En la Comisión Política del PC subsisten “dos facciones enfrentadas”. Una liderada por Lautaro Carmona y Barbara Figueroa; y otra, denominada “el Grupo de los 6”, que integran Camila Vallejo y Karol Cariola, entre otros. Debajo del manto de obediencia del PC aflora la divergencia.
Para unos son “matices”, para otros “diferencias”. Hay quienes piensan que la tensión es superficial y otros que es de fondo. No obstante, dentro del Partido Comunista coinciden en que al interior de la Comisión Política y del Comité Central las aguas no están quietas, “hay distintas miradas” y “tonos álgidos” sobre la marcha del Gobierno y la estrategia para cambiar el modelo económico. Debajo del manto de obediencia del PC aflora la divergencia.
Según explican en la colectividad oficialista, una muestra de la tensión interna fue la disputa entre la diputada Karol Cariola y la ex embajadora en Argentina Bárbara Figueroa por la secretaría general del partido, donde esta última se impuso por 58 votos contra 26 de la legisladora.
Otros ejemplos, explican en la colectividad, son la renuncia al partido de la diputada Marisela Santibáñez por diferencias con el jefe de bancada, y el llamado de la CUT a un paro en abril. Su secretario general, Eric Campos, y la vicepresidenta Karen Palma, son miembros del Comité Central del PC, mientras que el vicepresidente internacional, Guillermo Salinas, es integrante de la Comisión Política de la tienda, y cercano al presidente de los comunistas Lautaro Carmona.
En ese marco, Campos explicitó sus diferencias con el Gobierno tras una reunión entre dirigentes de la agrupación con el Presidente Gabriel Boric hace dos semanas.
“Hemos ratificado al Presidente Boric la preocupación que tenemos por la manera en cómo se relaciona con el movimiento social (…) se ha privilegiado la relación con los empresarios cuando finalmente lo que se requiere es una relación con el movimiento social. El paro se ratifica”.
Al interior de los 15 miembros de la Comisión Política del Partido Comunista se habla de la existencia de dos facciones enfrentadas. Una liderada por Lautaro Carmona y la secretaria general del PC, Barbara Figueroa, que contrasta con otra más bien disidente, denominada como “El Grupo de los 6”, cuyos liderazgos encabezan Camila Vallejo y Karol Cariola.
“La comisión política está dividida entre el llamado Grupo de los 6, que integran Camila, Karol Cariola, Daniel Núñez, Marcos Barraza, Claudina Núñez y el encargado de cuadros del PC, Javier Albornoz. Ellos se articulan y tienden a tener una visión medio disidente de Lautaro Carmona y Barbara Figueroa, quienes tienen el apoyo de otros seis miembros que constituyen mayoría: Juan Andrés Lagos, Guillermo Salinas, Lorena Pizarro, Daniel Jadue, Jaime Gajardo y Rosa Ahumada. A los 6 se suma por derecho la presidenta de las Juventudes Comunistas, Daniela Serrano, entonces la correlación de fuerzas es compleja y precaria”, señala un miembro del Comité Central.
Según explica una dirigente, hay un sector que “es más complaciente con el Gobierno, mientras que otro es más crítico”.
Además, conocedores de la situación interna del PC, comentan que el Grupo de los 6 es el que está más empoderado dentro del Gobierno, y que los ministros del Trabajo, Jeannette Jara, y de Educación, Nicolás Cataldo, son más cercanos a este sector.
Agregan que el denominado “Grupo de los 6” articula para que el partido no muestre ningún distanciamiento del gobierno de Boric, como lo hubo tras los funerales del expresidente Piñera donde un sector acusó a Boric de “negacionista”.
De hecho, poco después de que el Ejecutivo confirmara la muerte del expresidente Sebastián Piñera, un nuevo “matiz” diferenciador surgía al interior del Partido Comunista.
En la red social “x”, la diputada Carol Kariola publicó un mensaje de condolencias a la familia del ex mandatario aludiendo la tragedia.
En tanto, en la misma aplicación, su par de la bancada Lorena Pizarro, ex presidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, colocó un collage con los rostros de 31 personas que sufrieron lesiones oculares severas durante el 18-O y, posteriormente, reposteó un mensaje que destacaba que se “pudo encontrar su cuerpo” en el Lago Ranco, mientras que otros “a pesar de los años seguimos buscando”.
“La Comisión Política está dividida por las distintas miradas políticas que hay, se producen desencuentros. El debate político de fondo es si hay transformaciones o no. Y este ya no es un gobierno de transformaciones sociales, es uno de estabilidad neoliberal. Al comienzo del Gobierno la idea era terminar con las AFP, pero ahora la gran meta es el 3 más 3. Boric está solamente dando estabilidad a un modelo. Algunos vemos que terminamos estabilizando un modelo económico que siempre repudiamos, el neoliberalismo, donde algunos del grupo de los seis defienden que la meta es terminar un buen gobierno y regresar nuevamente”, señala una fuente del PC a El Mostrador.
Según explican en la colectividad las diferencias se venían dando hace tiempo, pero tras la muerte de Guillermo Teillier se han visto más marcadas y frecuentes.
El académico de la Usach Rolando Álvarez Vallejos -doctor en historia, militante del partido y autor del libro “Del viraje al gobierno del nuevo tipo. El Partido Comunista de Chile en la primera década del siglo XXI”- es considerado uno de los principales historiadores de la izquierda contemporánea. Aunque señala que lo suyo no es el análisis de coyuntura, entrega luces para comprender los matices internos.
Según explica el autor de once libros, el Partido Comunista tras el retorno a la democracia define que en Chile a pesar la llegada de los gobiernos de la Concertación no se obtuvo “una democracia total” y que había espacios para la recuperación de la democracia como una tarea pendiente, entre ellos “cambiar la institucionalidad de la dictadura”.
El historiador agrega que “el desmontaje de la herencia de la dictadura que en el ámbito social tenía que ver con el fin de las AFP, el fin de la ISAPRE o la reforma al sistema de salud”, y que lo que hay ahora -y que es más evidente- en el actual debate del Partido Comunista es que “dentro de ese programa común hay matices acerca de por dónde se puede avanzar mejor” para completar ese programa de demandas sociales.
“El PC no ha tenido grandes divisiones desde los 90 en general, hay un consenso”, dice y precisa que lo que hay son diferencias en torno a por dónde es mejor construir ese proceso, “si con una apuesta más institucional, que el PC siempre ha valorado, que es participar en las elecciones, tener diputados, senadores, concejales, municipios, en el gobierno o una acción más centrada en el mundo social, de los trabajadores, sindicatos, movimientos sociales”.
“Hay matices de visiones sobre cuál es la mejor estrategia para desmontar el modelo neoliberal, uno más centrado en el movimiento social, sindical, y otro centrado en la estrategia más institucional (…). Los dirigentes del PC que provienen del mundo sindical, tienen por su raigambre social, y su actividad una visión que valora mucho más la presencia en el movimiento social, organizaciones de base, en el mundo sindical, y las reivindicaciones que están pendientes, porque el gobierno, por razones que son largas de analizar, que son la composición del Parlamento, no ha podido llevar a cabo las reformas más estructurales que siempre el Partido Comunista ha deseado (…) se está discutiendo la reforma de pensiones, el tema de salud, de las Isapres, pero todo ha tenido que ser muy consensuado por la correlación de fuerzas en el Parlamento”, señala Álvarez.
“Los dirigentes vinculados al mundo sindical, por ejemplo, tienen una visión que es la que han expresado los dirigentes de la CUT (en un llamado a paro). En cambio, los que son ministros, que están en el Gobierno, tienen una visión que valora más la posibilidad del desarrollo desde el Gobierno, las políticas públicas, etc. Se expresan esos matices, que son más o menos evidentes en las declaraciones de los dirigentes comunistas (…) La discusión es álgida hoy día, en frente de esta estrategia, pero yo no lo veo como un momento de ruptura interna dentro del Partido Comunista, a pesar de la discusión que puede tener sus tonalidades en ocasiones, porque para la militancia comunista una posibilidad de Gobierno izquierda fuera de la actual coalición no se ve viable”, sostiene el historiador.
Un miembro de la Comisión Política, cercano a Lautaro Carmona y Barbara Figueroa, confirma la existencia de diferencias y tensión con un grupo al interior de la instancia. Sin embargo, le baja el perfil y sostiene que “no dificultan el direccionamiento del partido”.
“En toda familia hay diferencias. Es normal que haya. Ahora, sin duda, lo importante es no darle material al adversario político con las diferencias internas”, señala un dirigente de la capital.
Otro cuadro de la instancia sostiene que, tras la muerte de Teillier, Carmona asumió la conducción por unanimidad, pero que siempre en una colectividad numerosa “hay ciertos bemoles” que afloraron para la elección de la secretaría general del PC.
Por último, fuentes de la colectividad sostienen que se espera que las diferencias se canalicen internamente en el Congreso de PC que comenzará a desarrollarse en mayo y que culminaría a fines de junio.
Inscríbete en el Newsletter +Política de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para informado/a con noticias precisas, seguimiento detallado de políticas públicas y entrevistas con personajes que influyen.