El jueves hubo un inusual movimiento de ministros en los pasillos del segundo piso, con la sorpresa de que el ministro Jean Pierre Matus convocó a conferencia de prensa pasadas la 8:00 de la mañana, antes de entrar al Pleno.
La semana no pudo ser más ruidosa para esta institución donde el silencio es la norma. El lunes, en el Pleno habitual de esos días, los ministros se quejaron porque la Comisión de Ética no había notificado los nombres de los investigados. El miércoles, el prosecretario Marcelo Döering, entregó finalmente los nombres: Ángela Vivanco, Mario Carroza, María Teresa Letelier y Jean Pierre Matus. Y el jueves se vieron todos las caras nuevamente.
Nerviosismo en el Palacio de Tribunales. El jueves hubo un inusual movimiento de ministros en los pasillos del segundo piso, con la sorpresa de que el ministro Jean Pierre Matus convocó a conferencia de prensa pasadas la 8:00 de la mañana, antes de entrar al Pleno. Matus estaba indignado y no entendía por qué lo investigaban, dijo que él no tenía chats con el abogado Luis Hermosilla y que solo hizo una gestión telefónica con este cuando aún no era parte del Poder Judicial. Matus también realizó una presentación por escrito al tribunal.
El Pleno de quejas en una hora. Todos coinciden en que el Pleno del jueves fue corto e intenso. Mario Carroza dijo que lo habían pasado a llevar cuando lo nombraron en la Comisión de Ética y luego no le aceptaron la renuncia.Jean Pierre Matus señaló que nadie le había informado sobre la lista de investigados, que no sabía por qué lo investigaban. Adelita Ravanales confesó tener cercanía con la ministra Vivanco, así que presentó su renuncia a la Comisión de Ética. María Cristina Gajardo consideró que no había que aceptar las inhabilidades. Ante tantas divergencias, el presidente de la Corte, Ricardo Blanco, decidió llevar a votación las renuncias de Ravanales y Carroza.
Mala noticia para los investigados. La semana pasada contamos que el voto en contra de la renuncia de Mario Carroza a la comisión fue principalmente para evitar que Gloria Ana Chevesich, considerada una dura en temas de transparencia y ética, entrara a la instancia. Cuando el jueves se concretó la renuncia de Carroza y Ravanales, se selló la entrada de Chevesich y de otra representante del sector duro, Andrea Muñoz Sánchez, a la Comisión de Ética. Finalmente, tres miembros considerados duros en reglas administrativas, estarán a cargo de investigar a los cuatro ministros.
Como el Ministerio Público negó entregar los chats a la comisión, se le pidió al departamento de Comunicaciones de la Corte Suprema un informe que incorpore todas las denuncias aparecidas en la prensa y con esos documentos empezará el trabajo de la comisión.