El actual gobernador cuenta con un sólido respaldo oficialista y proyecciones favorables en las encuestas para su reelección. Al rechazar ir en cupo de la DC, deja a la falange sin percibir el aporte electoral cercano a los $600 millones. El gobernador estudia la oferta de ir en un cupo del PL.
Posicionado con ventaja como el favorito en las encuestas, Claudio Orrego (Ind/ex-DC) ha decidido –sin hacerlo oficial todavía– ir por su reelección como gobernador de la Región Metropolitana. Sin embargo, hasta ahora, ha mantenido en suspenso la forma en que pretende renovar su periodo.
El 10 de abril vence el plazo que dio el Servicio Electoral (Servel) para inscribir primaras y antes del 6 de abril –según el cronograma oficialista– el actual gobernador metropolitano debe tomar otra definición: competir como independiente fuera de pacto, concurrir con respaldo del oficialismo o hacerlo en un cupo que le ofreció su exdomicilio político, la Democracia Cristiana (DC), lo que habría desestimado.
En todos los escenarios, Orrego cuenta con un amplio respaldo en el oficialismo y, de acuerdo con las últimas encuestas, tendría una reelección asegurada. Incluso, la definición de la fórmula para repostular está más despejada. El exintendente y primer gobernador metropolitano electo, pronto hará público que optó por rechazar el ofrecimiento de la Democracia Cristiana, según confirmaron a El Mostrador negociadores de la falange y del Consejo Nacional de la colectividad.
Con ello –explican en el bloque que irá con la DC en un pacto electoral para las municipales–, se encuentra obligando a la falange a llevar candidato propio, una lista propia, para competir con el gobernador o negociar una fuerte compensación del pacto oficialista en los gobiernos regionales, donde actualmente la tienda mantiene a dos autoridades como cuadros de sus filas: en Arica y el Maule (tras la renuncia de Orrego y su par por Los Lagos, Patricio Vallespín) .
El partido presidido por el diputado Alberto Undurraga, con una deuda de más de mil millones de pesos a cuestas, intentó convencer a Claudio Orrego para que compitiera como independiente pero a través de un cupo DC, debido a que –según calculan en la tienda– si presentan un candidato propio en la Región Metropolitana recibirán aproximadamente $600 millones como aporte, de acuerdo con la Ley Electoral.
Además del tema de la deuda, está el hecho de que Undurraga se comprometió con un fondo para los candidatos de la DC, una promesa que se complica sin Orrego en un cupo democratacristiano. A eso se suma otra incertidumbre que les genera tensión: varias de sus propiedades puestas a la venta desde hace meses no han sido aún compradas.
Incluso, la Democracia Cristiana puso en arriendo su histórica sede de la Alameda. Junto a esto, se encuentran a la venta otros cuatro inmuebles: dos en Ñuñoa, uno en La Calera y otro en Santiago Centro. Hasta ahora, solo se ha concretado la venta de uno en Ñuñoa, pero el mercado inmobiliario –dicen al interior del partido– “está imposible”.
Sin candidato a gobernador por la RM hasta el momento, desde la falange señalan que están en conversaciones de cara al próximo Consejo Nacional que se llevará a cabo el próximo 8 de abril. Fuentes cercanas a la negociación afirman que una posibilidad es “apuntar en varias direcciones”. Es decir, apostar por una lista propia de candidatos a gobernadores en todas las regiones del país, con el objetivo de conseguir la mayor cantidad de votos.
En las negociaciones también se ha resaltado que la elección de gobernador regional cuenta con segunda vuelta, por lo que no se justifican acuerdos políticos previos a la primera vuelta, menos con partidos con los que no tienen ninguna alianza o coalición.
La Democracia no pierde la esperanza de hallar una solución al tema, mientras hace su apuesta en el marco de las municipales, sobre lo cual en 2023 ratificó “la voluntad” de llegar a acuerdos con el oficialismo para candidaturas unipersonales en las comunas. Y también miran a largo plazo, pensando en los votos que pueden conseguirse en las parlamentarias de 2025.
Ahora, Claudio Orrego tiene dos opciones y el tiempo corre. Tras rechazar el cupo DC, y si acepta representar al pacto oficialista, fuentes cercanas a la negociación revelan que el Partido Liberal (PL) lo sondeó con la idea de ofrecerle un cupo. Incluso, si decide no aceptarlo, varios partidos de Gobierno defienden su apoyo por omisión y el respaldo en campaña para que sea el candidato único del oficialismo.
Al interior de la falange ponen en duda que haya un candidato único a gobernador de la RM en las negociaciones que mantienen, argumentando que tendrían que dejar en el camino la proclamada candidatura de Nathalie Joignant, militante de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) y tercera mayoría en la elección pasada.
Orrego está entusiasta con el apoyo del bloque y ha expresado su interés en representar a todo el sector “progresista” en las elecciones de octubre. Y, en efecto, cuenta con el apoyo de varios alcaldes frenteamplistas, del Socialismo Democrático e, incluso, de sectores de la propia DC.
A inicios de marzo, el actual gobernador metropolitano se reunió con la presidenta y el secretario general del Partido Socialista (PS), la senadora Paulina Vodanovic y Camilo Escalona, respectivamente, para transparentar sus intenciones. Durante dicho encuentro, les comunicó su preferencia por competir como candidato del pacto, en lugar de un cupo DC.
Orrego también cuenta con el apoyo de dos alcaldes clave del Frente Amplio por su cantidad de electores: el de Maipú, Tomás Vodanovic, y su par de Ñuñoa, Emilia Ríos. A ellos se suma el respaldo del alcalde de Tiltil, Luis Valenzuela. Incluso, se reunió con ellos a principios de marzo.
Asimismo, otros respaldos relevantes provienen de su expartido: la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao (DC); el jefe comunal de La Granja, Felipe Delpin (DC); el alcalde de San Ramón, Gustavo Toro (DC); de La Pintana, Claudia Pizarro (DC); de Peñaflor, Nibaldo Meza (DC); y el alcalde de Alhué, Roberto Torres (ex-DC), también se comprometieron a promover la reelección de Orrego.
Su última reunión, el viernes pasado, fue con los alcaldes de Convergencia Social de la Región Metropolitana, Gonzalo Durán (Independencia), Lorena Olavarría (Melipilla) y Érika Martínez (San Miguel), además de la alcaldesa independiente Paulina Bobadilla (Quilicura). Con ellos se reunió en el Gobierno Regional para almorzar.
Las gestiones de los alcaldes frenteamplistas son cruciales para Orrego, dado que aún no se ha definido oficialmente si lo respaldarán en la reelección. En la última elección se alinearon con Karina Oliva. Y hoy, ad portas de conformar un partido único, el Frente Amplio da señales de que Claudio Orrego es el camino a seguir.