PAÍS
Luis Angulo se querelló contra Daniel y Ariel Sauer también por delitos de estafa, falsificación y uso malicioso de instrumento privado mercantil, pues dice que facturas ideológicamente falsas de su empresa fueron factorizadas por medio de Inversiones DAS, de propiedad de los Sauer.
Un nuevo coletazo deja el caso Hermosilla, pues el esposo de la abogada María Leonarda Villalobos (quien grabó el polémico audio donde se la escucha a ella, a su colega Luis Hermosilla y a Daniel Sauer) se querelló en contra de los dueños del factoring Factop, acusándolos de formar una asociación ilícita criminal por medio de una de sus empresas, Inversiones DAS, cuyos socios son los hermanos Daniel y Ariel Sauer, además de Rodrigo Topelberg.
En efecto, Luis Angulo Rangul, en su calidad de dueño de la empresa Commercia Spa (que es mencionada en el polémico audio) interpuso la acción judicial ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, por medio del abogado Mario López Toro, aseverando que los dueños de DAS cometieron los delitos de asociación ilícita, estafa y falsificación y uso malicioso de instrumento privado mercantil, pues asegura que (pese a su nombre) “Commercia”, en la cual Angulo es socio junto al exdiputado DC Exequiel Silva, es una empresa dedicada solo a las asesorías legislativas, por lo cual asegura que esta “bajo ninguna forma podría haber solicitado los servicios de Inversiones DAS Limitada”, una empresa del rubro inmobiliario, pese a lo cual señalan la existencia de 7 facturas electrónicas emitidas por DAS a Commercia por un valores que oscilan entre los cinco y los siete millones de pesos, todas emitidas el día de los enamorados: el 14 de febrero de 2023.
Sin embargo, asegura la querella, “todas las facturas precedentemente individualizadas son ideológicamente falsas, pues no ha existido fuente de obligación alguna entre la sociedad emisora y mi empresa”, máxime teniendo en cuenta los rubros económicos divergentes entre ambas.
Según Angulo, los querellados sabían que en Commercia no se reciben facturas habitualmente y, además, habrían instruido al sistema computacional para no notificar la emisión de las facturas al receptor. De acuerdo con lo anterior, el propósito “era incurrir en la emisión de facturas falsas por obligaciones inexistentes, con el fin de generar títulos ejecutivos cedibles”. En otras palabras, indican, buscaban generar facturas que pudieran ser factorizadas, pues aseguran que estas fueron “cedidas a terceros que, según entendemos, tienen en común ser actores del mercado financiero”, refiriéndose a otras empresas de factoring que seguramente recibieron dichas facturas.
