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Créditos: Agencia Uno
Hoy, ambas salas del Congreso votarán el informe de la comisión mixta que trae consigo la resolución de los nudos que había en la ley corta. El acuerdo fue transversal. Oficialismo y oposición cedieron, pero persisten las dudas sobre si el Socialismo Democrático estará a la altura.
Más de dos jornadas completas de negociación hicieron falta para que la comisión mixta, compuesta por parlamentarios oficialistas y de oposición, lograra llegar a un acuerdo respecto a la ley corta de isapres. Las sensaciones postnegociación circulaban en discursos que admitían que se aprobaron cosas que no fueron del gusto de un grupo o de otro, pero finalmente ambos sectores se encontraron a medio camino. Sin embargo, parlamentarios del Socialismo Democrático (SD) se encuentran dudosos y dicha posición podría poner en peligro la ley, en un escenario donde el plazo final expiró este domingo. Por esta razón es que la Comisión de Salud del Partido Socialista (PS) sacó este sábado una declaración pública llamando al orden a sus parlamentarios.
Uno que salió disconforme de la comisión mixta fue el senador Juan Luis Castro (PS), y su descuelgue provocó que parlamentarios del SD anunciaran su negativa al proyecto, pero no necesariamente por apoyarlo a él. Castro, durante el trámite, no se mostró conforme con la ampliación del plazo de pago de las isapres, desde los 10 años establecidos en la instancia anterior, a 13 años. Además, se mostró contrario a que se mantenga el aumento del Indicador de Costos de la Salud (7,4%) durante los tres próximos años, es decir, hasta el 2027.
Según el senador Juan Luis Castro, con la aprobación de estas normas “se estaría volviendo a castigar a la gente”. Ese argumento arrastró a su correligionario, el senador Alfonso de Urresti, quien en Radio Pauta señaló que no quiere “ser cómplice en avalar una situación que no beneficia a los ciudadanos y, peor aún, consolida una situación dolosa”.
El parlamentario explicó en dicho medio que “no me parece un buen precedente que, a través de una ley, estamos estableciendo una fórmula prolongada de pago y otorgando una serie de beneficios a instituciones que han sido negligentes“, criticó.
Otra persona que se sumó a la línea de Castro fue el senador democratacristiano Iván Flores. Para el parlamentario, el acuerdo transversal suscrito en la comisión mixta “es un perdonazo, así de claro”. Flores argumentó que la ley es “un traje a la medida de las isapres”, a la vez que acusó que en “la derecha fueron sus defensores, han sido sus escudos y desplegaron una campaña del terror”. Además, aseguró no entender “la conformidad del Gobierno”.
Voces al interior del Socialismo Democrático en el Senado coinciden con las aprensiones de Castro y compañía, pero afirman que entregarán un voto positivo y que, probablemente, se vaya a aprobar la ley en el Senado. Se necesitan 26 votos y los descolgados son de dicho sector y algunos DC. Ahora, estas voces reconocen que la ley no les gusta, pero entienden que no se puede seguir postergando el tema, porque sería peor que los usuarios se quedaran sin atención.
Al consultar en la Cámara de Diputadas y Diputados, el acuerdo también es transversal. El viernes, tanto personeros del comité del Partido Comunista-Frente Regionalista Verde Social-Acción Humanista-Independientes, así como del Frente Amplio, Chile Vamos y el Partido Republicano, confirmaban que estaban alineados en votar a favor la ley corta. Todos con alcances, pero existe un consenso en que hay que respetar el acuerdo, pues se agotó el plazo para darle cumplimiento al fallo de la Corte Suprema que mandata a las isapres a devolver los cobros en exceso a sus afiliados.
Sin embargo, al preguntar al interior de las bancadas del Socialismo Democrático, muestran dudas. Otros, confirman derechamente que votarán en contra. Si bien coinciden con Castro en que el aplazamiento del pago de la deuda y la mantención de la modificación del ICSA durante tres años convierten a la ley corta en un traje a la medida para las isapres, bajo reserva lo hacen responsable de que estas normas estén dentro del acuerdo.
Para entender esta idea es necesario remontarse al día martes de la semana pasada, cuando el acuerdo estuvo a punto de caer, según explicó la diputada Ana María Gazmuri (AH) en CNN. Según detalló la presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara, el oficialismo, la oposición y el Gobierno habían triangulado un acuerdo en donde se mantendría la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC) y no se recalcularía el monto de la deuda anunciada por la Superintendencia de Salud (1,2 millones de dólares).
Sin embargo, Castro se había retirado de la reunión antes de que terminara y ahí se acordó que el plazo máximo de pago serían 13 años y no los que se habían acordado en presencia del senador.
El miércoles en la mañana, al enterarse Castro de esa modificación, dijo que no daría el acuerdo. Eso desencadenó la retirada de las firmas del diputado Andrés Celis (RN) y el senador Sergio Gahona (UDI) y, por lo tanto, la discusión volvió a cero y le otorgó espacio a la oposición para hacer nuevas solicitudes para llegar a acuerdo.
Finalmente, se arribó al acuerdo con el voto del senador Castro en contra. Entre muchas cosas, se acordó que se mantenía la MCC, no se recalcularía el monto de la deuda, el plazo máximo de pago sería de 13 años (sin retiro de utilidades hasta que la deuda se subsane) y que se mantendría la modificación al ICSA por los próximos tres años, ingresado esto a solicitud de la oposición en este nuevo espacio de negociación.
Es por esa razón que algunos de los parlamentarios del Socialismo Democrático, en su mayoría del Partido Socialista, votarían en contra del proyecto, pues piensan que el aumento del ICSA es una mala política y responsabilizan al senador Castro de haber dado el espacio para que esta se reingresara en la discusión.
Ante la duda del SD, el diputado del Partido Radical Tomás Lagomarsino –integrante de la comisión mixta y testigo de la negociación– hizo un llamado “a los sectores oficialistas y progresistas a no cometer un error”, pues en este proyecto –dijo– “está incorporada la Modalidad de Cobertura Complementaria del Fondo Nacional de Salud, que da una mejor cobertura al 80% de la población que está en Fonasa, y sería un error histórico que se terminara aprobando con los votos exclusivamente de la oposición”.
Además, agregó que es importante considerar que se logró “excluir la mutualización y la aplicación del fallo solo sobre los contratos administrados al momento de la publicación de la ley”. Lagomarsino reconoció que para dejar fuera estos mecanismos se tuvo que ceder, “pero tenemos buenas noticias que plantearle a Chile si este proyecto de ley se aprueba, producto de la Modalidad de Cobertura Complementaria, y espero que en eso el oficialismo no se pierda”.
El diputado del Partido Republicano Agustín Romero reveló a El Mostrador que su bancada votaría a favor, “aunque no es lo ideal, pero podría abrir una ventana a la esperanza para el sistema”. El parlamentario justificó su inclinación a propósito de que “no podemos ser irresponsables ni seremos nosotros quienes obstaculicemos una solución. El Gobierno es el responsable de gestionar esta crisis, como en otros desastres naturales y sociales en el pasado, aunque ha mostrado su incapacidad para manejar tales situaciones, pero hoy nos pone entre la espada y la pared, obligándonos a escoger entre la destrucción total o una mínima esperanza de continuar con el sistema”.
Sobre la probable negativa del Socialismo Democrático, Romero sostuvo que dicho sector “está armando un mero espectáculo, motivado por la intención que tenía el senador Castro de votar por separado el ICSA y la MCC”. Sobre eso, agregó: “Es un show, porque el Gobierno ha triunfado en su estrategia de generar las condiciones para acelerar que más ciudadanos se trasladen del sistema isapre a Fonasa. El senador Castro es plenamente consciente de esta dinámica y rehúsa asumir su responsabilidad al respecto”.
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