Mientras Luis Maira dice que Milei es “descontrolado, antichileno y defiende una seguridad nacional de hace 40 años”; el exdiplomático, Nicolás Monckeberg, cree que “la relación entre Chile y Argentina” es de Estado y que eso se mantendrá. También difieren sobre si habrá balotaje.
El exembajador de Sebastián Piñera en Buenos Aires, Nicolás Monckeberg (RN), y su par bajo el gobierno de Ricardo Lagos, Luis Maira, tienen miradas diferentes sobre la candidatura presidencial de Javier Milei en Argentina, el balotaje y de los efectos para Chile en caso de un triunfo de éste en los comicios de este domingo.
Mientras el exembajador Luis Maira considera que es un “tipo descontrolado, antichileno y que defiende una seguridad nacional de hace 40 años; el exdiplomático, Nicolás Monckeberg, opina que “la relación entre Chile y Argentina” son relaciones de Estado y el hecho de que coyunturalmente en los países gobierne una tendencia política u otra no debería afectar la bilateralidad”.
-¿Cuál es su análisis de lo que sucederá en las elecciones presidenciales de Argentina?
-Argentina, cada cierto tiempo, nos da sorpresas asombrosas; con personajes poco imaginables. Y este Javier Milei está a la altura de la cultura argentina. Es decir, un tipo descontrolado, que viene a presentar como una novedad todo lo que era la plataforma de las dictaduras militares y de seguridad nacional de hace 40 años, con privatizaciones y una política de prescindencia del apoyo a los sectores sociales más pobres, por ejemplo. Eso es una cosa tan repetida como fracasada, pero con mucho respaldo porque el gobierno (actual) ha sido francamente muy malo y contradictorio. No hay ninguna alternativa mucho mejor tampoco. Pero ésta, es la peor de todas y es la que está, sorpresivamente, encabezando las encuestas.
-¿Cree que habrá segunda vuelta?
-Se habla de que Milei puede ganar en primera vuelta. Argentina tiene un sistema de segunda vuelta que no es del todo usual. En la mayoría de los países del mundo, hay segunda vuelta cuando un candidato no saca el 50% más 1 de los votos. En Argentina, es cuando el que gana no tiene más de 10 puntos de ventaja teniendo 40%, o bien, teniendo una ventaja distinta entran a jugar otros factores aún más complejos y confusos. Pero se dan más probabilidades fácticas a que ocurra la primera vuelta. Con menos votos se puede llegar a segunda vuelta no con mayoría absoluta sino con 40% y más de 10 puntos de diferencia (del segundo más votado).
-Si Milei llega a la Casa Rosada ¿tendrá esto algún impacto en la relación entre Argentina y Chile?
-Esto va a ser bastante malo porque es un tipo, entre otras cosas, descontrolado sin ningún sentido de la prudencia, de la diplomacia, del manejo político. Dice lo que se le ocurre. Entonces, en Chile vamos a quedar de nuevo expuestos a un psicópata, que nos va a atacar y a molestar, que es profundamente antichileno, como la mayoría de la gente de la extrema derecha argentina.
-¿Va a haber un daño en la relación bilateral?
-Yo creo que lo va a haber objetivamente. Ahora no es completamente seguro que él tenga la elección presidencial en el bolsillo, puede darse un escenario en que haya segunda vuelta y que otros candidatos, que son igual de malos, pero menos fanáticos, pudieran hacer un acuerdo entre ellos. No lo sabemos. Es una elección llena de enigmas por ahora. Lo único cierto por ahora es la sorpresiva capacidad de avanzar y pautear la elección de este hombre.
-¿Cree que el sector de Milei tendría una victoria en el Congreso?
-Eso es más difícil porque los partidos son más estables que los caudillos y en general el peronismo tiene una estructura organizativa que le permite defenderse mejor de sus derrotas presidenciales. Hay que ver cómo andan las fuerzas y el clima político en las localidades de las elecciones parlamentarias que dependen más del clima local y hay menos sorpresas.
-¿Comparte que el clima actual en Argentina es de rabia y descontento?.
-Sí, hay mucha inconformidad. Los resultados de la situación de la población es que son cada día más pobres y los resultados económicos son menos razonables. La gente está muy molesta. El manejo de la inflación ha sido desbordado. Hay poca sensibilidad y el Gobierno perdió la pauta de su rumbo político, entonces, ya ni siquiera está intentando adoptar medidas de recomposición de la situación. Es un cuadro muy malo para el gobierno.
-¿Cuál es tu análisis de lo que se espera en los comicios de este domingo en Argentina?
-Hace mucho tiempo que en Argentina no se producía una elección con más profundidad en el debate que ahora. Es decir, creo que esta es una de las elecciones más relevantes en las últimas décadas en Argentina. Algunos han llamado que representa un cambio de ciclo en la política argentina, porque por primera vez, independiente de quien gane, en el debate de esta elección presidencial han habido propuestas que representan cambios profundos al modelo de crecimiento que hasta ahora ha desarrollado Argentina. Y en esto, la candidatura de Javier Milei, que rompió los bloques tradicionales políticos en Argentina, ha sido un factor relevante. Pero también cuando uno escucha el discurso de Sergio Massa no es el discurso tradicional peronista ni kirchnerista al cual estábamos acostumbrados. Y, de alguna forma, la propuesta de Patricia Bulrrich tampoco es una propuesta de la oposición al kirchnerismo, como lo fue en la última elección en que se eligió a Mauricio Macri. Esta es una elección donde, por primera vez, se cuestionan las bases del modelo político y económico que hasta ahora ha prevalecido en Argentina.
-¿Usted cree que habrá segunda vuelta?
-Yo creo que sí. Creo que va a haber segunda vuelta, porque al haber tres candidatos (competitivos) es difícil lograr un porcentaje como para lograr ganar en primera vuelta. Y aún más difícil que la diferencia entre el primer y segundo candidato sea de 10 puntos, como establece la ley argentina.
-¿Y de ganar Milei, el balotaje será con Bullrich o con Massa?
-No quiero hacer una especulación política. Tengo la impresión de que esta ha sido una campaña tremendamente intensa para todos los candidatos, donde ha habido mucha movilidad en los votos, donde la gente por primera vez se está atreviendo a votar por una opción distinta a la que venía votando en los últimos 10 años y es bien difícil de predecir matemáticamente el resultado. Uno puede anticipar que Javier Milei va a pasar la segunda vuelta, ahora quien lo acompañará, me atrevería a decir que podría ser tanto Javier Massa como Patricio Bullric, en igualdad de condiciones.
-¿Si ganara Milei comparte que habría un impacto en las relaciones con Chile?
-Creo que la relación entre ambos países son relaciones de Estado y el hecho de que coyunturalmente en los países gobierne una tendencia política u otra no debería afectar las relaciones bilaterales. Recuerdo que en el gobierno Sebastián Piñera con todas las diferencias que tenían con Cristina Fernández mantuvieron un trato más que republicano y más que cordial. Ella vino varias veces al Palacio de Gobierno y viceversa. Lo mismo ocurrió entre el expresidente Piñera y Alberto Fernández donde pese a tener diferencias políticas y en algún minuto roces en las declaraciones, y ahí me tocó ser embajador, los dos países funcionamos y llegamos a todos los acuerdos comerciales que se pudieron y no fueron pocos. De tal manera que yo creo que ninguno de los dos países debería sentir que su relación cambia, se enfría o mejora porque cambia la tendencia política de los gobiernos. Las relaciones entre países son relaciones de Estado y eso es lo que debemos defender.
-¿Cree que el sector de Milei tendría una victoria en el Congreso?
-El tema, a mi juicio, no es si Milei va a tener mayoría en el Congreso o no. El punto es que, en un eventual triunfo de cualquiera de los tres candidatos, con quién va a hacer alianza para gobernar, porque ni al peronismo le va a alcanzar con los parlamentarios de kirchneristas ni peronistas para tener mayoría, ni al PRO le va a alcanzar por sí mismo, para gobernar, ni tampoco a Milei, que algunos pronostican que va a sacar cerca de 40 diputados. Cualquiera de los tres va a requerir conformar alianza en el Parlamento para juntar la mayoría necesaria para legislar