El jueves a mediodía unos pocos dirigentes de RD, y otros pocos ministros del Gabinete conocían la inminente salida de Jackson de La Moneda. Su suerte había quedado sellada el miércoles. Fuentes de Palacio que supieron de la cita entre Boric y el ex secretario de Estado, relataron a El Mostrador que Jackson le expresó al Presidente que “entendía la necesidad de dar un paso al costado si era necesario por el bien del Gobierno”. Y que tras sus palabras, Boric no lo detuvo. Si no que más bien, se lo agradeció. De hecho, el viernes con motivo de un acto en el Museo de La Memoria, algunos parlamentarios leyeron entre líneas que el ministro Jackson atravesaba sus últimas horas. “Me atrevo a hablar en nombre de mi generación(…) Quiero que sepan que esta suerte de querella generacional que muchas veces se da entre jóvenes versus viejos, para mí no es tal”, expresó Boric. La salida de Jackson se enmarcaría en un ajuste ministerial que sería dado a conocer en los próximos días.
El miércoles por la tarde quedó zanjado el futuro del ministro Giorgio Jackson. Ese día el ahora exsecretario de Estado se comunicó con el Presidente desde el Congreso, y le expresó que debían reunirse para hablar. Algunos dicen que fue antes de que la bancada de diputados Republicanos anunciara la presentación de una segunda acusación constitucional en su contra. Otros, dicen que fue poco después.
Lo preciso, es que el miércoles luego de que el Senado aprobara el proyecto que incorpora al pueblo Selk’nam entre las principales etnias indígenas reconocidas por el Estado, “sentado junto al ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, y al senador y presidente de su partido, Juan Ignacio Latorre, su rostro no era el mismo”.
El jueves a mediodía unos pocos dirigentes de RD, y otros pocos ministros del Gabinete conocían la inminente salida de Jackson del Gabinete. Fuentes de Palacio que supieron de la cita entre Boric y el ex ministro, relataron a El Mostrador que Jackson le expresó al primer Mandatario que “entendía la necesidad de dar un paso al costado si era necesario por el bien del Gobierno”. Y que tras sus palabras, Boric no lo detuvo. Si no que más bien, se lo agradeció.
De hecho, el viernes con motivo de un acto en el Museo de La Memoria, algunos parlamentarios leyeron entre líneas que el ministro Jackson atravesaba sus horas más oscuras.
“Me atrevo a hablar en nombre de mi generación (…) Quiero que sepan que esta suerte de querella generacional que muchas veces se da entre jóvenes versus viejos, para mí no es tal. Yo cada vez que tengo la oportunidad de hablar con quienes tienen esta experiencia acumulada, a varios de ustedes los veo acá (…) una vez me fui a tomar un trago donde Camilo Escalona, que lo oí por ahí para solo hablar de la historia y esa sabiduría nos ayuda a ser conscientes de que somos parte de una trenza mucho más larga que nuestra propia existencia y nos aminora un poco el egoísmo y el ego. Eso es muy necesario para estar en política”, expresó Boric.
Esas palabras fueron interpretadas como una quitada de piso a Jackson que un año atrás dijo exactamente lo contrario en una polémica entrevista en Twitch, donde sostuvo que su generación era moralmente superior a la de los 30 años, jurándose con esas palabras el rencor eterno de muchos de los que trabajaron en la recuperación de la democracia. En ese momento, para una parte del socialismo democrático, Jackson se convirtió en un palitroque que debía caer.
Fuentes de La Moneda aseguran, que Jackson antes de renunciar pidió no ser el único ministro en salir del gabinete, ya que se transmitiría la señal de que su renuncia se debía a una responsabilidad personal en el Caso Fundaciones. “No estaba convencido de salir , pero presentó su renuncia igual. La decisión fue tomada el miércoles, lo que está por definir es quién más se va a ir con Jackson”, señala una fuente cercana al caso.
Enterados de la salida de Jackson, en la bancada de senadores del PS, salieron a blindar al ministro de Vivienda, Carlos Montes. “De haber un cambio de Gabinete, el ministro Montes no puede ser cambiado de su puesto. Eso es lo que hemos pedido al Presidente Boric”, señala uno de los legisladores socialistas a El Mostrador.
Fuentes de Palacio agregan que en el gabinete ministerial, había una molestia que se acrecentaba con la permanencia de Jackson. Según explican, además de las críticas opositoras diarias por su vínculo con los protagonistas del caso Democracia Viva, había un permanente “fuego amigo contra” el exministro. Otros recuerdan que tras el caso RD-Gate, actualmente hay 22 causas abiertas en 10 regiones.
A eso se suma, el cuestionamiento oficialista y opositor a la jefa de Dipres, Javiera Martínez, lo que dirigentes consideran “relajo” en la entrega de traspasos a gobernaciones. Y de avanzar al Senado, la acusación constitucional contra el fundador de RD, tendría lugar en septiembre, la semana anterior al 11.
La agenda programática del Gobierno estaba paralizada desde que estalló el caso Democracia Viva, el 15 de junio pasado. Y a raíz de ello, la oposición había puesto cuesta arriba el diálogo con el Gobierno en la reforma previsional y en el pacto fiscal. Por ello, explican en el oficialismo, la salida del fundador de RD, y de otros ministros descomprime el ambiente previo al 11 de septiembre y permitiría retomar las conversaciones en el Congreso.
En La Moneda, mientras algunos sostienen que el puesto de Jackson debe ser para otra figura de RD, como el expresidente de la tienda Rodrigo Echecopar; otros consideran que es una oportunidad para dar el cupo ministerial al PC, que ha pedido esa cartera desde hace meses.