Desde el oficialismo buscan armar una lista única de candidatos bajo tres directrices: el que tiene, mantiene; hallar la mejor carta para enfrentar a la derecha; y analizar municipios especiales. Advierten que, si gana el “A favor”, Kast se fortalece; si vence el “En contra”, lo hace la izquierda.
En Apruebo Dignidad, en tanto, se vislumbra que de los cerca de 175 alcaldes que tienen actualmente el oficialismo y la DC, la cifra disminuiría entre 10 y 20 por ciento, por lo que la meta es no bajar de 150 alcaldes.
“Si se rechaza la propuesta será un triunfo de los partidos oficialistas. Los candidatos en las municipales de la posición ganadora harán expresión de ser triunfadores; y sus rivales, perdedores. Posiblemente los candidatos vayan con el logo de los partidos que apoyaron el rechazo, mientras que los candidatos que apoyaron la opción perdedora en el plebiscito apelarán a ser del territorio y no mostrarán su logo partidario. Incluso, si gana un segundo rechazo ampliamente, muchos candidatos harán campaña ocultando la figura de José Antonio Kast”, señala un experto electoral de los partidos de izquierda.
Los análisis de los partidos políticos, con matices, son compartidos por algunos expertos electorales. Por ejemplo, el analista político y exdiputado Pepe Auth considera que el resultado de diciembre “obviamente influye en algo” en lo que suceda en las municipales, “en el sentido de que probablemente la izquierda quede mejor posicionada” de lo que está hoy, ya que –a su juicio– actualmente “está arrinconada, acomplejada por sus derrotas y a la defensiva”.
“El hecho de que Kast se haya puesto sobre los hombros la responsabilidad del ‘A favor’ hace que, si pierde esta opción, será su derrota. Se la adjudica porque fueron mayoría, porque presidieron el Consejo Constitucional (…). Kast está interesado en su pelea dentro de la derecha. Y aunque pierda, él se va a sentir dueño del cuarenta y tanto por ciento que saque esa opción. Y si gana, con más razón. De todas formas yo creo que va a haber un resultado estrecho, dependerá de muchos factores, la mitad de la población no tiene ningún interés en esto. Más de la mitad dice que da lo mismo con respecto a los problemas de Chile”, afirma Auth a El Mostrador.
“Si gana el ‘En contra’, la derecha y en particular Kast estarán regalándole a la izquierda la posibilidad de salir de dos derrotas consecutivas flagrantes, que puede quedar mejor parada que después del anterior plebiscito y de la elección de consejeros. Siempre es fatal recetarse una derrota antes de la elección verdaderamente importante”, agrega el exparlamentario por Maipú.
Sin embargo, advierte que “entre diciembre y octubre hay harto espacio” y el resultado del plebiscito puede ser “bastante indiferente para la gente, ya que, en pocos meses más, la elección municipal se va a convertir igual en un plebiscito al Gobierno”, analiza.
“Las elecciones municipales son lo que técnicamente se llama elecciones de medio término. En medio de un mandato, son la manera que encuentra el pueblo de evaluar al Gobierno de turno. Y, al mismo tiempo, votar según el futuro, es decir, marcar los liderazgos presidenciales que vienen. Siempre ha sido así. ¿Con quién se toman las fotos los candidatos a alcaldes y a gobernadores? Es muy determinante para lo que viene”, precisa Auth.
Para el experto de la DC Víctor Maldonado, “si ganara el ‘A favor’ provocaría una reacción del oficialismo con toda la centroizquierda, y el susto de tener a Kast como Presidente facilitaría los acuerdos electorales, porque nadie se va a poner a especular ni a tratar de sacar ventaja”.
Y agrega: “Una derrota cierra filas. En cambio, un triunfo del rechazo es un alivio. Lo que implica que cada cual vele más por sus propios intereses, porque no se ve bajo un peligro mayor. Yo espero que el resultado no haga soslayar que la derecha igual es muy fuerte y que irá unida”.
Desde la oposición señalan, en tanto, que si el “A favor” llegara a perder por un margen similar al del Apruebo en el pasado plebiscito, la izquierda “empatará ambos resultados, buscando establecer una tendencia favorable”, tras un largo proceso constitucional iniciado como panacea tras el 18-O.