La cientista política, Javiera Arce-Riffo aseguró que el proyecto de aborto anunciado por el Presidente Gabriel Boric fue una estrategia para “encapsular todo ese apoyo”. Sin embargo, en temas de políticas de igualdad, agregó que había otras propuestas “con mas agua en la piscina”.
La cientista política, Javiera Arce-Riffo aseguró que el proyecto de aborto legal anunciado por el Presidente Gabriel Boric en la pasada Cuenta Pública -el que le generó nuevos flancos de críticas con la oposición- es una medida del Gobierno para afianzar su base de apoyo.
“Había que tratar de tirar un fuego artificial y ese fuego artificial es un poco como tratar de encapsular todo ese apoyo. Y ahí se tiran estos dos elementos en el medio del discurso que van a generar, por supuesto, una sobreactuación y una sobrereacción absolutamente destemplada y fuera de todo lugar, como lo que hizo un sector de la derecha que salió del Congreso y que me parece realmente absurdo,además ocuparlo como un elemento paralizante para poder, para negar, por supuesto, una discusión de fondo, que sería en este caso, yo creo, el proyecto de pensiones y el pacto fiscal”, dijo en conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler.
En ese sentido, agregó que en temas de políticas de igualdad, había varias que “eran perfectamente más urgentes, y con más agua en la piscina que haber anunciado una ley de aborto restringido durante los últimos tres meses”.
“Quiero declarar en este momento que yo, en verdad, siempre he sido partidaria, por supuesto, de la autonomía del cuerpo de las mujeres y sobre todo para mí el aborto, siempre lo he visto desde una perspectiva de salud pública y políticas públicas. El tema del aborto en realidad no tiene que ver con temas valóricos, como dijo el senador Javier Macaya. Eso yo también estoy en contra de esa visión, menos que nos digan woke por haber impulsado siempre desde una agenda el feminismo el tema del aborto. Sin embargo, creo que hay reformas mucho más interesantes que se podían haber abordado en políticas de igualdad”, dijo.
La cientista política reiteró que lo que hizo el Ejecutivo fue “hablarle a ese 30%, pero yo sinceramente no estoy tan segura que el movimiento feminista en particular crea que esto va a ser posible, porque así es como se ha hecho. Si yo daba la votación o la composición que tiene el Congreso en este momento, no es posible que una ley de aborto libre pase al Congreso. Eso no va a ocurrir. Entonces estamos menos complicados. No sé si es un fuego artificial, un saludo a la bandera o hay algo atrás de que quiere reivindicar la figura de alguien, etc. O sea, hay como una estrategia, creo yo, pero esto se sabe porque no hay capacidad institucional para que una ley de esas características pase el trámite legislativo”.
“Yo creo que primero, cuando uno quiere tener socios, quiere conquistar a alguien, tiene que hacer el periodo de conquista. Entonces, en este caso, si se iba a lanzar este tema, sobre todo hay que decirle a los aliados, por último, contarles antes. Entonces, ahí yo creo que es lo complejo, porque siempre para la democracia que tenemos en particular ha sido un tema complejo, pero yo creo que lanzar esto sin consultar a tus aliados, porque entiendo que también el resto de los partidos del Socialismo Democrático como que se enteró ahí que iban a lanzar este tema. Y también, no sé de qué forma podrían haber reaccionado. Yo creo que hay que ver cuestiones estratégicas también”, reiteró.
Finalmente, ejemplificó que había otros temas a destacar, como que según datos de los Cesfam, se han logrado reducir a cero los embarazos adolescentes de niñas entre 15 y 19 años. “Entonces, la política de derechos sexuales reproductivos y no reproductivos sí funciona. Entonces, hay que ver también hacia dónde tenemos que apuntar y no gastar, como dicen en el campo, así como balas en gallinazos. Por eso creo que no sé si esto sumó”, cerró.