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Crédito: Agencia Uno
El período de ejecución del plan financiero de emergencia no podrá exceder un plazo de dos años; en tanto, la Superintendencia velará por que éste se cumpla en sus distintas etapas. La UACH debe remitir a la Superintendencia un informe trimestral sobre el “avance de medidas críticas”.
La Superintendencia de Educación Superior (SES) informó a la comunidad universitaria de la Universidad Austral de Chile (UACH) que aprobó el plan de recuperación económica presentado por la casa de estudios superiores de Valdivia para hacer frente a su compleja situación financiera y administrativa en los últimos años.
El pasado 15 de febrero, la UACH presentó formalmente su Plan de Recuperación 2024-2025, con el objetivo de abordar de manera autónoma los problemas significativos identificados durante una detallada investigación realizada por la SES el año pasado.
Tras un exhaustivo análisis de las medidas propuestas, la Superintendencia identificó observaciones que, de no ser corregidas a tiempo, podrían comprometer la efectividad del plan y su impacto en la salud financiera y administrativa de la institución.
El pasado 2 de abril, la Universidad presentó un nuevo informe a la SES, detallando medidas que subsanan las deficiencias identificadas, realizando ajustes necesarios y comprometiéndose con una reestructuración organizativa y operativa profunda. Estas acciones apuntan a mejorar la eficiencia y restablecer la sostenibilidad financiera de la Universidad Austral de Chile.
“Esta Superintendencia también valora el esfuerzo desarrollado por las autoridades de la universidad y sus distintos estamentos, quienes, conscientes del complejo escenario que vive la institución, acercaron posiciones para comprometer una hoja de ruta que asegure de manera responsable el futuro de la institución. En virtud de lo anterior, esta Superintendencia ha decidido aprobar el plan de recuperación presentado por la Universidad Austral de Chile, lo que sumado al informe favorable entregado por el Ministerio de Educación, implica el inicio de un proceso que exige la ejecución de acciones prioritarias que la institución deberá llevar a cabo a la brevedad para asegurar la viabilidad y el éxito de las etapas posteriores del plan”, señaló la Superintendencia en un comunicado.
Según la declaración “es fundamental que, de manera inmediata, la Universidad ejecute el plan de acción financiera, adopte las medidas académicas urgentes y establezca una unidad de seguimiento que garantice el integral cumplimiento del plan de recuperación”.
El período de ejecución de este plan no podrá exceder un plazo de dos años; en tanto, la Superintendencia velará por que éste se cumpla en sus distintas etapas. Para estos efectos, la Universidad deberá remitir a la Superintendencia un primer informe trimestral, al 5 de julio de 2024, sobre el estado de implementación de las medidas críticas y responder oportunamente a los requerimientos que se le puedan formular.
Si esto no fuese así, la Superintendencia evaluará negativamente la implementación de las medidas del plan y avanzará en la adopción de alternativas que permitan asegurar la sostenibilidad financiera de la institución. Para monitorear de cerca este proceso, designará próximamente un delegado a cargo de dar un detallado seguimiento a cada una de las iniciativas comprometidas en el plan.
