La inseguridad ha aumentado en las últimas semanas y el Gobierno se ha desplegado para abordar las problemáticas a través de la ministra del Interior, Carolina Tohá, y el subsecretario de dicha cartera, Manuel Monsalve. Mientras a la primera la oposición le reprocha todo, al segundo se lo celebran.
A propósito de la agudización de la crisis de seguridad, tras el ataque a una carabinera con una granada, el secuestro de un empresario en la Región de O’Higgins y el aumento de los homicidios en Chile, el Gobierno ha tenido que articular un despliegue importante en la materia y, esta vez, ha sido el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien ha sido la clave en el diálogo con la oposición, mientras que la titular de dicha cartera, la ministra Carolina Tohá, concentra el foco de las críticas. En síntesis, ambos están abocados a la misma materia, pero son evaluados con una lupa distinta.
Luego del ataque con granada a la funcionaria policial, Republicanos amenazó a la ministra Tohá con una acusación constitucional. Renovación Nacional, por su parte, ha figurado en la ofensiva contra la secretaria de Estado y la condicionó a la misma medida si es que, de aquí a fin de año, no se efectúan las 12 mil expulsiones de migrantes que están pendientes. Una medida que, según voces en el Congreso y en el Gobierno, es impracticable. El mismo director nacional de Migraciones, Luis Thayer, describió la exigencia como “excesiva”.
Los dardos a la ministra vienen de antes y tampoco se detienen ahí. El lunes, Carolina Tohá fue a la Comisión de Seguridad de la Cámara para hablar sobre el proyecto del Ministerio de Seguridad. Sin embargo, la sesión comenzó con una presentación del Ejecutivo sobre las cifras que hablan del estado actual de los delitos. En ello, se generó una polémica tras los números que entregó sobre ingresos irregulares en el país.
La ministra indicó que los ingresos ilegales disminuyeron en un 29% el 2023 y, según los diputados RN, esa cifra es engañosa. “El cálculo que hace la ministra Tohá es mañoso y lo que busca es tratar de dar, comunicacionalmente, una señal de que está controlada la migración”, cuestionaron los diputados. En tal sentido los parlamentarios, con el respaldo de las cifras de la PDI, sostuvieron: “En nuestro país a la fecha han ingresado 94 mil migrantes ilegales. Es la cifra más alta en la historia de nuestro país”.
La ministra explicó en más de una oportunidad que la razón por la que no ocupan esa cifra de denuncias y autodenuncias es porque el dato de este año está distorsionado. “El Gobierno hizo un llamado a autodenunciarse para poder empadronarse, ¿a quiénes?, a quienes estaban en el país, no a los que entraron este año”, señaló ayer en otra sesión de la citada comisión en el Congreso. Es por eso que el número aumenta y no necesariamente corresponde a los ingresos de este año, puntualizó.
Al interior de la Comisión de Seguridad de la Cámara Baja advierten que la discusión de esta cifra es inconducente, pero que la oposición la instala para golpear políticamente a la ministra, quien en el último tiempo ha sumado errores no forzados.
Por ejemplo, fue muy criticada cuando llamó a “no especular” sobre la situación de los atletas cubanos que participaron de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, que finalmente terminaron pidiendo refugio. Antes de que emitieran su solicitud, la ministra afirmó que “perfectamente pueden estar haciendo turismo”.
Otra declaración que le sumó críticas fue cuando reveló que el empresario secuestrado en O’Higgins fue liberado por sus captores luego de haber hecho el pago del dinero que solicitaban. Revelar esa información, para muchos parlamentarios y expertos en seguridad, es una mala señal, dado que da cuenta de que el método funciona para los delincuentes.
El último evento que recibió los dardos de la oposición ocurrió luego de que nuevamente se agudizara la crisis de seguridad la semana pasada.
El jueves anterior, desde Estados Unidos, el Presidente Gabriel Boric aseguró que había hablado con la ministra Tohá y que le planteó que el informe elaborado por exautoridades de Interior, además de Carabineros y PDI, y “que le van a presentar a ella el día de hoy, me lo presenten a mí inmediatamente el día de mañana, porque no vamos a perder ningún segundo en perseguir a quienes están atemorizando a los chilenos”.
La tarea era difícil, pues la titular de la cartera del Interior convocó a las exautoridades y tuvo una escasa asistencia, puesto que –según avisaron los convocados– dio aviso con poca anticipación. Además, el Presidente aterrizaría en Chile el viernes a las 17:50 horas y a las 20:00 horas tenía que estar en el Estadio Nacional para la inauguración de los Juegos Parapanamericanos.
Si bien el Mandatario adelantó su llegada para alrededor de las 14:50 horas, no llegó a Palacio sino a eso de las 18:30, pues la ministra, en calidad de vicepresidenta del país, se encontraba en Colchane junto a la titular de Defensa, Maya Fernández, inaugurando nuevos Puestos de Observación Fronteriza (POF).
Ahí existieron críticas por partida doble. Las primeras se esgrimieron a raíz de un video que se viralizó tras la visita al norte, en donde una empresa presentó una herramienta de disuasión de inmigrantes ilegales a las ministras. Se trataba de un altoparlante que emitía una sirena tras entregar el siguiente mensaje: “Alto ahí, ha ingresado irregularmente a territorio nacional chileno. ¡Alto!”.
Desde el Congreso criticaron aquello pensando que esa era una de las herramientas que fueron a inaugurar Tohá y Fernández. La senadora Luz Ebensperger (UDI) sostuvo que “si la respuesta del Ejecutivo para frenar el ingreso clandestino es entregarles a los militares un altoparlante que haga sonar una sirena y que a través de él puedan hablar, no hemos avanzado nada ni hemos entendido nada”.
La ministra Tohá corrigió la información e invitó a “informarse antes”, pues –señaló– “ese megáfono, y también un dron que se mostró ese día, fue una demostración que hizo la empresa de los insumos que están proponiendo a distintos países. No es lo que el Gobierno anunció, no es lo que ese día se inauguró y no es lo que se informó por parte de las autoridades”.
Los otros reproches que trascendieron apuntaron al informe que el Presidente recibiría por parte de la ministra del Interior. Luego de la reunión del viernes pasado entre las autoridades de seguridad, fue entregado un escueto comunicado. En el documento se explica que “se implementará un plan operativo de intervención territorial, a partir de una presencia policial reforzada, para frenar delitos violentos y el uso de armas de fuego”. Además, “se amplían las medidas para mejorar la capacidad de hacer efectivas las expulsiones migratorias”, cosa que requiere modificaciones administrativas y legales, precisa el documento.
En todas estas reuniones ha participado el subsecretario Manuel Monsalve, sin embargo, a pesar de ser parte clave del Ministerio del Interior, la oposición evalúa con otra lupa su trabajo en materia de seguridad. Es importante recordar que los subsecretarios, a diferencia de los ministros, no pueden ser acusados constitucionalmente.
Más allá de ese punto, voces opositoras sostienen bajo reserva que la diferencia entre Monsalve y Tohá es importante. Confirman que si bien el subsecretario tiene un tono claro, está preocupado de mantener diálogos; en cambio, la ministra está más a la defensiva. Incluso confiesan que prefieren sostener reuniones con el subsecretario Monsalve.
La ministra, en Radio Universo, también se refirió a las críticas sobre su tono: “Si alguien tiene una discusión sobre mi tono, que lo plantee. Yo no tengo ninguna discusión en esa materia. Tenemos debates con la oposición y, cuando ellos plantean temas en que no estoy de acuerdo, los contrarresto. No me parece que tengamos que entrar en una calificación de las personas. A mí me gusta discutir con argumentos y en los argumentos creo que podemos encontrar razones”.
De alguna manera eso quedó en evidencia cuando, el lunes, la ministra del Interior convocó nuevamente a las exautoridades de dicha cartera a una reunión en La Moneda y, aunque se contó con una mayor convocatoria, se ausentaron aquellas que fueron parte del Gobierno de Sebastián Piñera.
A partir de dicho evento, la ministra Camila Vallejo, en su vocería habitual, expresó que es “una contradicción que se pida diálogo pero no se venga a dialogar, es absurdo. Si hay un espacio en La Moneda misma, con las autoridades de Interior para conversar en materia de seguridad y la oposición dice que no hay diálogo y no viene a dialogar, así no se puede”.
“Ministra, infórmese, estamos trabajando con el subsecretario Monsalve en la agenda reservada de seguridad. Lo único que le digo es que no use la agenda de seguridad como un show político, el país necesita que trabajen en beneficio de todos”, retrucó Rodrigo Ubilla, exsubsecretario del Interior en el segundo Gobierno de Piñera.
Esta información fue confirmada más tarde por la propia ministra Tohá: “El subsecretario Ubilla tiene razón. Ha habido muchas reuniones, muchos contactos, y particularmente una instancia de trabajo con la subsecretaría. Pero el día viernes, cuando la subsecretaría los invitó a constituirse con motivo de estos últimos hechos, no concurrieron”.
Sin embargo, la secretaria de Estado desestimó ayer, en conversación con Radio Universo, que las exautoridades no asistan a las reuniones que ella convoca y sí accedan a las convocadas por Monsalve. La ministra reveló que fue el subsecretario quien “los convocó a las reuniones del viernes y del lunes. El subsecretario los llamó a una reunión que íbamos a tener en conjunto”. Sobre esa materia, agregó que “no los hemos invitado agresivamente, solamente hemos dicho que nos parece preocupante que esta tradición que hay en Chile tan valiosa, de que las exautoridades, cuando el Gobierno las convoca, colaboran, contribuyen, se interrumpa”.
Al interior de Chile Vamos creen que no existe mucha complicidad entre Tohá y Monsalve y que habría un intento del subsecretario de mostrarse como una persona dialogante y ejecutiva, una cara distinta a la de la titular de la cartera. Sin embargo, también reconocen que, en caso de ejecutar lo comprometido –que es lo que le faltaría a Monsalve–, terminaría favoreciendo a la figura de la ministra.
La UDI también dio cuenta de su deferencia para con el subsecretario Manuel Monsalve. En un documento en que exponen 12 propuestas incluyen, a propósito de la crisis, realizar “una evaluación del desempeño de las actuales autoridades, en especial de la ministra Tohá y del subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara”, dejando a Monsalve fuera de ese foco.
El diputado Evópoli y presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara, Francisco Undurraga, sostiene que la discusión no se puede tratar del blindaje o no de unos personajes a otros, con eso “no vamos a llegar a ninguna parte”, dice. No obstante, reconoce en Monsalve a una persona “empoderada en su rol de subsecretario del Interior” y, además, no solo “a cargo de todo lo que tiene que ver con materia de seguridad, sino además especialmente en un rol articulador como buen exmiembro del Parlamento”.
Undurraga agrega que “Manuel siempre se caracterizó en sus funciones dentro del Parlamento como una persona dura pero dialogante”. El parlamentario, sin embargo, puntualiza que no quería entrar a la valoración de uno por sobre otro, sino que la crisis “se trata de que finalmente la gestión sea para poder combatir el delito, la incertidumbre, el sicariato, el terrorismo, el narcoterrorismo y los secuestros.”.
El diputado socialista, al igual que Monsalve, y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Tomás de Rementería, afirma que es “una falsa dicotomía” señalar que la labor del subsecretario interfiera con la gestión de la ministra.
“Acá el Ministerio del Interior, que dirige la ministra Tohá, ha tenido una actitud bastante clara, directa y frontal con el combate a la delincuencia”, subraya el diputado. Sobre eso, señala que el subsecretario se ha abocado completamente al tema de seguridad y eso habla de un trabajo complementario.
“Creo que acá se está tratando de generar un ruido por algo que no es real. No creo que haya acá dos labores que se interpongan entre ellas, sino que más bien un trabajo mancomunado de todas las fuerzas de Gobierno, tanto Interior, desde la Subsecretaría de Prevención del Delito, como la Subsecretaría del Interior”.
La ministra Carolina Tohá, por su parte, cuestionó “este estilo en la oposición de tratar de encontrar el bueno y el malo, de tratar de generar cuñas alrededor de los equipos. En el Ministerio del Interior se trabaja en equipo, nos juntamos todas las semanas, preparamos las agendas, nos dividimos las tareas y hemos avanzado mucho”, dijo en Radio Universo, y precisó que se mantendría al margen de “estrategias de ese tipo, que lo que quieren es personalizar en mí no sé qué cosa, o armar diferencias dentro del equipo de Interior, o tratar de construir conflictos políticos al interior del Gobierno”. Y sobre esto, la jefa de gabinete sentenció: “Yo no participo”.
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