En entrevista con El Mostrador el senador y vicepresidente de Demócratas manifestó estar “preocupado” por el rumbo del Consejo Constitucional tras las votaciones de esta semana y es enfático en señalar su rechazo al carácter identitario del actual proyecto. “Espero que Chile Vamos no cometa el mismo error que cometieron los sectores moderados de izquierda en el proceso anterior, a mi juicio particularmente el Partido Socialista, que pudieron ser un dique de contención a propuestas más identitarias, más partisanas y no lo hicieron”, señaló. Ante la pregunta sobre cómo hacerse cargo de un eventual nuevo fracaso constituyente, indicó que la “esperanza” radica en el rol que aún puede jugar la comisión experta.
-¿Cúal es su balance de las votaciones en el pleno esta semana y que finalmente se haga valer la mayoría en el Consejo Constitucional?
Estoy muy preocupado por lo que está saliendo del Consejo Constitucional, creo que dista mucho de la idea que yo y muchos tenemos de una Constitución. Una Constitución – y lo decía en un artículo de El Mercurio Lucía Santa Cruz, que es una historiadora más bien de centro derecha – que debe ser una Constitución de mínimos, no puede ser un programa de gobierno. Creo que las derechas en ese sentido están cometiendo los mismos errores que las izquierdas en el proceso anterior, y que tanto criticamos, normas identitarias, partisanas, que le hablan a su electorado y no a las grandes mayorías del país.
-¿De las enmiendas aprobadas hasta ahora, cuáles son aquellas que más les preocupan como demócratas?
Me preocupa mucho que el Estado social y democrático de derecho no esté en el centro de lo que es la base de la Constitución. En la propuesta que sale del Consejo está en un segundo o en un tercer plano, incluso después de los grupos intermedios, después de la familia. También respecto de cuestiones que parecieran ser anecdóticas, pero que son graves, el hecho de establecer una norma que exima el pago de contribuciones que hoy día afecta al 20% más rico del país, sin entender que las normas tributarias tienen que estar en la ley no en una Constitución. Sin entender además que con eso se perjudica la recaudación que va en beneficio de las comunas más pobres del país, nos parece un grave error, a pesar de la advertencia de los alcaldes, incluso alcaldes de Chile vamos como Germán Codina de Puente Alto. También un grupo transversal de economistas desde Felipe Larraín hasta Paula Benavides de Espacio Público, quienes advirtieron con semanas anticipación de lo negativo que era establecer esta norma, y que de alguna manera habla de lo pernicioso que es establecer normas identitarias en la Constitución.
Quiero también dar un ejemplo en materia infancia. Nosotros peleamos mucho en la Ley de Garantías de la Infancia en el gobierno del presidente Piñera por el principio del interés superior del niño que está en la Convención de Derechos del Niño, el cual forma parte de los principios más básicos de nuestro ordenamiento jurídico. No puede estar determinado por los padres como establece la propuesta de republicanos que fue aprobada en el Consejo, dice que tiene que ser determinada primordialmente a través de los padres. Debe existir el principio del derecho preferente de los padres de educar a los hijos, pero el interés superior del niño tiene que ser un principio autónomo porque lamentablemente conocemos muchos casos en que los abusos de los niños, incluso homicidios de niños provienen de su propio entorno familiar. Entonces el no entender esos conceptos básicos que ya habían sido superados y largamente discutidos en nuestra legislación, marca el sello de esta propuesta que es bastante identitaria y que me aleja mucho de la idea que yo tengo de una buena Constitución.
-A propósito de la aprobación de la libertad de elección en materia de derechos sociales, consejeros oficialistas señalaron que se había sellado el ataúd del Estado social y democrático de derecho, ¿coincide?
Lo que pasa es que republicanos comete nuevamente el error de proponer cuestiones que deben ser discutidas en la ley. Yo sé que particularmente después de los retiros de los ahorros previsionales hay mucho aprecio de la ciudadanía por la propiedad y la heredabilidad de los fondos, pero eso es algo que más bien tiene que ser discutido en la ley, estamos precisamente tramitando una reforma previsional. Por ejemplo, como demócrata hemos propuesto que del 6% del aumento de cotización de cargo del empleador, un 4,2 vaya a cuentas individuales y un 1,8% vaya a un seguro de longevidad bajo una lógica de seguridad social que permitiría disminuir las tablas de mortalidad hasta los 85 años y aumentar un 30% de las pensiones.
Pues bien, si uno establece la propiedad de los ahorros previsionales en términos absolutos no podríamos eventualmente, y esto se podría judicializar, destinar este 1,8% a un seguro de longevidad bajo una lógica de seguridad social. Te estoy hablando de una idea que ha sido bastante acogida incluso dentro de Chile Vamos, o sea, podemos quedar amarrados de manos para introducir una lógica de seguridad social si es que se establece en la Constitución que el 100% de las pensiones de vejez son de propiedad de los trabajadores.
¿Qué opinión le merece el rol que ha cumplido Chile Vamos hasta ahora?
La semana pasada habíamos tenido una luz de esperanza cuando parte de los consejeros de Chile Vamos no habían concurrido con sus votos a este concepto de que todo ser humano es persona, que no solamente podía implicar una revisión de la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, sino que también incluso afectar las técnicas de fertilización asistida de fecundación in vitro, o incluso llevado el argumento a un extremo volverse a discutir el uso de la píldora del día después. Lamentablemente, después dan sus votos a una norma que establece derecho a la vida de quién está por nacer, que es un concepto que ni siquiera está en la Constitución del 80, se vuelve a enredar esta discusión en términos tales que de nuevo vuelven a hablarle a un electorado de derechas más que a las grandes mayorías nacionales. Yo espero que Chile Vamos no cometa el mismo error que cometieron los sectores moderados de izquierda en el proceso anterior, a mi juicio particularmente el Partido Socialista, que pudieron ser un dique de contención a propuestas más identitarias, más partisanas y no lo hicieron.
-La consejera Pilar Cuevas de RN ayer hacía un llamado a la ciudadanía que votó rechazo la vez anterior a estar tranquila porque ahora se estaban recogiendo todas sus inquietudes. ¿Cómo evalúa esta afirmación?
Creo que tiene un error de concepto, porque lo que rechazó la ciudadanía en el proceso anterior tiene que ver con un rechazo a una forma de entender la Constitución que es propia de mayorías circunstanciales, y no de las grandes mayorías del país. Una Constitución debe marcar sentido de pertenencia como nación, eso no está ocurriendo. Por qué ha bajado tanto la adhesión a José Antonio Kast en las encuestas, lo atribuyo precisamente a que los republicanos están jugando un rol identitario al pretender que una Constitución es un programa de gobierno . Además, la ciudadanía hoy es muy consciente de las libertades individuales, por ejemplo en el caso de los derechos de las mujeres. Cuando Michelle Bachelet y Evelyn Matthei coinciden que no puede haber una regresión en la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, yo creo que están interpretando un sentir mayoritario no solamente de las mujeres, sino que de la población. En materia de los mal denominados temas valóricos finalmente si las derechas solo le hablan a grupos religiosos más conservadores, no están entendiendo en qué consiste una Constitución.
-Es decir, no aplicaría la lógica que quienes votaron rechazo en el proceso anterior, votarían por aprobar ahora.
No porque nosotros rechazamos una Constitución identitaria de izquierda de la misma manera como votaríamos en contra una Constitución identitaria de derechas. Finalmente, una Constitución debe unirnos a todos bajo principios comunes y eso es lo que no entendió o no entendieron las izquierdas del proceso anterior y que no están entendiendo las derechas en el actual proceso.
-¿Cómo desde los sectores que votaron rechazo en el proceso anterior se pueden hacer cargo del eventual fracaso del actual proceso?
Las malas normas del actual proceso constitucional no hacen menos malas las normas que emanaron de la Convención, y por suerte aprobamos el resguardo de darle un rol a la Comisión experta. Hoy día todos valoran a los expertos, pero recordemos que a las izquierdas no les gustaba nada. Yo creo que el tiempo nos va a dar la razón, a quienes estuvimos en la centroizquierda por el rechazo y defendíamos el rol de la Comisión experta, curiosamente la esperanza del nuevo proceso constituyente radica en su rol.
-¿Está optimista o pesimista de aquí a diciembre?
Yo me quedo con el concepto que dijo la Presidenta Bachelet, acá no hay que tirar la toalla, hay que dar la pelea hasta el final. Yo le tengo mucha fe al rol que pueden jugar los expertos en las comisiones mixtas, y que finalmente se desechen – así como desecharon el concepto de la cuenca y el rodeo, que todos nos puede gustar pero no es propio de una Constitución – normas que hoy día no le hacen sentido las grandes mayorías ciudadanas como esto de eximir el pago de contribuciones a los más ricos del país.
-¿Si se llega a rechazar este proyecto a su juicio se cierra el debate constitucional?
Va a seguir abierto pero probablemente radicado en el Congreso, vuelve el poder constituyente al Congreso Nacional y ahí se van a acordar mucho de la senadora Rincón y el senador Walker cuando promovimos los cuatro séptimos para reformar la Constitución, incluso un quórum más liviano que los tres quintos que están propuestos en la actual proceso.