PAÍS
La diligencia, a cargo del fiscal Christian Toledo, se desarrolló en las oficinas de Santiago y Concepción, donde incautó celulares personales y corporativos, pendrives y discos duros de las jefaturas.
El fiscal Christian Toledo, de la Fiscalía Regional Sur, encabezó una incautación en las oficinas del laboratorio Sanderson de Santiago y Concepción, a raíz de la contaminación de la bacteria Burkholderia en el suero que se utiliza en la red sanitaria estatal, la que fue descubierta por el Instituto de Salud Pública (ISP).
En ambas diligencias -aprobadas judicialmente y cuya tramitación es reservada- se decomisaron notebooks, celulares personales y corporativos, pendrives y discos duros de las jefaturas. Todo lo anterior, con miras a establecer desde cuándo y qué nivel de conocimientos tenían los ejecutivos de la antisepsia microbiológica.
La diligencia realizada por Toledo se enmarca en un denuncia presentada por el Ministerio de Salud en enero pasado, donde se revelaban cientos de casos de personas infectadas y más de 30 muertos, pero entre 2021 y 2022. En otras palabras, el persecutor debía reconstruir hechos pasados.
Sin embargo, la indagatoria tuvo un giro el 28 septiembre del corriente, día en que se desató una crisis entre la titular del Minsal, Ximena Aguilera, y el ahora exdirector del ISP, Rubén Verdugo, quien ordenó retirar todos los productos de Sanderson de la red hospitalaria.
El hecho provocó que se suspendieran operaciones programadas en hospitales, por lo que Aguilera ordenó que solo el suero no fuera distribuido. Por esta razón, a Verdugo se le pidió la renuncia a mediados de octubre y se inició un sumario administrativo en su contra.
Desde principios de año que Toledo debió lidiar con la falta de información desde el Minsal sobre los muertos e infectados por la bacteria Burkholderia. De hecho, envió un oficio el 21 de julio de este año reiterando la entrega de datos. Básicamente, el documento reiteraba su solicitud en orden a conocer qué tipo de análisis y metodología había usado la autoridad para llegar a la cifra de 35 personas fallecidas producto del microbio, a quienes se sumaban cientos de infectados.
Al mismo tiempo, pidió copia de las fichas clínicas de los fallecidos entre 2021 y 2022, pero nuevamente chocó con un muro. Al respecto, el Ministerio de Salud le respondió que se trataba de información protegida por la ley de derechos del paciente, lo que hacía imposible su entrega.
Por esta razón, el fiscal Toledo tuvo que dar la vuelta larga, solicitando la información en cada entidad de salud y así fue como cayó en cuenta de que tanto las muertes como los infectados abarcaban desde Antofagasta hasta la Región de Magallanes.
La tardanza del Minsal significó que el pasado 26 de octubre, por la tarde, se realizara una reunión reservada en el edificio de la Fiscalía Nacional para mejorar la coordinación y la entrega de información.
Al encuentro no solo asistió la ministra Aguilera, sino también otros funcionarios de la cartera, así como Toledo y el Fiscal Nacional, Ángel Valencia. Se sumaron al encuentro tres expertos de la Unidad Especializada en Lavado de Dinero, Delitos Económicos y Delitos Medioambientales.
La presencia de ese departamento dejó claro que el camino adoptado por el fiscal Toledo era más complejo de lo imaginado hasta entonces y que la investigación podría reorientarse hacia otros delitos distintos a los relacionados con la salud.
Actualmente, Toledo trabaja con la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente (Bridema) de la PDI, para realizar las diligencias. Sin embargo, debido al tamaño de la causa, se sumaron a la Bridema detectives del Cibercrimen, que estarán encargados de revisar los equipos tecnológicos y de almacenamiento incautados.
Sanderson ha sostenido que la contaminación no es su responsabilidad. En un reciente comunicado, la empresa informó que “hasta el día de hoy no tenemos indicios que nuestros sitios en Santiago de Chile sean la fuente del brote bacteriano”.
Tal como informó El Mostrador el 6 de noviembre, exdirector del ISP, Rubén Verdugo, aseguró que el agua podría ser uno de los elementos que afectaron al suero con Burkholderia.
Hay que recordar que Sanderson fue multada en 2020 con US$15 millones por coludirse con su par Fresenius, en las licitaciones públicas.
