El académico Cristian Pérez dice que, aunque la situación es tensa, no es la más crítica. Sin embargo, le preocupa que se hable de montaje sobre un gobierno de izquierda, específicamente del Ministerio del Interior liderado por la hija de José Tohá. La idea, dijo, “no es algo posible”.
El reciente cruce de declaraciones entre Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista (PC), y Paulina Vodanovic, timonel del Partido Socialista (PS), ha sacado a la luz las tensiones latentes entre estas dos históricas colectividades. Carmona afirmó que no se dejará “pautear” por Vodanovic, tras su emplazamiento al PC para que condenara la tenencia de armas luego del comentado allanamiento en Villa Francia. Cristian Pérez, historiador del Observatorio Regional de Política, Género y Trabajo de la Universidad de Playa Ancha, abordó el tema en un nuevo capítulo de Al Pan Pan con Mirna Schindler.
Pérez, autor de libros como “Vidas Revolucionarias” y “Viaje a las estepas: Cien jóvenes chilenos varados en la Unión Soviética tras el golpe”, sostiene que, aunque la situación actual refleja un alto nivel de tensión, no es la más crítica que han experimentado.
“La tensión máxima se produjo en los años posteriores al atentado a Pinochet, a fines de los 80 y comienzos de los 90”, explica. En esa época, señaló, muchos militantes históricos del PC se trasladaron al PS, generando una fractura significativa. Además, recordó que el PC quedó excluido de las instancias de gobierno con la llegada de Aylwin, lo que aumentó las acusaciones de traición entre ambos grupos. Sin embargo, estas tensiones, recalca, raramente trascendían a la prensa, dado que las comunicaciones eran menos públicas que hoy.
La Villa Francia, epicentro del reciente conflicto, es un lugar emblemático de la oposición a Pinochet, con una fuerte presencia del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y simpatizantes del PC y PS. Pérez enfatiza que, aunque la diputada comunista Carmen Hertz —quien ofició a la ministra Carolina Tohá (PPD) exigiendo detalles del allanamiento— se refiera al simbolismo de la villa ubicada en Estación Central, “estamos a 30 años de esos eventos, con una sociedad y una política muy diferentes”.
El académico resalta que la ultraderecha ha ganado fuerza, incluso en algunos sectores populares, lo que a su juicio complica la mirada nostálgica sobre la resistencia pasada.
El historiador, también autor de “La vida con otro nombre: el Partido Socialista en la clandestinidad”, añade que parte de la militancia de izquierda, antes concentrada en partidos como el PC y el PS, ha migrado en parte hacia “posturas anarquistas” críticas con los 30 años de democracia. Estos sectores, sentenció, “no valoran la democracia actual como el mejor sistema para defender a los pobres”, lo que contrasta con la visión de quienes lucharon contra Pinochet.
En cuanto a la relación entre el PC y el PS, Pérez la describe como la de “primos hermanos”, que compiten por el mismo espacio político pero se necesitan mutuamente. Las recientes declaraciones públicas, dijo, intensifican esta dinámica.
“Hoy están enfrentados públicamente, las declaraciones de Paulina Vodanovic fueron unas declaraciones fuertes y la contestación de Carmona no se queda atrás. Ahora, esto se hace público”, remarcó.
Las diferencias sobre Venezuela y Nicaragua, y sobre la condena de la violencia en manifestaciones populares, marcan otra línea divisoria, según el profesor. “Mientras el PC ve la protesta, incluso con elementos de violencia revolucionaria, como legítima, el PS aboga por manifestaciones sin violencia”. Esto ha llevado a percepciones de “mano blanda” del PC frente a hechos como el allanamiento en Villa Francia.
Finalmente, Pérez resalta la desconfianza de la militancia comunista hacia las fuerzas de seguridad, agravada por casos como la polémica Operación Huracán. Esto, de acuerdo al historiador, “es otro elemento el que hace pensar que hay algo de persecución a los sectores populares, de persecución a los líderes comunistas”, como el alcalde Daniel Jadue. Sin embargo, Pérez critica al PC por olvidar que el gobierno actual es de izquierda y que la ministra del Interior es hija de José Tohá, víctima del régimen de Pinochet. La idea de un montaje desde el gobierno, para él, “no es algo imposible”. Además, “porque todas estas cosas siempre se saben después y en general causan daño al que las crea”.
Cabe mencionar que, a raíz de lo ocurrido en Villa Francia, desde la bancada comunista afirmaron que “nuevamente hay personas detenida de manera injusta”. Posteriormente, la diputada Alejandra Placencia (PC), presente en el punto de prensa donde se mencionó lo anterior, optó por la cautela sobre las acusaciones de “montaje” en el operativo policial. Placencia enfatizó que se trata de una investigación en curso.