La Junta Nacional de la Democracia Cristiana (DC), por una amplia mayoría, decidió que su opción va a ser estar “En contra” del texto aprobado por el Partido Republicano y Chile Vamos. “Es un texto populista porque dice cosas que después no van a ser efectivas”, argumentó el presidente del partido.
En una reunión llevada a cabo este miércoles a medianoche, la Junta Nacional de la Democracia Cristiana (DC) anunció, por una abrumadora mayoría del 92,3%, su decisión de posicionarse “En contra” del texto propuesto para el próximo plebiscito constitucional. El diputado Alberto Undurraga, timonel de la colectividad, reveló la resolución adoptada por la DC ante el crucial evento político.
La votación, que contó con la participación de 192 delegados, se inclinó fuertemente hacia el rechazo del texto aprobado por la derecha del Consejo Constitucional, obteniendo solo un 7,69% de votos a favor (19 delegados).
Undurraga justificó la postura de la DC argumentando que la opción “En contra” permitirá desarrollar acuerdos futuros en áreas críticas como pensiones, salud y seguridad, aspectos que, según él, el texto en cuestión —que cuenta con el visto bueno del Partido Republicano y Chile Vamos— no aborda de manera satisfactoria. El líder democratacristiano también señaló que los constitucionalistas de la colectividad coincidieron en que el texto es deficiente, “partisano” y representa solo a un sector político, la derecha, en lugar de representar a todo el país como debería una Constitución.
“Es un texto populista porque dice cosas que después no van a ser efectivas, un texto ineficaz, un texto ineficiente, en fin, un mal texto constitucional”, agregó Undurraga. Además, subrayó la importancia de que las constituciones generen más derechos, no menos, y criticó el hecho de que el texto propuesto nace con problemas al no ser fruto de un acuerdo amplio.
La DC iniciará, a partir de mañana, una campaña por el “En contra”. Sin embargo, las definiciones públicas del presidente del partido, así como las de senadores como Francisco Huenchumilla e Iván Flores, marcan el inicio de la campaña.
Frente a la posibilidad de un tercer proceso constitucional, Undurraga descartó el respaldo de la DC, argumentando que existe un cierto cansancio en la población para abrir otro proceso de este tipo. “Se acaba el proceso constitucional el 17, y si gana la opción en contra. Como esperamos, los cambios que puedan o deban hacerse a la constitución deben hacerse en el marco de reformas constitucionales”, concluyó.
El senador y vicepresidente del Senado, Francisco Huenchumilla, formuló un llamado a votar en contra del texto constitucional que se plebiscitará en diciembre, manifestando sus críticas al proceso y al documento final a través de un documento, difundido previo a la realización de la Junta Nacional DC.
En el documento, el parlamentario criticó a quienes lideraron el segundo proceso constitucional, que a su juicio “no logró superar los ripios que sepultaron el primero de los procesos (…) salvo, probablemente, por el empleo de las normas de señorito y buenas maneras aprendidas en el Manual de Carreño, propias de nuestra clase alta, y de los siúticos que abundan por esos alrededores”.
El legislador acusó que la derecha –y sobre todo los republicanos– se “creyeron el cuento” de que su mandato era “plasmar su propia visión e ideas, acerca de cómo organizar el Estado y distribuir el poder”.
Según el legislador, los sectores conservadores “olvidaron que, por esencia, una Constitución tiene por objeto –si es que quieren obtener gobernabilidad y estabilidad– el establecer unas reglas del juego para la sociedad que hagan sentido al conjunto de sus miembros, donde una mayoría circunstancial no aplaste a las minorías, y donde éstas sientan que dichas reglas permiten a todas y todos participar en igualdad de condiciones en la vida democrática del país”.
El senador Huenchumilla acusó al Partido Republicano de “mantener sustancialmente la Constitución de Pinochet, maquillándola con cierta retórica inconducente, y el correspondiente tufillo ultramontano de un catolicismo conservador”.
Sin embargo, recalcó que dicho sector logró su cometido, “dejando a la derecha tradicional de Chile Vamos en el callejón sin salida de la sumisión (…) también arrastró a Demócratas y Amarillos, dejándolos sin otra alternativa que no sea formar parte de la derecha”, planteó.
El parlamentario adelantó que, en este escenario, el Partido Republicano “se apresta al asalto final de conquistar el gobierno del Estado, a través de los procesos electorales de 2024 y 2025, bajo su conducción hegemónica; relegando a Chile Vamos a un rol secundario de acompañante, y a Demócratas y Amarillos a simples comparsas”, aseveró.
En este sentido, el legislador criticó que la derecha “habrá cometido el error histórico de dejar pasar la oportunidad, para lograr un consenso sobre las reglas del juego, en una Carta Fundamental que le haga sentido al conjunto del país para lograr estabilidad y gobernabilidad”.
Huenchumilla criticó que la propuesta “no resuelve la división de los chilenos que nos acompaña por más de 40 años”. Recalcó que en Chile “estamos divididos por las reglas del juego que impuso Pinochet en la dictadura” y que el actual proyecto “mantiene la situación que es el paradigma de la Constitución de Pinochet”.
“Los republicanos, y la derecha, piensan que todo lo determina el mercado; por eso, en estos últimos 40 años, han hecho de la salud, de la educación y de las pensiones un negocio, favoreciendo a los grandes grupos económicos (…) ahora, el texto de este proyecto establece un estado social y democrático de derecho (así, con minúsculas) que es enrevesado, contradictorio, ineficiente e ineficaz”, se lee en el documento del senador.
El senador ejemplificó con “ciertos rasgos conservadores presentes en el texto, como el establecimiento de que los más ricos y pudientes del país no paguen contribuciones de bienes raíces –porque hoy el 77% de los propietarios en Chile no paga contribuciones–, el retroceso con respecto a los derechos de las mujeres, o la objeción de conciencia de las instituciones”.
Además, consideró que en la propuesta “, persiste la invisibilidad, una vez más, de la relación de los pueblos originarios con el Estado. Ésta sólo queda con una mención en papel, que es completamente carente de contenido real”.
El senador DC, finalmente, adscribió a la declaración de los constitucionalistas DC: “éste es un proyecto de Constitución partisano, programático, contradictorio, populista, ineficiente e ineficaz”.