Varios factores inciden en que el grupo haya efectuado un “rebranding” de su nombre, pero nada más: “Los piratas” están detrás de secuestros en Rancagua y Calama, del ataque con granada a una policía. Se cree también que son los autores del doble crimen de Malloa.
Hace un par de años en Chile se comenzó a escuchar en forma reiterada un nombre que sonaba exótico por aquel entonces: Tren de Aragua (TDA). Hoy en día deben ser pocos lo que desconocen la existencia de dicha organización criminal en el país, que no solo está presente desde Arica hasta (al menos) Puerto Montt, sino que, además, ya extendió su accionar más allá de América del Sur.
Todos los expertos coinciden en definir al TDA como una empresa depredadora, que busca su crecimiento a como dé lugar, siempre siguiendo la estela de los migrantes venezolanos, que son –por lo general– sus principales víctimas. En efecto, solo en octubre del año pasado, El Mostrador daba cuenta de la primera detención de un miembro del TDA en Estados Unidos, pero hoy en día al grupo ya se le atribuyen homicidios, secuestros y múltiples delitos contra la propiedad en grandes ciudades, como Miami y Nueva York.
A diferencia de los grupos narco que tradicionalmente han existido en Chile, que por lo general limitan su actuación a sectores determinados y que tienen un “giro de negocios” único, por explicarlo de algún modo, el TDA, sin embargo, se embarca en cualquier actividad ilícita que aparezca como una oportunidad para ellos y es por eso que trafican desde personas (su principal actividad) hasta drogas, armas y cigarrillos, además se realizar secuestros extorsivos, asaltos y ofrecer servicios de sicariato a otros grupos criminales.
Asimismo, como sucede también en cualquier organización comercial respetable, uno de los principales focos de preocupación del TDA es la contabilidad, como lo evidencian los hallazgos realizados por la Fiscalía y la PDI de Arica en los distintos allanamientos en contra de “Los Gallegos de Caracas”, la facción del TDA que se tomó el cerro Chuño. En distintas diligencias, las autoridades incautaron varios libros de contabilidad que dan cuenta del escrupuloso orden con que los líderes de Los Gallegos registraban cada peso que ingresaba y salía, y de los balances con el dinero que se enviaba en forma periódica al líder máximo del grupo, que residía en Tacna.
También existe una gran preocupación por el valor de la marca, algo que, como podría explicar cualquier experto en marketing, es fundamental para cualquier empresa. Tanto es así que desde fines del año pasado el TDA dejó de llamarse así: ahora son “Los piratas de Aragua”.
De hecho, los “piratas” han estado involucrados en varios sonados hechos acaecidos en los últimos meses, el primero de los cuales fue el lanzamiento de una granada contra una carabinera, en las inmediaciones de la cárcel de Santiago, hecho en el cual la policía sufrió lesiones de gravedad, mientras que el atacante, que resultó ser uno de los líderes del grupo, murió como consecuencia de los disparos que recibió de parte de los demás carabineros presentes en el procedimiento. Se trataba de Jefferson Arzonar Meza García, de 36 años, que en mayo del año pasado fue detenido en el centro de Santiago (Prat con calle Placer) portando casi 250 gramos de drogas, entre marihuana, cocaína y ketamina. Fue condenado a una pena de 541 días, pero recibió el beneficio de la libertad vigilada, aunque se había pedido su expulsión del país.
El 15 de noviembre una pareja de Carabineros intentó fiscalizarlo en la esquina de Centenario con Club Hípico –muy cerca del sector donde se ubican los “peloteros” que lanzan desde drogas hasta carne molida a los patios de la ex-Penitenciaría–, pero Meza se resistió, lanzando una granada en contra de la carabinera Rayén Curihuil, hecho que no es casual, pues la granada es una de las armas favoritas del TDA, ahora rebautizado como “piratas”.
A fines de diciembre, en tanto, Carabineros y la Fiscalía anunciaron la detención de seis sujetos que habían cometido a lo menos tres secuestros extorsivos en Calama y que, además, fueron acusados de homicidio frustrado, tráfico de drogas e infracción a la Ley de Armas, pues entre lo decomisado se encontraban varias armas de puño y un fusil.
Otras actuaciones de “Los piratas” han sido dos impactantes delitos que han sacudido a la Región de O’Higgins en los últimos meses: el secuestro de un empresario en Rancagua y el homicidio de dos agricultores en Malloa.
En el primer caso, la Fiscalía confirmó, durante el control de detención del último imputado en este caso, que se trata de un crimen cometido por “los piratas”. Según la información judicial disponible, la célula estaba compuesta por Brayan Sánchez, Angelo Cerdeño, Leonardo Vásquez, Néstor Mojica y Thiany Díaz. Fue precisamente en el departamento de esta última, ubicada en la calle Coronel Souper de Estación Central, en “La pequeña Caracas”, que parte del grupo se secuestradores se reunió en la madrugada del 8 de noviembre del año pasado, con el fin de partir hacia el camino a la Gonzalina, en Rancagua, con el propósito de secuestrar al dueño de la empresa Multifierro, el cual –de acuerdo con la información que un trabajador les entregó en los días previos– manejaba altas sumas de dinero.
Los secuestradores partieron en dos móviles, un Nissan Tiida conducido por Mojica, quien estaba junto a Vásquez y otros sujetos. Antes de partir, sin embargo, se reunieron en un servicentro de San Miguel con otros individuos que prestarían cobertura, quienes se movían en un Suzuki S-presso y un Renault Symbol, todos los cuales enfilaron hacia el sur. Tras intimidar a los trabajadores y robarles sus celulares, “los piratas” trataron de regresar a Santiago, pero uno de los móviles, el Nissan, fue interceptado por Carabineros, que lograron detener a Sánchez, Vásquez y Mojica, además de recuperar una pistola Glock .40, que es otra de las armas favoritas del TDA.
Como se estableció posteriormente, la víctima fue trasladada en otro de los móviles hasta una casa ubicada en la localidad de Isla El Guindo, en Santa Cruz.
Del mismo modo, todo indica que los asesinos de Francisco Mora y Raúl Cid, asesinados el 27 de enero pasado cuando regresaban desde la Feria Lo Valledor a Malloa, son también miembros de “Los piratas”, que fueron subcontratados por alguien que les pagó 500 mil pesos a fin de asaltar a los feriantes. Al igual que en el caso del secuestro de Rancagua, la Fiscalía determinó que el crimen tuvo su origen en un “dato” interno, pues alguien desde el interior de la feria informó al mandante que ambos feriantes venderían su producción de tomates y que por ella podrían llegar a recibir cerca de 8 millones de pesos en efectivo.
Por este caso fueron detenidos los venezolanos José Sánchez Álvarez, Manuel Mercado Castillo, Dayan Sánchez Jiménez y José Daniel Majano Garrido. Este último, al igual que Meza García, contaba con una detención por vender drogas en las calles del centro de Santiago, en este caso en la esquina de General Mackenna con Bandera, a 200 metros del cuartel central de la PDI.
Pese a que la PDI pidió la prisión preventiva en su contra, el juez Jaime Fuica, del Séptimo Juzgado de Garantía, lo dejó en libertad, lo que luego fue refrendado por la Corte de Apelaciones. Como incumplió las medidas cautelares a que estaba sometido (arresto domiciliario), en diciembre se ordenó su detención, sin que fuera habido, hasta que fue detenido por el asesinato de los agricultores, hecho que terminó originando la última convocatoria al Consejo Nacional de Seguridad (Cosena).
El rebranding del TDA –según fuentes policiales– obedece a varios factores. El primero de ellos es la devaluación de la marca después de que, en septiembre pasado, el régimen de Nicolás Maduro decidiera allanar el penal de Tocorón, lugar de origen y centro de operaciones del Tren de Aragua.
A ello se suma el hecho de que, como lo explica un oficial, el nombre dejó de ser tan temido como lo era hace un par de años, debido a que comenzó a ser usado en forma indiscriminada por delincuentes de todo tipo, incluyendo a chilenos, que lo usaban para adjudicarse un mayor peso delictual, “pero al final eso empezó a convertirse en el cuento de Pedrito y el lobo”, explica un policía, quien agrega que “en todo el norte y en muchas ciudades grandes del país hay muchas denuncias por extorsión de sujetos que dicen ser del Tren de Aragua y que luego, afortunadamente, no cumplen con las amenazas, lo que es muy bueno para las víctimas, pero pésimo para la imagen de una organización criminal”.
A lo anterior se suma el hecho de que hoy en día existen numerosos grupos que sí cumplen sus amenazas y que o bien se originaron en el TDA o son grupos de origen carcelario venezolano, que compiten con este. Como explicó ya El Mostrador, hasta la fecha se han identificado a lo menos ocho facciones del Tren de Aragua “original” actuando en Chile: Los Gallegos, El Tren del Coro, Los piratas del Tren de Aragua, Los valencianos, Los Orientales, La mafia del norte, el Tren del Bío Bío y el Tren del desastre, cuya “plaza” estaba ubicada en Puerto Montt.
Finalmente, un cuarto factor que habría incidido en el cambio de marca dice relación con el hecho de que los principales líderes del grupo “original”, partiendo por Carlos González Vaca (más conocido como “Estrella”), están encarcelados y ello implicó un recambio de los llamados jefes locales, quienes de algún modo trataron también de distanciarse –probablemente como estrategia jurídica– de ellos.