Pese a cometer lapsus al referirse a su vicepresidenta Harris como “Trump” y al presidente ucraniano Zelenski como “Putin”, el mandatario reafirmó su intención de seguir en la contienda contra quien lo ha llamado “Sleepy Joe”. Biden reconoció su mal desempeño en el debate por falta de descanso.
En una esperada conferencia de prensa, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, restó importancia a las voces —provenientes incluso de su propio partido—que piden que ponga fin a su campaña a la reelección para las elecciones de noviembre y se mostró confiado en poder vencer al exmandatario Donald Trump. “Le vencí una vez y lo haré otra vez“, reiteró.
Biden dijo que no es “inusual” que haya dudas sobre su candidatura en este punto de la carrera presidencial y afirmó que todavía queda un “largo camino” por delante. La conferencia estuvo rodeada de máxima expectación, con todas las miradas puestas en el desempeño de Biden tras las dudas que han expresado miembros del Partido Demócrata sobre su capacidad para gobernar durante otros cuatro años, después del debate del 27 de junio contra Trump, quien lo ha apodado “Sleepy Joe“.
Esta rueda de prensa al cierre de la cumbre de la OTAN en Washington, fue la primera del mandatario en solitario desde noviembre.
Y el presidente no la arrancó con fortuna pues sufrió de nuevo un lapsus al llamar por error “Trump” a su vicepresidenta, Kamala Harris, en el inicio. “No habría elegido al vicepresidente Trump como vicepresidente si creyera que ella no estaba calificada para ser presidenta”, apuntó tras una pregunta sobre si Harris estaría lista para ocupar la presidencia en caso de que fuera necesario.
Biden fue preguntado por otro de los lapsus que ha marcado la jornada, cuando en un acto público se ha referido al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con el nombre de “Putin”. Visiblemente molesto, el presidente le quitó importancia: “¿Has visto una cumbre más exitosa? Estaba hablando de Putin y dije ‘Putin’, no, lo siento, Zelenski”.
“Sé que suena demasiado egoísta, pero otros líderes, jefes de Estado, al agradecerme, dicen: La razón por la que estamos juntos es por Biden (…) Creo que fue la cumbre más exitosa a la que he asistido en mucho tiempo”, afirmó.
Pero Biden tuvo una actuación débil en el debate contra Trump, en el que habló con voz ronca y mostró dificultades para concluir algunas frases.
La campaña había propuesto celebrar ese debate meses antes de lo habitual en campañas presidenciales con el objetivo de tranquilizar a los votantes preocupados por sus 81 años. Sin embargo, el encuentro tuvo el efecto contrario, con legisladores de su partido y prestigiosos medios poniendo en duda si será capaz de aguantar o si debería dar paso a otro candidato que se enfrente a Trump en noviembre.
Hasta ahora, Biden ha dejado claro que no planea retirarse de la campaña y figuras influyentes del Partido Demócrata, como el expresidente Barack Obama (2009-2017), han cerrado filas en torno a él.
Biden es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos y el primer octogenario en ocupar la Casa Blanca. Si gana a Trump en las elecciones del 5 de noviembre y sirve los cuatro años de mandato, dejaría el poder con 86 años.
El Partido Republicano ha agitado por tanto el fantasma de que votar por Biden en noviembre significaría en realidad elegir a Harris, quien, como siguiente en la línea de sucesión, asumiría la presidencia si le ocurriera algo al mandatario.
Biden reconoció que su mal desempeño en el debate presidencial de junio con el republicano Donald Trump fue un “error estúpido” y que lo que tiene que hacer es tomárselo con más calma”.
El mandatario negó las informaciones de que tenga que finalizar su agenda de trabajo antes de las 8 de la noche por sus 81 años de edad, como informaron medios estadounidenses tras las críticas por sus titubeos durante el debate presidencial.
“Lo que he dicho es que en lugar de empezar todos los días a las siete e irme a la cama a medianoche, porque es duro tomármelo con tranquilidad (…) La gente se va a dormir a las 10, eso es lo que digo”, aseguró Biden en su rueda de prensa.
En opinión de Biden, Trump se pasa el día “en su carro de golf”, básicamente “sin hacer nada” y el tiene eventos.
“Tengo una inclinación, tanto en deportes como en política, ha seguir el mismo ritmo. Para el próximo debate me lo tengo que tomar con más calma y no viajar a lo largo de 15 zonas horarias la semana antes”, indicó el mandatario.
Tras la mala noche del debate del 27 de junio, muchos demócratas entraron en “pánico” ante el temor de que la agilidad mental y la edad del presidente se conviertan en el centro de la campaña electoral contra Trump y el presidente no consiga remontar en las encuestas antes de las elecciones de noviembre.
Más de una decena de congresistas han pedido a Biden que se retire y varios donantes influyentes, incluido el actor George Clooney, han pedido un candidato más joven antes de la convención del partido de agosto.
A pesar de cometer lapsus al referirse a su vicepresidenta Kamala Harris como “Trump” y al presidente ucraniano Zelenski como “Putin”, Biden reafirmó su intención de seguir en la contienda. Reconoció su mal desempeño en el debate contra Trump, atribuyéndolo a la falta de descanso, pero sigue decidido a continuar con su campaña, a pesar de las críticas dentro de su propio partido.
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