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Experto alerta sobre constitución moralista de Republicanos: proponen un “evangelio constitucional”

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El profesor en Derecho Constitucional José Ignacio Núñez, advirtió que hay enmiendas que podrían convertir la Constitución en un documento moralista y maximalista, afectando derechos sexuales y reproductivos, la objeción de conciencia, y hasta la evasión de impuestos. Además, señaló la ambigüedad en algunas enmiendas y su impacto en el Poder Judicial. Núñez alerta que el proceso podría llevar al país a tener una Constitución más conservadora y menos favorable que la actual, lamentando la falta de enfoque técnico en las discusiones. Critica la idea de una Constitución “evangelio” en lugar de un conjunto de normas jurídicas, considerándola peligrosa y poco coherente.


En medio de un proceso constituyente que ha mantenido en vilo a Chile durante meses, las enmiendas propuestas por el Partido Republicano en el Consejo Constitucional han generado una controversia profunda en el país. Para arrojar luz sobre este tema, en un nuevo capítulo de Al Pan Pan con Mirna Schindler, el doctor en derecho y académico de la Universidad Autónoma, José Ignacio Núñez, ha compartido sus análisis y perspectivas sobre las enmiendas republicanas y sus implicaciones.

El término “enmiendas identitarias” es objeto de crítica por parte del doctor Núñez, quien lo considera grandilocuente y vacío. Según él, todas las enmiendas y propuestas constitucionales están relacionadas con algún concepto de identidad. En cambio, el foco debería estar en entender el concepto de Constitución que maneja el Partido Republicano y qué implica para el país.

“La pregunta de fondo es la siguiente: ¿Cuál es el concepto de Constitución que manejan o que pretender implementar desde el Partido Republicano?”, planteó.

Una de las preocupaciones centrales expresadas por Núñez es la posible transformación de la Constitución en una entidad “extendida” y “maximalista” que aborda cuestiones de relevancia moral, como el aborto, el negacionismo y la prisión para personas condenadas por delitos de lesa humanidad. Estas enmiendas, señaló, podrían no solo zanjar debates futuros sino también borrar políticas públicas previamente implementadas, como la ley de interrupción del embarazo en tres causales.

En cuanto a la protección de la vida, Núñez destaca la diferencia entre el uso del término “quien” y “que”. Mientras que “que” se refiere al objeto de protección, “quien” implica una interpretación de que la vida comienza en la concepción, lo cual a su juicio es altamente controversial y moralista.

Una “visión moral” de la vida a través de la Constitución

El análisis del doctor Núñez también se extiende a las posibles consecuencias de estas enmiendas. La protección de la vida del no nacido podría abrir la puerta para impugnar la píldora del día después y otras formas de anticoncepción de emergencia. Además, la objeción de conciencia institucional, que permite a instituciones o empresas oponerse a ciertos deberes legales, plantea problemas éticos y puede llevar a situaciones inesperadas, como la evasión de impuestos.

“Al intentar borrar todo lo avanzado en derechos sexuales y reproductivos, lo que se está imponiendo es una visión moral de la vida a través de la Constitución”, sentenció.

“Esta objeción de conciencia también podría llevar a empresa decidir no pagar impuestos, porque objeción de conciencia permite que probando o acreditando que tengo una permanencia en ciertas convicciones y las respeto, puedo oponerme a deberes que me impone ordenamiento jurídico. Es un derecho a resistencia respecto de imposiciones estatales”, agregó el académico, junto con advertir que también hay repercusiones en el ámbito sanitario como la negación de la existencia del cambio climático o de una pandemia.

En este sentido, Núñez reitera la pregunta sobre lo que propone el Partido Republicano: “¿Es una Constitución, un reglamento o un programa de gobierno? O ¿es un reglamento que es para una campaña presidencial para llegar al gobierno?”.

Tal vez, salgamos trasquilados

Otro aspecto que preocupa al experto es la ambigüedad presente en algunas de las enmiendas y su potencial impacto en la participación del Poder Judicial en la formulación de políticas públicas. Según Núñez, esto podría atar de manos al legislador y al gobierno, al dejar que los jueces interpreten la Constitución de acuerdo a sus propias posturas éticas.

El análisis del doctor Núñez señala que las enmiendas propuestas podrían resultar en una Constitución más conservadora y moralista que la de 1980. Además, critica el intento de convertir la Constitución en un “evangelio” en lugar de un conjunto de normas jurídicas. En última instancia, sugiere que el proceso constituyente actual podría llevar a un resultado menos favorable que el status quo, y lamenta la falta de enfoque técnico en las discusiones dentro del Consejo Constitucional.

“Para quienes quieren una Constitución adaptada al Siglo XXI, el paisaje es bastante inhóspito. Para quienes quieren mantener el status quo e incluso borrar avances, el paisaje se ve bastante bien”, declaró. Y advirtió: “Si la tendencia sigue, veremos que, tal vez, salgamos trasquilados en este momento constituyente, respecto de lo que podríamos haber avanzado”.

Según Núñez, “si uno revisa las enmiendas lo que se intenta es que la Constitución sea una especie de evangelio y no de normas jurídicas, estableciendo un listado de mandamientos que son inviolables para un sector y al mismo tiempo se establece inconsistentemente que el Estado no puede poner verdades oficiales. Entonces, ni siquiera se borra con el codo los avances, sino que mismas normas se contradicen entre sí. Y eso es peligroso”.

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