Maduro y Putin llevaron la tensión entre el PC y el Mandatario a su pináculo en tres años. “De geopolítica entiende muy poco el Presidente (…). Si hay países en América Latina con la democracia mucho más que frágil, son Perú y Ecuador, pero él no dice nada”, señaló el exdiputado Hugo Gutiérrez.
Un nuevo episodio en la escalada de divergencias entre el Partido Comunista (PC) y el Presidente Gabriel Boric, por visiones opuestas sobre los gobiernos de Venezuela y la Cumbre por La Paz en Ucrania, se produjo ayer.
En El Siglo, el diario oficial del PC, un reportaje destacaba que “no todos los países concurrentes a la llamada ‘Cumbre por la Paz en Ucrania’ estuvieron de acuerdo en suscribir las conclusiones de un texto promovido por gobernantes de la OTAN”, agregando que “solo 79 de los 92 gobiernos asistentes al encuentro en Lucerna, Suiza, suscribieron el escrito” y que a favor de este “firmaron, entre otras, las representaciones de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, los gobiernos de derecha de Argentina y Ecuador, a los que se sumó el Gobierno de Chile”, reparaba el medio.
Y es que la relación entre el Presidente Boric y el Partido Comunista pasa por su momento más gélido en tres años de Gobierno. Así se interpreta en el oficialismo, donde observan una espiral de tensión entre ambos, que comenzó el 1 de junio y se incrementó por las divergencias en torno a la política del Kremlin y del Palacio de Miraflores, la que se hizo patente en la gira presidencial por Europa.
En efecto, las diferencias entre la tienda y el Jefe de Estado se arrastran desde la Cuenta Pública del pasado 1 de junio. Ese día el senador Daniel Núñez (PC) expresó que con la propuesta de aborto “reaparecía el relato transformador del programa” de gobierno. Y esa misma tarde, en el acto por el 112 aniversario del PC, –con los embajadores de Rusia y de Venezuela en primera fila– su líder, Lautaro Carmona, advirtió –en medio de aplausos– que “lealtad no es obsecuencia”, en relación con algunas visiones críticas sobre la agenda de La Moneda.
Sin embargo, el mayor enfrentamiento comenzó la semana pasada, a raíz de la apreciación de dichos regímenes, a tal punto que fuentes del PC dicen que el Presidente desafió a los comunistas cuando, el miércoles pasado, afirmó que “nosotros no actuamos por consideraciones de corto plazo” y que no hay “doble estándar” en materia de derechos humanos.
Otro punto de inflexión fueron las críticas del Mandatario al gobernante ruso, Vladimir Putin, a quien no dudó en calificar como el líder de un país “imperialista, expansionista”, precisando que le resulta “muy sorprendente” que haya sectores en América Latina que, “quizás por un malentendido histórico”, creen que Rusia es una “fuente de referencia de la izquierda en el mundo”, en circunstancias que Putin –afirmó– “está más bien aliado con las fuerzas de ultraderecha”.
Después, previo a la reunión bilateral que sostuvo con el presidente de Ucrania, mandó un mensaje directo al Partido Comunista, señalando que “la política exterior de Chile la define el Presidente de la República. Los partidos políticos tienen libertad para opinar al respecto, pero quien toma las decisiones es el Presidente. (…) Nosotros hemos actuado en función de principios y no de consideraciones de corto plazo ni de quién está en el poder durante determinado momento a la hora en que se han violado derechos humanos o que se ha debilitado la democracia”, dijo.
Luego de ello, repasó al régimen de Nicolás Maduro, al cual siempre ha criticado, lo que se ha intensificado a partir de las declaraciones del fiscal general de Venezuela, quien ha asegurado que el asesinato del exteniente Ronald Ojeda fue cometido por chilenos, en concomitancia con el Tren de Aragua.
Y volvió sobre el régimen de Maduro, argumentando que “se ha debilitado la democracia. En el caso de Venezuela me parece absolutamente evidente. Siete millones de venezolanos han dejado su patria. Quien no quiera reconocer eso, la verdad es que no me parece que haya mucho más que discutir al respecto”, sentenció Boric, agregando que en el Ejecutivo no había “un doble estándar” y que “no se amilana” por las críticas.
Las palabras del Primer Mandatario cayeron mal en la mesa directiva comunista. Al día siguiente, dirigentes del PC cuestionaron el apoyo de Boric al presidente Zelensky –con quien se reunió en Suiza– y le reprocharon que, a seis semanas de las elecciones en Venezuela, dijera que las instituciones en ese país “estaban deterioradas”.
Los diputados de la bancada comunista Matías Ramírez y Nathalie Castillo se refirieron al tema. Para el primero, cuestionar la institucionalidad venezolana no mejorará la cooperación que La Moneda busca y a pocas semanas de las elecciones presidenciales del país caribeño, donde Maduro postula a su cuarta reelección.
“Las relaciones internacionales son una potestad del Presidente y él debe definir la postura respecto de cada Estado. Sin embargo, creo que Chile debiese jugar un papel de observador, considerando las prontas elecciones en Venezuela, para que estas se den de manera tranquila y, en ese sentido, cuestionar su institucionalidad no creo que permita mejorar las relaciones y la cooperación que se requiere hoy”, aseguró el diputado Ramírez a El Mostrador.
La diputada por Coquimbo, Nathalie Castillo, señaló que el PC es partidario de que los procesos internos de los países sean respetados y que en la colectividad se espera que haya mejor respuesta a eso. Además, le respondió a la acusación sobre “consideraciones de corto plazo”, precisando que “nuestra tesis es que debemos fortalecer las relaciones bilaterales con Venezuela, entendiendo la importancia de que esto contribuya en materia de seguridad, pero también en temas migratorios”.
Y añadió: “Debemos ser capaces de respetar los procesos internos de las naciones, nuestro partido siempre ha expresado aquella premisa y, frente a ello, esperamos que se tenga una mejor disposición a la colaboración entre los países. El momento electoral en Venezuela es una cuestión que supera este debate; si debemos darlo, no es desde una posición cerrada, sino con ánimos de fraternizar y estrechar lazos para el desarrollo de ambos”, dijo la diputada Castillo a este medio.
Más frontal fue el exdiputado y exconvencional Hugo Gutiérrez, quien planteó que el Presidente Boric debiera fijarse antes en los gobiernos de Perú y Ecuador, que están más cerca: “Creo que él debiera empezar por apuntar su crítica a países que Chile apoya, pues hay países en América Latina que tienen una democracia mucho más que frágil, la democracias peruana y ecuatoriana, pero no dice nada. Estamos haciendo crítica en lugares donde no corresponde”, señaló a El Mostrador.
Y cuestionó: “En relación con Rusia, pareciera que de geopolítica y geoestrategia entiende muy poco el Presidente de la República, porque aquí el esfuerzo que se está haciendo a nivel mundial es romper la hegemonía norteamericana y por terminar con la imposición de normas internacionales. En eso están China, Rusia, Sudáfrica, India, y ese es el desafío actual, y si eso no lo entiende (…), a menos que él crea que lo que le corresponde a Chile es subordinarse a Estados Unidos”.
La chispa que detonó la confrontación comenzó con una entrevista de Boric concedida a Deutsche Welle, en la cual afirmó que “en Europa los partidos de ultraderecha son los de mayor cercanía con Putin”, y en relación con Venezuela, manifestó que en ese país “las instituciones en el marco del Estado de Derecho están claramente deterioradas” y que, a diferencia de aquel, “Chile era un país responsable”.
El domingo, en el programa “De Domingo a Domingo” de Radio Nuevo Mundo, Lautaro Carmona volvió a responder. El timonel del PC manifestó que la potestad exclusiva de quien representa al país en el extranjero es el Presidente de la República y que eso estaba fuera de discusión.
“Nunca hemos dicho que hay que someter a cabildo la representación exterior. Me tomo de lo que dijo el propio Presidente Boric, los partidos políticos tienen la posibilidad de hacer saber su pensamiento (…). El PC en su línea política (…) siempre ha incorporado el factor internacional para su análisis. O sea, no es que alguien, porque viaja a alguna parte fuera de Chile, a alguien muy importante, a los comunistas se les ocurre inventar un debate”, dijo Carmona.
Y este lunes siguió otro round con el reportaje de El Siglo, ampliamente comentado en el oficialismo. Según subrayó el medio, varias naciones no quisieron firmarlo por considerar que había omisiones y no daba cuenta de caminos para encontrar una salida al conflicto, y mencionó que entre estos Estados estuvieron México, Brasil, Colombia, Emiratos Árabes Unidos, El Vaticano e India.