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Foto: Diego Martin/Agencia UNO
La DC enfrenta una crisis política con la negativa del Servel de reconocer la directiva encabezada por el diputado Undurraga. El revés se suma a tensiones sobre negociaciones para las elecciones, con acusaciones de condescendencia hacia la izquierda y amenazas a su posición en emblemáticas comunas.
La Democracia Cristiana (DC) se encuentra inmersa en una tormenta política que amenaza con desestabilizar su estructura interna y su estrategia de cara a las próximas elecciones municipales y regionales.
Hoy, la directiva encabezada por el diputado Alberto Undurraga recibió un duro golpe: el Servicio Electoral (Servel) rechazó la constitución de la nueva mesa del partido, liderada por él, argumentando que sus integrantes no fueron elegidos democráticamente.
“Revisados los antecedentes acompañados por el partido, fue posible constatar que no se acreditó que la elección del órgano ejecutivo se haya realizado mediante un proceso de elección democrática directa de los afiliados del partido en cada una de las regiones donde se encuentra legalizado, por lo que corresponde rechazar la comunicación”, detalló el Servel.
Si bien se espera que esta situación se resuelva mediante una consulta que ratifique a la directiva, la resolución del Servicio Electoral se suma a una serie de desafíos que han marcado una semana compleja para los democratacristianos.
Anoche, según consignó La Tercera, parte de la directiva se reunió de forma virtual con el equipo electoral del partido, en un ambiente tenso y cargado de recriminaciones. Se cuestionó la forma en que se están llevando a cabo las negociaciones con el oficialismo de cara a las elecciones municipales, especialmente en lo referente a los pactos para los cargos uninominales.
“Se ha ratificado la voluntad de llegar a un acuerdo con los distintos partidos oficialistas más la Democracia Cristiana, para tener candidaturas unipersonales, una sola persona en cada una de las alcaldías de Chile y que el marco que permita esto sea la proporcionalidad, el peso que tiene cada una de las fuerzas políticas que integran esta conversación”, declaró Undurraga el pasado 9 de marzo.
Algunos miembros de la directiva expresaron su descontento, acusando al equipo electoral de ser condescendiente con la izquierda y permitir que otras colectividades del oficialismo compitan en comunas emblemáticas para la DC.
En este sentido, se destacan las tensiones en comunas como Concepción, La Granja, Peñalolén y Curicó, donde varias colectividades del oficialismo han manifestado su intención de competir, amenazando la posición histórica de la Democracia Cristiana.
Ante este panorama, se discutió la posibilidad de competir en solitario y se reafirmó la importancia de defender las comunas consideradas emblemáticas para el partido. Se hizo hincapié en la necesidad de no firmar acuerdos que perjudiquen los intereses de la DC y se subrayó que el partido cuenta con 56 comunas, siendo una fuerza significativa en el panorama político local.
En este contexto, la directiva de Undurraga convocó a una reunión de emergencia este viernes —desde las 14 horas— para abordar la crisis que atraviesa el partido, en un intento por encontrar soluciones y mantener la cohesión frente a los desafíos políticos que se avecinan.
La Democracia Cristiana se enfrenta a una encrucijada crucial, donde la unidad y la estrategia política serán determinantes para sortear esta tormenta y mantener su relevancia en el escenario político nacional.
La falange tampoco pasa por una buena situación económica. El año pasado, la DC se vio obligada a poner en arriendo su sede central en la Alameda, así como a poner en venta algunas de sus propiedades. Además, la fundación Konrad Adenauer, históricamente aliada de la DC, ha retirado su financiamiento al Centro Democracia y Comunidad.
¿La solución? Durante la sesión de enero del consejo nacional de la Democracia Cristiana se revelaron los montos que el partido recibiría por llevar candidatos en distintos territorios durante la última elección. En total, según detalló el consejero nacional Nicolás Preuss, entre gobernadores, cores, alcaldes y concejales, son cerca de $1.752 millones los que se juega el partido en los próximos procesos electorales.
De esto último surge la inquietud por la reelección del gobernador metropolitano Claudio Orrego. Y es que pese a haber renunciado a la DC, le ofrecieron postular como independiente en cupo DC. Orrego aún no ha contestado, aunque optar por ir fuera de pacto le restaría respaldo oficialista. Ante la incertidumbre, la FRVS propone a Nathalie Joignant.
Sobre los Gores, la decisión se ha pospuesto para un próximo consejo democratacristiano.
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