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Crédito: Agencia Uno
Aunque cultiva un bajo perfil, hoy está en el centro de atención. Reconocido como autoridad en temas de recaudación y financiamiento tributario, proviene de una familia política: su padre fue parte del Gobierno de Allende. En el PS no tiene “lote”, pero es amigo de Mario Marcel desde hace 40 años.
Algunos dicen que Marcel y Frigolett son amigos, otros que solo tienen una relación de ayuda mutua y confianza de más de 40 años. Fue en 1979, siendo un joven estudiante de Ingeniería Comercial, en la Universidad de Chile, que el actual director del Servicio de Impuestos Internos (SII), Hernán Frigolett Córdova (PS), conoció al ministro de Hacienda Mario Marcel, cuando, bajo la dictadura, ambos integraban la Asociación de Economistas Socialistas de esa casa de estudios. Esa relación fue la que allanó el camino para que el secretario de Estado lo propusiera para hacerse cargo del ente fiscalizador.
Tras las elecciones presidenciales de 2021, Marcel y Frigolett tenían una visión en común: la tarea casi imposible de lograr una reforma tributaria poderosa, debido a un Congreso sin mayoría oficialista.
El militante socialista –cercano a economistas como Gonzalo Martner, Carlos Ominami y Andras Uthoff— consideraba que, previo a la discusión en el Legislativo, el SII debía avanzar disminuyendo la elusión y la evasión de impuestos, pues con esa medida el Ejecutivo podría recaudar entre el 2% y el 2,5% del PIB. Es decir, un 50% de lo que el Gobierno de Boric buscaba recaudar en su programa y que Frigolett consideraba en extremo ambicioso.
En eso estaba trabajando cuando, hace 20 días, vino el remezón por el audio en el cual el abogado Luis Hermosilla habla del pago de sobornos a funcionarios del SII y de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
El ingeniero comercial proviene de una familia de economistas vinculada al Partido Radical. De hecho, su padre, Hernán Frigolett Rodríguez, fue subdirector de Odeplan en el Gobierno de Salvador Allende, por lo que después del golpe de Estado de 1973 tuvo que partir al exilio. A su regreso, Frigolett Rodríguez fue un activo participante en la lucha contra la dictadura en la calle y en el comando del No.
El trabajo del jefe del ente fiscalizador fue revisado minuciosamente por La Moneda antes de su nombramiento, esto debido a su paso por Aserta, una consultora tributaria –creada en 2003 y de la que Frigolett fue gerente– que recibió $83 millones de SQM por un informe sobre el litio. No obstante, en el Ejecutivo llegaron a la convicción de que el trabajo se había realizado.
En la colectividad de calle París 873 señalan que Frigolett tiene un perfil lejano a la vida partidaria. Es reconocido como altamente técnico, una autoridad en temas de recaudación y financiamiento tributario. No integra “lotes” internos, aunque se le considera parte del sector de “la renovación”.
“Hasta el día de hoy, lo ves a las 8 de la mañana haciendo clases en la Usach. No por dinero sino por vocación. Tiene un perfil muy discreto. Siempre ha sido parte del grupo de los economistas socialistas y es muy respetado internacionalmente. Es una persona por la que yo, personalmente, pongo las manos al fuego en materia de probidad. Nada de estas cosas tienen que ver con él”, señala el economista Gonzalo Martner, expresidente del PS.
“Fue asesor de los socialistas en el Senado, normalmente salía a explicar las reformas, cosas técnicas y complejas, de forma muy didáctica y con bastante sencillez. Es muy cercano a Marcel y a Carlos Montes. No es solo un teórico, sino que sabe de la operativa de impuestos”, agrega un socialista que lo conoce de cerca.
Fue Tesorero General de la República entre 2014 y 2018 y ejerció diferentes jefaturas del área en el Departamento de Cuentas Nacionales en el Banco Central, entre 1986 y 1999. Además, ha efectuado consultorías en organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y la Cepal. También para varios gobiernos de América Latina.
También, ha sido colaborador del Instituto Igualdad, el centro de pensamiento del Partido Socialista, y ha ayudado a las bancadas de diputados y senadores de dicha colectividad durante las discusiones tributarias.
En las últimas elecciones, la directiva del PS lo mandató para integrar el equipo económico de la excandidata del Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste (DC), donde trabajó el “impuesto a los superricos”. Para la segunda vuelta se sumó al equipo del actual Mandatario y efectuó los ajustes de su programa, incorporando la mirada del Socialismo Democrático en el crecimiento económico.
La publicación del audio del caso Hermosilla cambió la agenda de Frigolett. Fue citado a las comisiones de Hacienda de la Cámara y del Senado para exponer sobre el caso y las acciones para indagar en los detalles de la trama.
En el Congreso su exposición no duró más de 15 minutos. Esto, debido a que se limitó a contar cómo opera el SII en su rol de fiscalizador y expresó que la información de este en relación con los contribuyentes es de carácter secreto y, además, se encuentra en proceso de investigación interna, sin dar mayores detalles. Sin embargo, explicó paso a paso cómo se procede ante una denuncia y cómo se desencadenan las sanciones al interior del servicio que dirige.
Frigolett defendió el rol que, bajo su gestión, ha tenido el Servicio de Impuestos Internos en el combate de la elusión y la evasión tributarias. “Quiero recordar que este año nuestra acción fiscalizadora está recaudando $1 billón, por lo tanto, nuestros funcionarios están día a día enfrentando cuantiosos montos asociados a la fiscalización y en términos de elusión también. Hasta el momento tenemos una respuesta en términos de los objetivos de recaudación que ha sido de lo mejor”, sostuvo.
Respecto al caso en curso tras la filtración del audio, Frigolett expuso que ya tenían procesos desencadenados a raíz de las facturas de Factop SpA, relativos a un posible delito tributario del cual aún se están verificando antecedentes y en cuyo marco se debe revisar la trazabilidad y “verosimilitud relacionada con algún funcionario ligado al SII”, lo que significa la realización de sumarios internos.
“Nosotros, a diferencia de la CMF, no recibimos el audio por adelantado, nos enteramos probablemente el mismo día que ustedes (…). A diferencia de ellos, no actuamos como organismo colegiado, pero se emitió la declaración el mismo martes, el subdirector jurídico preparó la denuncia al Ministerio Público por cohecho y corrupción”, explicó el jefe del sistema impositivo.
El mismo día que estalló el escándalo, instruyó una investigación sumaria en el SII por la utilización de facturas falsas que podrían alcanzar a más de 40 Rut vinculados a operaciones. Al día siguiente, el servicio anunció la remoción del director de Grandes Contribuyentes, Christian Soto, incluso antes de que concluyera el sumario.
“Al director de Grandes Contribuyentes se le ha pedido el cargo por la confianza que hoy por hoy se disipa, dado que es parte de los que están involucrados administrativamente con los procesos denunciados”, dijo Frigolett ante la Comisión de Hacienda de la Cámara.
Además, agregó que había otros cuatro funcionarios suspendidos –a los que se suma un quinto, destituido el viernes pasado–, mientras la Fiscalía avanzaba en sus interrogatorios. La determinación de remover al director de Grandes Contribuyentes fue leída por algunos como una señal dada por la responsabilidad del cargo de Soto y como un cortafuegos para el propio Frigolett.
Esta semana, el Servicio de Impuestos Internos anunció que se querelló contra la familia Sauer por el posible delito de facilitar casi 10 mil facturas falsas a 100 empresas, por casi 13 mil millones de pesos. Mientras tanto, en el sumario de la entidad han declarado más de 30 personas y no se descarta la adopción de medidas adicionales respecto de otros funcionarios.
