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La fallida rebelión del Tren de Aragua en la cárcel de máxima seguridad de Santiago PAÍS Hans Scott/AgenciaUno (imagen referencial)

La fallida rebelión del Tren de Aragua en la cárcel de máxima seguridad de Santiago

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Carlos Basso Prieto
Por : Carlos Basso Prieto Unidad de Investigación de El Mostrador.
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Aunque el motivo formal de los desórdenes protagonizados por el máximo líder del grupo en Chile, así como por miembros de los clanes “Los Gallegos” y del “Caracas”, fueron las restricciones que les impone Gendarmería, de fondo existen otros factores. Entre estos, que hay dos importantes investigaciones en contra de ellos que están en su recta final, a lo que se suma el allanamiento efectuado a las celdas de “Los Gallegos” en distintos penales del país.


La semana pasada, los principales líderes del Tren de Aragua (TDA) en Chile intentaron doblarle la mano a Gendarmería, al autoinferirse una serie de lesiones al interior de uno de los módulos de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, exigiendo rebajar las restricciones que poseen. Los desórdenes se extendieron por dos días (miércoles y jueves) e incluso incluyeron una agresión en contra de un gendarme, que no pasó a mayores.

Sin embargo, el plan fracasó. Fuentes conocedoras del caso indican que las lesiones que casi 20 reos se autoinfirieron fueron muy leves, producto de que en dicho módulo los internos prácticamente no tienen acceso a metales, por lo que se estima que varias de las heridas fueron causadas con plásticos u otros elementos.

Pero lo ocurrido no es menor, dado que el Tren de Aragua es una organización eminentemente carcelaria. Ese es su medioambiente, pero en Venezuela eran ellos quienes dominaban las cárceles por completo, a tal punto que tenían discoteca, cajeros automáticos, tiendas y todo tipo de comodidades al interior del penal de Tocorón, que por casi 10 años fue el feudo de Héctor “Niño” Guerrero, hasta que este cayó en desgracia frente al régimen de Nicolás Maduro, que ordenó allanar el recinto en septiembre pasado.

Los desórdenes de la semana pasada fueron encabezados por Carlos González Vaca, más conocido como “Estrella”, quien también está sindicado como el agresor del gendarme. “Estrella” es el integrante del TDA de mayor rango actualmente preso en Chile, pues se reportaba directamente con el jefe del grupo en Lima, Edison Barrera “Catire Santa Rita”, quien se encuentra actualmente preso en Lima, pese a lo cual sigue dando instrucciones desde la cárcel.

“Estrella” se encuentra actualmente formalizado como autor de varios delitos (entre ellos asociación ilícita, trata de personas, secuestro y otros) en el Juzgado de Garantía de Pozo Almonte. Fue detenido a inicios de 2022 en Quilpué –donde residía junto a su pareja–, por instrucciones de la Fiscalía de Iquique, y en una primera etapa estuvo preso en Valparaíso.

De hecho, desde el inicio de su reclusión ha acusado supuestos abusos en su contra de parte de las autoridades chilenas, como lo evidencia un recurso de queja que su abogado defensor, Claudio Cofré, presentó poco después de que fuera aprehendido, en el cual, entre otras cosas, este reclamaba por la restricción impuesta hacia González para comunicarse vía Zoom con su madre y hermana (la primera, en Venezuela; la segunda, en Mallorca, España), de la cual se culpaba al juez de Garantía de Pozo Almonte, y se aseguraba también que el imputado estaba “siendo golpeado permanentemente por funcionarios de Gendarmería del módulo 107 de seguridad del penal de Valparaíso”.

Además, el escrito aseveraba que se le negaba la alimentación y que era “amenazado” por gendarmes con frases como “ah, eres tú a quien le gusta andar cortándole los dedos a la gente”, en alusión a un video recuperado desde un teléfono celular, en el cual se ve a González y otro imputado cercenándole un dedo a una de sus víctimas.

Del mismo modo, el defensor aseveraba que lo tenían aislado del resto de la población penal, “sin que haya recibido alguna sanción administrativa”.

Además de “Estrella”, otros de los cabecillas del intento de revuelta fueron sujetos pertenecientes al clan de “Los Gallegos”, que actúa en Arica, así como miembros de la célula del “Caracas”, especializada en secuestros en la Región Metropolitana y responsable de varios homicidios, incluyendo los relativos a personas cuyos cuerpos fueron encontrados en un ducto de agua que pasa debajo de la Ruta 68, hace algunos meses.

Los motivos

Además de las restricciones en términos de aislamiento, horas de patio en la cárcel de Santiago y la exigencia a sus familiares de exhibir documentos de identidad legales, a fin de poder visitar a los internos, hay otros factores que –a juicio de distintos observadores– inciden en la actitud de los miembros del tren. A la imposibilidad de poder controlar la Cárcel de Alta Seguridad, se suma el vacío de poder en que se encuentra la organización luego de la fuga de Guerrero desde Tocorón, alguien que antes de ello manejaba al dedillo las operaciones de sus prosélitos en todos los países en que operan, como lo reveló a El Mostrador Raúl Arancibia, Fiscal Regional de Iquique, quien explicó que el jefe de jefes incluso intervenía en los conflictos que se suscitaban entre los integrantes de la organización en Chile.

Otro factor es que hay dos importantes investigaciones que ya entran en tierra derecha. En Iquique está terminando aquella bautizada como “TDA 1” y en los próximos días debería emitirse la acusación en contra de “Estrella”, su sicario Hernán Landaeta, más conocido como “Satanás” (quien también estuvo implicado en el intento de rebelión),  mientras que, en Arica, mañana martes debería realizarse la audiencia de preparación de juicio oral en contra de “Los Gallegos”.

Sin embargo, es difícil que esta prospere, entre otras cosas porque es probable que varios de los defensores de los imputados se inhabiliten, dada la investigación que inició el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, después que accedieran a las identidades de los testigos protegidos y agentes encubiertos, tras la polémica decisión del juez Héctor Barraza.

Además, la semana pasada la Corte de Apelaciones de esa ciudad acogió el recurso de protección presentado por la Fiscalía y el Ministerio del Interior en contra de Barraza, acogiéndolo y ordenando que la audiencia de cautela de garantías en la cual este emitió su fallo se efectúe de nuevo, por lo que existe la posibilidad de que se ordene la realización de esta, para luego efectuar la preparación del juicio.

El allanamiento

Hay otro factor a tener en cuenta y que enardeció los ánimos entre las filas de “Los Gallegos”: los allanamientos efectuados por el Departamento de Investigación Criminal (Dicrim) de Gendarmería, junto a la Unidad de Análisis Criminal de la Fiscalía de Arica, en contra de celdas ocupadas por sujetos de ese brazo armado en los penales de Arica, La Serena, Valparaíso, Rancagua y Concepción (donde han sido enviados, a fin de evitar que estén todos en un solo lugar). Producto de las diligencias, fueron incautados tres teléfonos celulares, además de 11 estoques, motivo por el cual la Fiscalía pidió formalizar a siete miembros de la organización.

Al respecto, el Fiscal Regional, Mario Carrera Guerrero, señaló que “este procedimiento simultáneo se planificó, dado el riesgo de que los acusados siguieran operando desde el interior de las cárceles donde permanecen privados de libertad. En esta investigación de crimen organizado contra Los Gallegos, personal especializado de Gendarmería ha cumplido un papel relevante, tanto en diligencias investigativas, labores de inteligencia y de seguridad”.

Por su parte, el jefe del Dicrim, coronel Luis González Báez, explicó que “Gendarmería de Chile, como organismo auxiliar del Ministerio Público, ha trabajado de manera proactiva y coordinada, en las distintas unidades donde se encuentran privados de libertad los internos vinculados en la causa, a objeto de levantar antecedentes de interés, mediante cruce de datos y sistemas informáticos. Con ello, también se han tomado acciones operativas, con registros y allanamientos selectivos a las dependencias donde estos internos habitan, logrando la incautación de evidencias relevantes para la causa”.

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