Según Ismael Aguayo, vocero del movimiento, lograron romper convenios con Israel en la Facultad de Filosofía, articular un movimiento pro Palestina y poner el tema en la palestra pública, aunque apuntan a otros convenios. Ahora, iniciarán una campaña para un plebiscito triestamental y vinculante.
Tras dos meses de movilización, concluyó el “acampe” por Palestina de estudiantes en la Casa Central de la Universidad de Chile. El movimiento, que exige a la universidad romper convenios con instituciones de Israel, ha decidido “expandir” su llamado a las distintas facultades de la casa de estudios.
Ismael Aguayo, vocero de la movilización, explicó: “Dejamos el espacio de la Casa Central para ir a las facultades a expandir la intifada universitaria. Esto por la ruptura total de relaciones con Israel, no solo en la universidad, también en el país”.
El balance de estos dos meses de acampe es, según Aguayo, positivo: “Logramos romper convenios en la Facultad de Filosofía, articular un movimiento pro Palestina estudiantil y poner el tema del genocidio en la palestra pública”.
Con el fin del “acampe”, los estudiantes iniciarán una campaña para realizar un plebiscito “triestamental y vinculante”, en el que se espera la participación de estudiantes, funcionarios y académicos para decidir sobre el tema.
La Universidad de Chile, por su parte, no ha dado declaraciones públicas sobre la movilización, aunque, según consignó Emol, confirmó la existencia de una mesa triestamental con la participación de la Rectoría, el Senado Universitario, funcionarios y estudiantes, pero habría descartado el plebiscito.
Los estudiantes del “acampe” apuntaron a las autoridades universitarias. “Pese a todo lo logrado, y todos los intentos de negociación con autoridades, su intransigencia siempre se mantuvo, demostrando una inactividad cómplice ante la terrible situación en Palestina. La Universidad de Chile todavía tiene tres convenios con universidades que apoyan el genocidio”, afirmaron en un comunicado.
Según los estudiantes, las autoridades universitarias utilizaron medios para difamarlos y censurarlos, incluyendo la retirada de sus lienzos y la amenaza de sanciones económicas por el uso del edificio patrimonial. “Ante la intransigencia de la Rectora Rosa Devés de no disponer las herramientas institucionales para realizar un plebiscito donde la comunidad universitaria decida si se mantienen los convenios con universidades de Israel cómplices del genocidio, decidimos dejar la Casa Central para abrir paso a una gran campaña por un plebiscito triestamental y vinculante”, sentenciaron.