Demócratas y Amarillos se quedaron sin espacio en la centroizquierda. El voto a a favor- apuntan analistas- les permite llegar a acuerdos electorales con la derecha que permita su sobrevivencia. “Rechazaron Aprobar para reformar en la anterior, y hoy están por A favor y reformar, es contradictorio”.
Los analistas electorales del Partido Socialista y la Democracia Cristiana no tienen dudas: La defensa de Amarillos y Demócratas del “A favor” en el plebiscito “es incoherente” y afirman que “su apuesta es integrar un pacto electoral y de Gobierno con Chile Vamos, ya que en la centroizquierda no tienen espacio”.
En el Socialismo Democrático, la DC y el Frente Amplio le cobran a Amarillos y Demócratas que, en 2022 para el proceso anterior, llamaron a marcar Rechazo en la papeleta, porque, a juicio de ambos, la Convención Constitucional aprobó normas que excluían principios fundamentales de la derecha y argumentaron que en una Carta Magna debían sentirse representados todos los sectores políticos.
Por lo anterior, consideran que no es coherente que ahora se hayan embarcado en la búsqueda de un pacto político con la derecha, debido a que en esta propuesta -afirman- la izquierda y sus ideas no se ven representadas.
Así lo explica uno de los dirigentes históricos de la DC, Víctor Maldonado: “Uno no tiene que preguntar a todo actor político si coincide con la derecha o izquierda, sino si es coherente con sus propios planteamientos. El punto es que en la propuesta anterior Demócratas y Amarillos dijeron que el producto de la Convención no era aceptable, no era ‘la casa de todos’ y porque no se podía ‘Aprobar para reformar’. Pero ahora dicen que el texto tiene deficiencias y, extrañamente, hoy sí se puede aprobar y reformar”.
“El apoyo a una Constitución se justifica si tiene consenso nacional y en este caso esa virtud desaparece cuando en el Consejo Constitucional sólo la derecha lo aprobó. Es decir, es un texto hecho para la derecha”, añade el experto electoral de la DC, y ex secretario nacional de la tienda, Víctor Maldonado.
Agrega que “no se entiende lo de Amarillos y Demócratas“, que los “apoyos que no son de derecha a esta versión están muy disminuidos” y que “ya no se pueden presentar como una centro izquierda de visita, sino que están quedando como allegados“.
“Si se aprueba la Constitución de Republicanos todos los que quedan a ese lado de la cancha girarán en torno a Republicanos. Y sí ya dos veces coincides y votas con la derecha, y apruebas la constitución de derecha, suena como que eres de ahí o al menos eres un pariente muy cercano”, explica Maldonado a El Mostrador.
Por su parte, el analista político del PS, Juan Valdés, sostiene que Amarillos y Demócratas “optaron por ir configurando una alianza política hacia la centro-derecha y generarse una posibilidad electoral” que los impulse.
Según observa “Demócratas tiene dos senadores y Amarillos dos diputados, son partidos que se van quedando sin espacio en la política. Se han ido hacia la centro derecha que es donde ven mejores perspectivas de desarrollar sus ideas. A pesar de que fueron tan antagónicos por 30 años, claramente van a defender los 30 años de la Concertación, y explicar los vetos de la derecha” para avanzar.
“La vez anterior no apoyaron la idea de “Aprobar para reformar”, hoy no. Y toman una opción que nuevamente coincide con la derecha. Muchos de ellos ven también una posibilidad de gobierno que les pudiera proyectarse e ingresar a un gobierno que sea denominado de unidad nacional con actores que representaron la izquierda pero que su peso específico en ese mundo es mínimo. Creo que Ximena Rincón hace rato que está haciendo un diseño con la derecha. Habría qué preguntarle si quiere ser candidata a algo, o bien ministra de alguien (de derecha)”, asegura Juan Valdés (PS).
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En el Frente Amplio la crítica es todavía más profunda a ambas colectividades. “Están subsidiando a la derecha radical y se suman al mismo coro de Chile Vamos estando detrás de esa derecha radical que propone retroceder en los derechos más importantes”, sostiene el presidente de Comunes, Marcos Velarde.
El también vicepresidente de Demócratas, Jorge Tarud (ex-PPD), sostiene que se prevé que el oficialismo buscará “confundir a la gente que se queda en frases que escucha, por lo que se deben aclarar los contenidos, ya que solo una baja porción del electorado leerá la propuesta de Constitución”.
“Los actores del oficialismo están bien complicados porque han tirado solo frases sin argumentos, al leer el texto no hay argumentos sustantivos para sostener rechazar la propuesta. No están los argumentos del Opus Dei del republicano Luis Silva. Claro que habrá que mejorar cosas, pero no hay elementos radicales para impugnar el texto”, dice Tarud.
Y agrega: “Hay quienes seguirán buscando decir que Demócratas se está derechizando y saliendo de la centroizquierda. Pero hay tres senadores de la derecha y ocho diputados que van a defender la opción ‘En contra’, lo que no significa que se hayan izquierdizado. Y, por otro lado, el PC y el Frente Amplio también van a estar por rechazar. Entonces, nosotros debemos señalar que estamos en el centro y lejos de los extremos de estos sectores. Unos nos van a tratar de derecha y otros nos van a tratar de que votaremos con los comunistas, pero nuestra trayectoria es la de socialdemócratas y socialcristianos. Lo demás son meros eslóganes, que muestran la desesperación, porque a este Gobierno le ha ido pésimo”.
No obstante, desde la colectividad se invitará a la ciudadanía a votar “A favor”, valorando materias del texto como lo que denominan “la consagración de un Estado social y democrático de derecho, la ampliación de derechos sociales, los avances en los derechos de las mujeres, el reconocimiento a los pueblos indígenas, los cambios al sistema político, la descentralización y la modernización del Estado y el compromiso con el cuidado del medioambiente, la sustentabilidad y el desarrollo”.
El diputado Andrés Jouannet, presidente de Amarillos por Chile, plantea que “el texto propuesto por el Consejo Constitucional es mejor que la actual Constitución. Tiene doce bordes que garantizan una democracia de alta intensidad, garantizan una democracia social”, afirma.
Para la tienda, otro punto importante es cerrar el capítulo constitucional, porque el electorado está “hastiado” tras 4 años y dos procesos constitucionales, mientras que los asuntos que demanda la ciudadanía están postergados.