Un grupo no identificado acusa al ministro de Justicia, al director de Gendarmería y a la alcaide del Repas, de liderar el “verdadero crimen organizado”. Ante la gravedad de la situación, se presentó una denuncia a Fiscalía, mientras La Moneda prepara un plan para perseguir a los responsables.
El Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas) de Santiago —donde están los cabecillas del Tren de Aragua “original”—se ha convertido en el epicentro de una escalofriante advertencia hacia las autoridades de justicia chilenas.
En un acto perpetrado hoy, alrededor de las 11:00 horas, panfletos fueron lanzados desde una camioneta a las afueras del recinto donde también permanecen los jefes de varios clanes criminales chileno, ubicado en Avenida Pedro Montt, junto al Centro de Justicia.
Los panfletos exhiben imágenes del ministro de Justicia, Luis Cordero, del director nacional de Gendarmería, Sebastián Urra, y de la alcaide del recinto, Fabiola Valladares. En ellos, las autoridades son representadas con pistolas apuntando hacia ellos y líneas rojas en forma de X sobre sus cuerpos.
El texto en los panfletos acusa también al Presidente de la República, como parte de los cerebros detrás del “verdadero crimen organizado”. El grupo no identificado sostiene que, de persistir “la injusticia y las torturas”, la “justicia popular” tomará el control.
Ante esta grave situación, según consignó La Tercera, Gendarmería ha presentado una denuncia por amenazas ante la Fiscalía Metropolitana Centro Norte. Además, se prepara una querella para perseguir legalmente a los responsables de esta escalada de violencia. La Fiscalía ha derivado el caso a la unidad de Alta Complejidad bajo la supervisión del fiscal regional Metropolitano Sur, Héctor Barros.
Este episodio se desarrolla en un contexto de alerta máxima tras la crisis de seguridad pública en Ecuador, que incluye disturbios carcelarios en el vecino país. La preocupación se ha trasladado a La Moneda, donde las autoridades nacionales, junto con Carabineros, Gendarmería y la PDI, han acordado revisar un plan estratégico de respuesta ante posibles incidentes en recintos penitenciarios.
Respecto a las amenazas a las autoridades, el subsecretario del Interior y Seguridad Pública, Manuel Monsalve, manifestó que no solo las rechazan desde La Moneda, sino que además van a utilizar todas las herramientas que permite la ley para perseguir a los responsables. “No vamos a tolerar amenazas a las autoridades para tratar de inhibir las funciones y las tareas que tienen”, declaró el funcionario.
Los hechos, agregó, “son inaceptables, son graves, y esperamos perseguirlas, identificar a los responsables y por supuesto sancionarlos”.
En la sección Repas de Gendarmería se encuentran albergados los líderes de varias organizaciones criminales, destacando entre ellos los cabecillas del Tren de Aragua “original” y el sujeto de mayor jerarquía en el grupo en Chile, Carlos González Vaca, más conocido como “Estrella”. Ahí también están los mandamases de dos de las facciones más violentas del tren, “Los Gallegos”, que operaban en Arica y están a la espera de juicio, así como la banda del “Caracas”, especializados en secuestrar a ciudadanos venezolanos en Santiago, a los que ejecutaban si no se pagaban los rescates que ellos pedían, como sucedió con las tres víctimas cuyos cuerpos fueron encontrados a mediados del año pasado a un costado de la ruta 68.
Además de ellos, ahí también permanecen los jefes de varios clanes criminales chilenos, como “El Macaco”, Carlos Retamales, que encabezaba un grupo narco cuya base estaba en la población Los Quillayes, pero que funcionaba en todo el sur de Santiago.
Cabe destacar que, liderados por “Estrella”, y como ha informado El Mostrador, los reos vinculados al Tren de Aragua han protagonizado incluso intentos de motines en el interior del Repas, ante la negativa de Gendarmería de dejar que los visitaran supuestos familiares que intentaron ingresar varias veces con cédulas de adulteradas. Asimismo, luego de quejarse por las escasas horas de patio que les dan y la dureza del régimen, se autoinfirieron heridas cortantes.