“No hay espacio, por ahora, para acuerdos en temas fundamentales”, declaran desde el oficialismo, pese a confesar que hay mínimos avances en cuestiones técnicas o pequeñas mejoras al texto. Desde Chile Vamos, mayoritariamente, siguen confiados en que estos avances están pavimentando un buen camino para un acuerdo y que incluso le podrán doblar la mano al Partido Republicano. Desde el partido de José Antonio Kast sentencian que el oficialismo “tiene derecho a pedir lo que quieran y nosotros tenemos el mismo derecho a decir que no”.
Las declaraciones de José Antonio Kast, líder del partido Republicano, hicieron ruido en las negociaciones de ayer en la Comisión Experta. Mientras se negociaba el “derecho a la vida de quien está por nacer” en una reunión privada de la subcomisión de Principios, el ex candidato presidencial decía que era un intransable de su partido y daba por hecho que los votos no estarán para una modificación en una de las observaciones oficialistas al texto que emanó del Consejo Constitucional. Así comenzaban las negociaciones y la tensión llenaba los pasillos del ex Congreso Nacional.
Pese a que en la jornada del sábado había “buen ánimo” para llegar a acuerdos, según lo declarado por expertos de izquierdas y derechas, pero el domingo todo cambió. “Más que en punto muerto, el acuerdo está en estado vegetal”, bromeaba un experto oficialista. Otra experta de izquierda sentenciaba que “si ellos no quieren ceder, esto puede terminar en nada”.
Pese a que en Chile Vamos declaran que se avanza en mejoras técnicas al texto constitucional, aún no hay acuerdo en las líneas rojas del oficialismo, aunque también aseveran que “se está avanzando en ‘pedidas’ del oficialismo”, como el mecanismo de equilibrio de género (regla que asegura el 40% de los escaños a ambos sexos en las próximas dos elecciones legislativa) o en suprimir la mención a la “libertad de conciencia individual e institucional”, que siguen siendo avances mínimos, según el oficialismo. Frente a la presión del partido de José Antonio Kast, desde Chile Vamos responden que “en algún momento republicanos tendrá que decidir si van a abandonar una nueva Constitución con sus temas como seguridad o control migratorio, por excluir las banderas del oficialismo en la redacción”.
Pese a que en los pasillos del ex Congreso Nacional durante todo el día se vio a un asesor de la bancada republicana, acompañando a Carlos Frontaura (REP), su participación en las negociaciones se ha limitado a la subcomisión de Principios. En el resto de las subcomisiones hay conversaciones vía WhatsApp, para ir definiendo posiciones con Chile Vamos, porque desde el oficialismo declaran que “no hay conversaciones directas con el partido Republicano, todo es por medio de Chile Vamos”. Desde el partido de José Antonio Kast, en tanto, sentencian que “el oficialismo tiene derecho a pedir lo que quiera y nosotros tenemos el mismo derecho a decir que no”. Con esto quedan en punto muerto las negociaciones en los temas fundamentales, como la libertad de elección en educación, pensiones y salud, la disminución de diputados o “el derecho a la vida de quien está por nacer”, la que Kast declaró intransable, frente a la pretensión de los sectores moderados de Chile Vamos, de volver a la redacción de la Constitución vigente: “el derecho a la vida del que está por nacer”.
Si Chile Vamos termina imponiendo su posición de reemplazar el “quien” por el “que”, los expertos oficialistas podrían no dar los votos para que esto sea una observación de la comisión experta y terminar con la redacción que le es cómoda al partido Republicano, o entregar los votos y “validar” una redacción que no comparten, sin tener las certezas de que sea aprobado por el Consejo Constitucional, donde el partido de José Antonio Kast tiene derecho a veto, lo que obligaría a una comisión mixta. “Estamos en un zapato chino” indican a El Mostrador desde el oficialismo.
Durante la jornada de hoy lunes deberían terminar las “reuniones en off”, instancias informales de las subcomisiones, sin transmisión ni secretarios, para dar pie a cerrar redacciones de enmiendas que ya se han acordado, aunque sean acuerdos mínimos o precisiones técnicas, y dar comienzo a una instancia negociadora de ocho integrantes, tres expertos “oficialistas” y tres expertos “de derechas”, además de Verónica Undurraga (IND-PPD) y Sebastián Soto (IND-EVO) como presidenta y vicepresidente de la comisión experta. En esta instancia se discutirán los “nudos críticos” donde las subcomisiones no pudieron llegar a acuerdos y todos los temas fundamentales para ambos sectores, por lo que “la lista va a ser interminable, confiesan comisionados expertos de izquierda y de derecha.