El experto en piedra de la Escuela Nacional de Artesanos, aboga por devolver la estatua del general Manuel Baquedano a su lugar original, atribuyendo su vandalización “irracional” a un contexto revolucionario que “no puede ser permanente”. Aunque reconoce la controversia en torno a figuras históricas como militares, plantea que aplicar el criterio de división para retirar monumentos dejaría pocos en pie. “Si el argumento para sacar monumentos es que divide, no quedaría prácticamente ninguna estatua”.
La Plaza Baquedano, conocida popularmente como Plaza Italia y denominada por algunos sectores como Plaza de la Dignidad, icónico lugar capitalino, lugar de celebraciones deportivas, pero también epicentro del estallido social de 2019, recibe su nombre por el monumento al General Baquedano del escultor Virginio Arias, inaugurado en 1928, en honor del líder militar la Guerra del Pacífico. Es asociada con el general Baquedano ya que, tras el fin del conflicto bélico, el militar —quien residía cerca— pasaba seguido por el lugar en su caballo hacia los mercados del barrio La Chimba.
Desde el 12 de marzo de 2021, el monumento al general Manuel Baquedano no se encuentra en su lugar habitual, ya que fue sometido a un proceso de restauración tras el estallido. El 29 de agosto de 2022, la escultura fue trasladada al Museo Histórico y Militar (MHN), luego de una solicitud levantada por el Ejército de Chile. Hoy, el pedestal instalado en la simbólica plaza, está vacío.
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El escultor Óscar Plandiura, maestro en piedra de la Escuela Nacional de Artesanos, llamó a entender el contexto de la manifestación de octubre, y abogó por el retorno de la estatua a su lugar de origen. “Toda la vandalización que se hizo de este símbolo, se da un contexto que podríamos definir como revolucionario o algo parecido. Eso explica la rabia irracional de la cual fue víctima la escultura, el monumento”, planteó el artista en un nuevo capítulo de Al Pan Pan con Mirna Schindler.
“Los procesos revolucionarios son acotados, no pueden ser permanentes en el tiempo. Las sociedades tienen que llegar a un punto intermedio donde vuelva la racionalidad. Una sociedad civilizada tiene que valorar sus monumentos públicos”, sostuvo el escultor y creador de la escultura del trovador Víctor Jara que será instalada en el parque homónimo de la comuna de San Joaquín.
Óscar Plandiura reconoce que “si bien es cierto que en este caso es un militar que para muchos podría verse como algo negativo, todas estas estatuas, como la de Bernardo O’Higgins, José Miguel Carrera o Arturo Prat, se construyen en un contexto donde era necesario que los países reforzaran su identidad nacional”.
No obstante, planteó que “si el argumento para sacar monumentos es que divide, no quedaría prácticamente ninguna estatua, ningún monumento ni en Chile ni en Europa, ni en ninguna parte”. En este sentido, planteó dudas sobre los monumentos de Balmaceda y O’Higgins, los que también podrían concitar “división”.
“También podríamos decir que divide, incluso, la virgen del Cerro San Cristóbal, para el mundo evangélico, ya que ellos se oponen a adorar imágenes religiosas, también se podrían ver violentados con que en un espacio público estuviera una virgen”, añadió el escultor.
“Si el criterio es que divide, no quedaría ninguna escultura”, reiteró.
Cabe mencionar que el 26 de julio la Cámara de Diputados y Diputadas aprobó, con 77 votos a favor, 40 en contra y siete abstenciones, un proyecto de resolución en el cual se solicita al Presidente Gabriel Boric que la estatua del general Manuel Baquedano vuelva a su lugar original. “No restituir el monumento al lugar que le corresponde constituye un acto de inaceptable ingratitud y olvido histórico además de una señal impropia de abdicación del Estado frente a la violencia”, se indica en el documento del proyecto impulsado por el diputado de Amarillos, Andrés Jouannet.
Además, el Presidente Gabriel Boric ha anunciado la firma de un convenio para reactivar el proyecto de recuperación y transformación del eje Alameda-Providencia. Se trata de una iniciativa llamada “Nueva Alameda-Providencia”, que nació bajo el segundo gobierno de Michelle Bachelet, liderada por Claudio Orrego cuando era el intendente metropolitano. Sin embargo, la idea quedó congelada durante el segundo mandato de Sebastián Piñera. Ahora, el proyecto se reactiva con Orrego al mando del Gobierno Regional Metropolitano. La iniciativa implica que la tradicional rotonda en Plaza Baquedano podría desaparecer, con un rediseño pensado en los peatones aunque —según Orrego— serán los santiaguinos “quienes decidirán su significado y el legado para el futuro”.
