En Washington, el Presidente lideró una sentida ceremonia en recuerdo del exministro de Defensa, Orlando Letelier. Con este acto cerró la gira a Estado Unidos y también puso punto final a la conmemoración oficial de los 50 años del Golpe de Estado, según informó el canciller van Klaveren.
En el Sheridan Circle en Washington, bajo una tupida lluvia, el Presidente Boric participó en el homenaje al exministro de Defensa del gobierno de Salvador Allende, Orlando Letelier. En ese lugar, el 21 de septiembre de 1976, Letelier y su secretaria Ronni Moffitt fueron asesinados por una bomba puesta en su auto, por agentes de la DINA.
En la ceremonia participaron congresistas estadounidenses, los hijos de Orlando Letelier, el canciller Alberto Van Klaveren, el embajador de Chile ante la OEA, Sebastián Kraljevich, el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabiel Valdés, la embajadora chilena ante la ONU, PaulaNarváez y el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), entre otras personalidades.
El homenaje fue abierto por el congresista estadounidense Jaime Raskin, quien le mencionó al Presidente Boric la reciente resolución presentada por el senador Bernie Sanders — firmada por diferentes senadores de Estados Unidos— que detalla la importancia de la democracia en el país, además del reconocimiento de la intervención de la CIA y el gobierno de Estados Unidos en el golpe de Estado en 1973.
Destacó, también un sentido discurso del exsenador socialista, Juan Pablo Letelier, quien habló en nombre de la familia Letelier.
El Presidente Boric, quien alternó frases en inglés y castellano, hizo referencia al puño de la Dina y el sistemático terrorismo de Estado, como política de la dictadura. Recordó los atentados contra el general Prats y su señora Sofía Cuthbert, asesinados en septiembre de 1974 en Buenos Aires y contra el exvicepresidente, Bernardo Leighton y su esposa Anita Fresno, en Roma en octubre de 1975, quienes sobrevivieron al ataque, pero quedaron con secuelas físicas y psicológicas.
Igualmente, destacó la labor del exsenador Tom Harkin, quien asistió a la ceremonia. “Estuvo tocando puertas en Chile para saber lo qué realmente estaba pasando y él descubrió Villa Grimaldi”, señaló el mandatario.
Terminados los discursos, se entregaron ofrendas florales en el monolito ubicado en la rotonda donde se perpetró el atentado. Este acto cerró la gira del Presidente a Estado Unidos y también puso punto final a la conmemoración oficial de los 50 años del Golpe de Estado, según informó el canciller van Klaveren.