En conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez dijo que este caso deja en evidencia que si bien los funcionarios tienen conducta intachable, eso puede cambiar dependiendo del dinero ofrecido.
El economista Claudio Agostini analizó en profundidad el llamado Caso Hermosilla -o caso Coimas- el que se reveló tras un audio protagonizado por los abogados Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos más el empresario Daniel Sauer, en donde mencionaban el pago de coimas a funcionarios del Servicio de Impuestos Internos (SII) y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para obtener información privilegiada.
En conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez dijo que este caso deja en evidencia que si bien los funcionarios tienen conducta intachable, eso puede cambiar dependiendo del dinero ofrecido.
Según Agostini, el caso lo “ha sorprendido mucho. Y en dos dimensiones. La primera es el nivel al que llega un abogado para asesorar a su cliente, con las cosas que está dispuesto a hacer con tal de obtener resultados. Es un poquito chocante, por decirlo menos”.
“Segundo, lo que me llamó la atención mucho en ese audio: en algún momento, Luis Hermosilla dice que conoce los precios de mercado. Y eso a mí me gatilló una alarma de preocupación. Quiere decir que existe un mercado y que tiene precios. O sea, hay un precio para corromper funcionarios y obtener beneficio, y al parecer sería un precio conocido, y si se paga se obtiene el resultado”, advierte.
Agostini agrega: “El empresario Sauer lo dice: pagó 140 (millones), quedaron 40, los otros 100 fueron para los funcionarios del SII y se ahorró todo lo que tenía con el embargo de su casa. Esa fue como una alarma impresionante. Y eso quiere decir que no solo hay empresarios, obviamente, dispuestos a corromper funcionarios públicos para pagar menos impuestos, sino que al parecer también hay, obviamente, funcionarios públicos dispuestos a recibir algunos de estos pagos de mercado para hacer desaparecer liquidaciones de impuestos y que no se paguen, o para entregar información a otros”.
“Esto es grave. Es bien grave desde el punto de vista de la fiscalización tributaria, del cumplimiento de los impuestos. Genera una sensación de impunidad enorme. Aquí el que paga va a corromper a un funcionario, no paga impuestos y el resto sí los paga. Tiene muchas aristas. Y a mí me parecen bien complicadas desde el punto de vista del sistema tributario, más allá de lo ilegal”, añadió.