El exsuperintendente de Salud, Manuel Inostroza aseguró que si las isapres suben sus planes para poder lograr solvencia y pagar su deuda, quedarán con sólo un millón de afiliados. Eso trae otro problema porque Fonasa no tiene cómo recibirlos a todos. “Es un mal acuerdo”, dijo.
El exsuperintendente de Salud, Manuel Inostroza, aseguró que las isapres quedarán con un millón de afiliados de los 2.7 millones con los que cuenta actualmente, en caso de que no tengan cómo pagar la deuda del fallo de la Corte Suprema y tengan que subir los precios de sus planes de salud.
En conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, dijo que “hoy día hay 2.700.000 aproximadamente personas afiliados en el sistema de isapres. Yo calculo que de aquí a dos años, con este sistema, probablemente el sistema privado puede quedarse con un millón de personas aproximadamente. Un millón seiscientas mil personas más podrían migrar, dado que no van a tolerar o no van a querer aceptar los importantes incrementos de precio base de los precios de los planes de salud”.
Eso, según Inostroza, va a generar que Fonasa “tenga que generar una capacidad de atención que en la actualidad institucional yo creo que lamentablemente no tiene”.
“Es decir, los hospitales públicos ya están con listas de espera, las listas de espera han vuelto a crecer en número, e incluso en los últimos cuatro meses han vuelto a crecer en tiempos de espera,
que era algo que el gobierno había logrado reducir hasta el año pasado, pero en los últimos cuatro meses volvieron a aumentar los tiempos de espera. Y por lo tanto no va a poder resolverse por la vía institucional”, agregó.
“Yo sigo opinando que es un mal acuerdo, básicamente porque lo único que hace, en mi opinión, es chutear el problema para más adelante. Y yo lo voy a reflejar de la siguiente manera.
Básicamente lo que hace este acuerdo, dado la falta de voluntad del gobierno para usar la mutualización o la propuesta de la FEM de la Universidad de Chile para recalcular correctamente la deuda, deja la deuda en el tope máximo que hoy día puede tener, que va a ser del orden de los 1.400 millones de dólares. Y por otro lado, se arma un paquete financiero muy calzado para las ISAPRE, para que esa deuda sea pagada íntegramente por los afiliados en los reajustes de precio”, dijo.
“Hasta ahora yo lo veo como un mal acuerdo porque logra salvar la mirada de muy corto plazo, pero no resuelve los problemas que originaron esta crisis en el sistema privado de salud. Se está inventando una deuda mucho más abultada de la que técnicamente corresponde y como se genera una deuda abultada, todo el tinglado financiero que construimos en torno a esa deuda hace que el propio gobierno y los parlamentarios acuerden un reajuste de precio base que tiene que incorporar la deuda, es decir, esa misma deuda inventada o abultada, a la deuda de la salud. A su vez, la tienen que pagar los afiliados. En mi opinión, habría sido mucho más correcto calcular correctamente la deuda, la deuda que hubiera quedado de ese mecanismo, con este mecanismo en el orden de 450 millones de dólares y no los 1500 millones de dólares que hay que devolver. Entonces, el sistema se pasa un autogol, a mi juicio. Insisto, se salva la coyuntura de que no van a quebrar en los próximos meses”, añadió.
“Lo que es una buena noticia, es la modalidad de cobertura complementaria al Fonasa, que permite que Fonasa mejore, y permita tener una cobertura mejor en prestadores privados. Ahora, está por verse porque eso tiene que licitarse y eso va a estar implementándose, me imagino yo, que de aquí a unos nueve meses más, entre que vayan las bases de licitación a la Contraloría, se licite, se haga todo el proceso, van a pasar menos de nueve meses, y eso podría generar que las personas que emigran de isapres a Fonasa tengan que utilizar la modalidad de cobertura complementaria”.
“Igual, esa la tienen que pagar de su bolsillo, porque en esta solución el Estado no pone ningún peso, y por lo tanto, cuánto cueste esta nueva modalidad como una suerte de seguro complementario que va a tener Fonasa, es algo que va a depender de la licitación. Nosotros hemos calculado, como Universidad Andrés Bello, que esto va a costar del orden de 50.000 pesos, por persona, es decir, a una familia promedio, diría en Chile, que son 3,1 personas, le va a costar del orden de 160.000 pesos adicionales al 7%, tener esta modalidad de cobertura complementaria”, agregó.