Es relevante el proyecto de ley, ya aprobado en el Congreso, que declara a Internet como servicio público, que, además de relevar la importancia de dicho servicio, fortalece las atribuciones del regulador para fomentar el nivel de competitividad en la industria.
En Chile el sector de las telecomunicaciones se ha caracterizado en los últimos 30 años por mantener una sólida política de largo plazo, independiente de los gobiernos de turno. Esta virtud ha sido reconocida a nivel mundial y es la principal razón del desarrollo del sector de telecomunicaciones respecto al resto de los países de la región.
Un aspecto relevante es que las diferentes autoridades del sector, en sus distintos periodos de gestión, han trabajado en aumentar la competencia y evitar la concentración en uno o dos operadores; el famoso multicarrier de larga distancia fue el inicio que marcó esta senda.
Hoy día vemos que, a pesar de los indicadores de penetración y precios de los servicios de telecomunicaciones, existe un alto riesgo de concentración de dicho mercado.
Actualmente tenemos una situación preocupante, a los problemas financieros y de gestión que enfrenta uno de los operadores más activos en el mercado, se agrega que otro de los operadores de relevancia en Latinoamérica no cuenta con redes de 5G. Este último aspecto fue un error estratégico mayor al privilegiar, en la licitación de espectro para 5G, la recaudación financiera de corto plazo y no continuar con la política de Estado, que era mantener el nivel de competitividad que se había logrado en los últimos 30 años, con el consiguiente beneficio para todos los chilenos.
Por ello he planteado que es relevante el proyecto de ley, ya aprobado en el Congreso, que declara a Internet como servicio público, que, además de relevar la importancia de dicho servicio, fortalece las atribuciones del regulador para fomentar el nivel de competitividad en la industria. Por ello es importante que además se avance en la portabilidad de Internet como servicio fijo, sobre lo cual hay un proyecto en discusión en el Congreso.
En resumen, es absolutamente necesario y urgente que se realicen todos los esfuerzos, por parte de la autoridad sectorial, para garantizar que los chilenos sigamos contando con un mercado eficiente y con un nivel de competitividad como ha sido en los últimos años.