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Sara Concha y Francesca Muñoz: “Las Iluminadas” de la Cámara PAÍS Créditos: Agencia Uno

Sara Concha y Francesca Muñoz: “Las Iluminadas” de la Cámara

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Las diputadas evangélicas son dos de los tres militantes del Partido Social Cristiano en la Cámara. Con escaso poder de negociación, en el Congreso se esconde una crítica feroz: “Son fanáticas religiosas, entienden pocas razones, y no tienen nivel para hacer análisis político”.


Luego de la elección de la mesa directiva de la Cámara en la que la diputada comunista Karol Cariola quedó como presidenta, el ex PDG Gaspar Rivas en la vicepresidencia junto al demócratacristiano Eric Aedo, tanto Republicanos como el Partido Social Cristiano presentaron una moción de censura que terminó por darle al oficialismo un nuevo triunfo en menos de una semana. El Partido Social Cristiano tiene a dos de sus militantes en el Congreso -Sara Concha y Francesca Muñoz-  que se caracterizan por  tener un bajo peso político. Desde la oposición afirman que se han convertido en un dolor de cabeza permanente, donde ya advierten sentir “hastío” por su forma de proceder, que, por lo general, terminan por fortalecer al Gobierno, aunque el propósito sea lo contrario.

Desde Chile Vamos comentan que tanto El Partido Social Cristiano como el Partido Republicano buscan competir por quién es más duro contra el Ejecutivo, pero “torpemente terminan regalándole triunfos”. El año pasado -sostienen fuentes de derecha- mientras Chile Vamos estaba pensando en acciones para tomar en contra del ex ministro de Educación Marco Antonio Ávila, las diputadas Muñoz y Concha trataron de ganarle el quien vive al resto de la oposición presentando una acusación constitucional por motivos de orientación sexual, que terminó por fortalecer al ministro.

Ese evento, junto a la censura que presentaron contra la Mesa -que también la hizo el Partido Republicano- terminó por rebalsar el vaso. Y es que, según explican en la oposición, las diputadas -en reserva se las califica como “las iluminadas” en relación a la parodia de un par de activistas evangélicas del programa Morandé con Compañía- terminan por llevar adelante estas iniciativas “atolondradas” que arrastran a Chile Vamos a una derrota. Además, si Chile Vamos no se suma, junto a republicanos les endosan ser una derecha blanda.

Ambas son evangélicas y desde el Congreso comentan que su agenda legislativa es limitada porque sólo buscan convocar a ese nicho. Por ejemplo, buscan instalar temas morales o éticos “pro familia” y van en contra de la agenda feminista, pues según cuentan en Chile Vamos, son materias de la agenda 2030.

Concha tiene 28 años, representa la región del Maule y según la Biblioteca del Congreso tiene el título técnico de secretaria y al momento de ser electa cursaba sus estudios de fonoaudiología en la Universidad del Alba (ex Pedro de Valdivia), en Chillán. Muñoz tiene 44 años, representa a la región del Bío Bío y es profesora de inglés. 

Desde Chile Vamos aseguran que pese a ser un dolor de cabeza, por lo general votan alineadas para la mayoría de las materias, pero reconocen que tienen una agenda mediática que se basa en entrar en conflicto con el Gobierno y eso lo califican como una estrategia básica y que pierden al no distinguirse por trabajo propio.

Ahora, desde la colectividad sí aseguran que el tema de la censura generó molestias porque se sabía que iba a fracasar y terminaron arrastrando a la oposición a una derrota sin sentido. “Le hablan a su público con un discurso ligado a las iglesias evangélicas”, dice un diputado de derecha.

A parte de las derrotas, un problema que genera esta actitud es que Renovación Nacional le presta votos cuando les conviene, pero cuando no sucede, los critican. “Uno se aburre”, dice bajo reserva.

Otro parlamentario de Chile Vamos cree que ambas “hacen valer lo importante de la fragmentación política”. Por eso, dicen, que funcionan por la contingencia y en base a ganar popularidad”. Comentan, que esas acciones es lo único que tienen para generar vitrina.

Otro parlamentario de oposición, pero más de centro, cree que ni Concha ni Muñoz tienen “niveles para hacer análisis político” y opina que “son absolutamente mujeres de extrema derecha, que son absolutamente viscerales y no son personas que tengan la capacidad de conversar”. Lo más grave, agrega, que terminan distorsionando a la derecha.

Otro parlamentario no oficialista -bajo reserva- las graficó como aquellas “que andan con el pandero en la mano”. Se explicó: “Son fanáticas religiosas, entienden pocas razones”. Las calificó como de bajo nivel y destructivas “para ser cristianas”.
Otra cosa que lamentó este parlamentario es que “la derecha las escuche”, cosa que en Chile Vamos, aseguran que ya no va a suceder. Al tratar de contactarse con las diputadas en cuestión, este medio no recibió respuestas.

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