El consultor internacional en crimen organizado, Pablo Zeballos, sostuvo que independiente del móvil, sea político o de naturaleza criminal, el objetivo fue enviar un mensaje, y el Estado debe enviar otro: el que las instituciones que investigan, determinen qué pasó.
El hallazgo del cuerpo del exmilitar venezolano, Ronald Ojeda, desató una serie de cuestionamientos hacia el Gobierno por la crisis de seguridad que afecta al país. La oposición fue la más crítica con el Ejecutivo cuando se supo del secuestro de Ojeda al acusar a personeros del PC con “eventuales interferencias” en la investigación. Para abordar el tema, el investigador y consultor internacional en crimen organizado, Pablo Zeballos, habló con Mirna Schindler en Al Pan Pan.
Se manejan distintas tesis sobre los autores del crimen de Ojeda, a lo que Zeballos indicó que el mejor camino para lograr dar con las razones detrás de este secuestro es conocer bien, quien era el exmilitar Ronald Ojeda, “creo que es el mejor punto de camino para poder establecer que sucedió en este caso”.
“El ‘éxito’, lamentable, de este caso de haber encontrado el cuerpo, marca una gran diferencia con otras realidades de América Latina, donde observamos que los secuestrados nunca aparecen. Uno de los puntos claves a dilucidar- apuntó Zeballos- es si en la tesis de que se trata de una acción política, es si esta operación política tiene vinculada con el crimen organizado“, sostuvo el consultor en fenómenos delictivos emergentes.
Al ser consultado sobre el interés de este delito y de quiénes podrían haberlo realizado. Se ha hablado desde el crimen organizado hasta el gobierno venezolano de Nicolás Maduro, Zeballos advierte que lo complejo que estamos observado es lo que algunos expertos han denominado como ‘tercera ola criminal’, “donde el socio más confiable que tienen los estados autoritarios son los propios criminales”.
“Esta tercera oleada se empieza observar después de la pandemia con algunos estados autoritarios, pareciera que existe una codependencia de vinculación entre estructuras criminales muy poderosas que ya no pueden ser controladas por los propios Estados para llegar a acuerdos, tales como bajas en las tasas de homicidios”.
En esa arista, Zeballos sostiene la existencia de la tesis de que el crimen fue realizado por el crimen organizado, debido a que las cárceles hoy se han vuelto en una plataforma donde el delincuente necesita visibilidad. “La visibilidad que un criminal puede obtener en una operación como esta, le permite llegar en otra condición a la cárcel y generar ciertos niveles de liderazgo”.
En esta línea, el investigador aclaró que el crimen de Ojeda tiene una variedad de posibilidades, que van desde una actividad ejecutada por sujetos muy profesionales, cuya intención es generar una visibilidad en la operación o hasta un contrato entregado a sujetos con menos experiencia.
“Su objetivo final es hacer el contrato y terminar dentro de la cárcel con un perfil de que ‘tú fuiste el que secuestró a esta persona, todo un país te buscó por una semana’, eso va generando una especie de estatus criminal”, opinó el consultor internacional de crimen organizado.
El investigador sostiene que la visibilización que tuvo este delito tiene un mensaje detrás, el que debemos entender cuál es. En ese sentido, aclaró que el mensaje no solo es para mostrar que hay grupos que operan en niveles de impunidad, sino que también para el Estado, en que queda en jaque el rol de la inteligencia en Chile.
“Como Estado tenemos que mandar una imagen, un mensaje. Ese mensaje es dejar que estas instituciones que están investigando lleguen a las conclusiones finales y tener la certeza de lo que sucedió con Ojeda y evitar que vuelva a ocurrir”, añadió al respecto.
En esa línea, al ser consultado sobre el hito que marcó este crimen en nuestro país, Zeballos sostuvo que claramente se trata de un hito y que muestra hacia dónde va la criminalidad. “El Estado está ante el desafío de tomar decisiones cómo país, como Estado, serias, reales y unidas”.
Asimismo, aclaró que es un hito al tratarse de una persona que estaba en una condición de refugiado político en Chile, por lo que, “nosotros teníamos que garantizar a esta persona la protección como Estado”.
“Creo que es un evento que nos define internacionalmente, puesto que nuestra respuesta a este evento va a ser lo que nos permita establecer o definir qué tan serios somos para enfrentar estos fenómenos nuevos y emergentes que están sucediendo en Chile”, cerró Pablo Zeballos.
