos visto, lamentablemente, y me ha tocado sufrirlo en la Cámara, y creo que si nosotros no damos un ejemplo en esto es muy difícil exigir lo mismo del país”, y agregó que los integrantes del órgano constituyente “tienen entre manos una responsabilidad tremenda”.
Además, apuntó que “hay que abandonar la arrogancia y abrir caminos a la humildad democrática para escuchar al que piensa distinto”.
El líder de la mesa directiva de la Cámara Baja también se refirió a puntos concretos del borrador de la Carta Magna que está discutiendo el Consejo Constitucional, y que será sometido a plebiscito obligatorio para la ciudadanía el 7 ed diciembre.
Respecto a lo que se ha dispuesto en torno a los partidos políticos, Mirosevic fue crítico de la propuesta sobre la barrera electoral del 5%.
“Hoy tenemos una dificultad que no solo está dada por la cantidad de partidos en la Cámara, sino que es un problema de disciplina parlamentaria, el que se resuelve con normas que incentiven al orden y a desincentivar a aquellos que están acostumbrados hacer una política individualista. Esto no se resuelve con la norma constitucional del 5% de las votaciones para ingresar al Congreso”, indicó.
También se pronunció acerca de la llamada norma “antidíscolos”, señalando que “las listas cerradas garantizan que tengamos una democracia mucho más centrada en un debate programático y que los acuerdos sean estables. En caso de haber indisciplina parlamentaria y que haya renuncias al partido que le dio el cupo deben perder su escaño. Ellos no ganaron individualmente, sino en una lista cerrada, donde se deben no al partido, sino a la corriente de opinión que representan”.
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