Se organizaban en grupos para salir a hacer controles y al momento de fiscalizar, si la persona tenía antecedentes o portaba droga, se pedía dinero para no reportar la denuncia y se consignaba a la persona “sin antecedentes”. Además, recibían un pago de comerciantes ambulantes del barrio Meiggs.
“Ya se está tramitando la baja de estos delincuentes”, dijo el general de Carabineros Marcelo Lepín luego de que detuvieran a 12 uniformados por los delitos de cohecho, apremios ilegítimos, hurto, tráfico de drogas y detención ilegal. Lepín reveló además que deberían ser 13, pues aún falta detener a uno que también es miembro de la institución de Carabineros.
Los “delincuentes”, según los calificó su superior, son miembros de la Segunda Comisaría de Santiago, ubicada en el barrio República, Región Metropolitana. Otro de los imputados pertenece a la Tercera Comisaría, a cuadras el Palacio de La Moneda. La mayoría de los detenidos forman parte de la Escuadra de Control Orden Público (ECO) quienes hacían sus labores de control preventivo en el barrio Brasil, Yungay o Meiggs.
La fiscal Marcela Adasme, jefa de Análisis Criminal de la Fiscalía Centro Norte, lideró la investigación y dio cuenta de que esta “escuadra del descontrol” tenía un trato con vendedores ambulantes: pago de coimas, vínculos personas con antecedentes penales y con traficante de drogas.
Según reveló La Tercera el caso involucra a una subteniente, un sargento y el resto, cabos, de grados primero y segundo. Estos se organizaban un grupos para salir a hacer controles. Fuentes del medio mencionado informaron que al momento de fiscalizar, si la persona tenía antecedentes o portaba droga, se pedía dinero para no reportar la denuncia y se consignaba a la persona “sin antecedentes”.
Sin embargo, el grueso de apoyo que tenía el escuadrón era en el barrio Meiggs, especialmente por comerciantes extranjeros. Este barrio había sido intervenido anteriormente por ser foco de hechos violentos.
Según los antecedentes que reveló La Tercera existen pruebas que apuntan a que comerciantes chinos pagaban a este grupo de carabineros una suma que asciende hasta los $1,6 millones mensuales. Hasta ahora, existen tres sospechosos de origen chino que pagaban $4,8 millones por seguridad al “escuadrón del descontrol”.
El general Lepín afirmó en un punto de prensa que “no hay ninguna denuncia que quede sin investigar” y que existe “tolerancia cero” ante este tipo de actos. Adasme aseguró que los imputados tendrán el control de detención el día de mañana.
El subsecretario del Interior Manuel Monsalve calificó este hecho de “la máxima gravedad”. Las razones, porque “primero debilita la confianza de los chilenos en las instituciones policiales, pero aún más doloroso, traiciona la memoria de mártires de carabineros que perdieron su vida protegiendo la seguridad de los chilenos”.
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