La familia del soldado Álvaro Rojas González interpuso la acción judicial ayer, luego de un intento de suicidio del joven, que su familia atribuye debido a tratos vejatorios y falta de atención médica.
Un nuevo caso de maltrato en un cuartel militar nortino se ventila en la justicia ordinaria, debido a la interposición de un recurso de amparo en contra del Ejército de Chile, que realizó la familia del soldado conscripto de la Brigada Motorizada N°1 “Calama”, Álvaro Rojas González, tras conocer que el joven intentó quitarse la vida, luego de recibir tratos vejatorios por parte de sus superiores y no lograr la atención oportuna de una enfermedad que le aqueja.
La acción judicial fue ingresada el pasado 19 de julio en la Corte de Apelaciones de Antofagasta y es patrocinada por el abogado Fernando Leal Aravena. El profesional también ejerce la representación de una decena de reclutas del Brigada Motorizada N°24 “Huamachuco” en la Región de Arica y Parinacota, los cuales solicitaron su baja anticipada, días después de la muerte de su compañero Franco Vargas Vargas, en una marcha de instrucción en Pacollo, el 27 de abril pasado, y padecer cuadros de influenza e intentos suicidas durante el periodo de instrucción por el Servicio Militar Obligatorio que cumplían.
La hermana del soldado, Blanca Iriarte González, fue quien decidió interponer el recurso de amparo, al no obtener respuestas claras del Ejército sobre el estado de salud de su hermano, quien asegura “padeció del Mal de Altura, al participar en una campaña en Ojos de Atacama”.
Expresó que “él se desmayó 3 veces, no podía respirar y sus superiores lo único que hicieron fue maltratarlo después de ese episodio, diciéndole cosas que ponían en duda su hombría. Han pasado varias semanas de mucha incomunicación y versiones intermitentes de oficiales que nos dijeron que mi hermano intentó suicidarse. Lo único que queremos es que mi hermano se licencie y le den su baja, porque el Ejército no es lo que esperábamos. Ha recibido mucho maltrato por estar enfermo y eso ellos lo ocultan”.
Actualmente, el joven conscripto se encuentra internado en el hospital de Calama, luego de un intento de suicidio y sufrir de un cuadro de varicocele que se mantuvo sin atención durante varias semanas dentro del cuartel militar.
En el recurso de amparo, se señala que la familia del recluta es de escasos recursos y de la Séptima Región, y “que están desesperados ante lo que ocurre con su hermano, respecto de quien temen que dado su estado vuelva a intentar quitarse la vida, que el regimiento lo tiene retenido y quieren su baja inmediata para poder cuidarlo y sanarlo. Que no quieren que vuelva a repetirse la historia de Franko Vargas, ex conscripto fallecido en la localidad de Putre”.
La hermana del recluta dijo a El Mostrador que ayer su familia recibió un llamado telefónico preocupante, “pues el comandante del regimiento expresó que, si a mi hermano le dan el alta, será trasladado nuevamente a la enfermería de la brigada y luego será intervenido en un centro militar. Nosotros no queremos que el Ejército siga interviniendo en la salud de mi hermano. Ya fueron negligentes con su salud. Como familia lo que queremos es que lo licencien y nos lo entreguen los más pronto posible. Más encima, nos están pidiendo que financiemos los costos de su traslado. Aun así, estamos dispuestos, porque no queremos que le ocurra lo mismo que pasó en Putre”.
Versión del Ejército
Hoy el Ejército entregó un comunicado a El Mostrador, en el cual señala que “el soldado conscripto al ingresar al Servicio Militar Obligatorio en abril del presente año, y tras ser evaluado, no presentó problemas físicos ni psicológicos, para realizar las actividades de instrucción y entrenamiento. Asimismo, en el mes de mayo y como parte de las medidas preventivas de salud dispuestas por la Institución, la totalidad de los soldados fueron vacunados contra el virus de la influenza y refuerzo de COVID-19, así como también, se les realizó una serie de exámenes médicos para desempeño en altura, obteniendo un resultado de apto”.
La nota agrega que “durante el mes de junio y como parte de los periodos de instrucción, los soldados y sus mandos se trasladaron a terreno, ocasión en que el soldado, tras una serie de desplazamientos no dispuestos en el entrenamiento, debió ser evaluado por el personal médico presente por una eventual afectación por la altura y evacuado hasta la Enfermería Militar ‘Calama’, quedando interno y en condición normalizada, al tiempo que se tomó contacto con sus familiares conforme a los protocolos establecidos”.
El Ejército manifiesta que “al día siguiente, y luego de ser nuevamente evaluado por el Oficial de Sanidad de la Enfermería, se determinó su alta médica, siendo trasladado a terreno, ejecutando de manera normal las instrucciones, en las mismas condiciones que el resto de los soldados, hasta el término del período el 24 de junio, fecha en la cual se retornó al cuartel de la Brigada en la ciudad de Calama”.
También indica que el 26 de junio, debido a unas dolencias físicas, “fue trasladado al Hospital Carlos Cisternas de la ciudad de Calama, siendo evaluado nuevamente y con diagnóstico reservado, internado en la Enfermería de la Unidad a la espera de una hora médica disponible en la red pública, para determinar una eventual intervención quirúrgica, lo cual fue informado a sus familiares”.
Asimismo, la institución señala que está gestionando la asistencia médica del soldado en el Hospital Militar del Norte, en Antofagasta, con la finalidad de realizar su intervención quirúrgica en el más breve plazo, agregando que y se está brindando apoyo a la familia del conscripto.