Además, el padre de uno los carabineros asesinados en Cañete, compartió que Misael había expresado preocupación por la peligrosidad del área: “peligroso, lo mismo donde caminaban, peligrosísimo, no se sabía como iban a aparecer. Anoche mismo, nadie se imaginaba que le iban a tender una emboscada”.
Fidel Vidal, padre de Misael Vidal Cid, cabo primero y uno de los tres carabineros asesinados en Cañete, conversó con la prensa sobre la trágica muerte de su hijo.
Describió los últimos instantes que compartió con Misael y criticó la respuesta de las autoridades gubernamentales. En esa línea, reveló preocupantes detalles de las condiciones en que se encontraban su hijo y sus colegas: “No estaban con los resguardos respectivos, decían que las armas ni siquiera tenían municiones”.
Además, aseguró que su hijo había expresado preocupación por la peligrosidad del área: “peligrosísimo, no se sabía como iban a aparecer. Anoche mismo, nadie se imaginaba que le iban a tender una emboscada”.
Del mismo modo, recordó la última vez que vio a su hijo: “Hacía días que no conversaba con él, anoche pasó a buscar una máquina y después cuando se fue me dijo ‘chao, chao, papá’. Se fue a despedir de mí, es lo que digo yo”.
Al ser consultado sobre qué pediría a las autoridades gubernamentales, expresó su desencanto: “qué le voy a pedir al Presidente, si tantos han muerto y no han hecho nada… Ni aunque tomaran preso a los terroristas que mataron a los carabineros, la muerte no se recupera”.
También destacó el compromiso de su hijo con la institución y su valor como funcionario: “Él era muy amante de la institución, le gustaba, por eso trabajaba ahí, como 11 años estuvo… (él no sentía) temor, porque ellos están preparados para eso, para enfrentar a lo que les pase por delante”.
Relató además la experiencia de la víctima fatal en la zona: “Hace tiempo que estaban trabajando allá, a veces subían a la montaña, cuando quemaron el molino ahí también”.
“Esto que ocurrió ahora no tiene nombre, entonces si el Gobierno no hace algo ahora…”, cerró.