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Jorge Correa Sutil y el abandono escolar: 300 mil potenciales “soldados” para el narcotráfico PAÍS

Jorge Correa Sutil y el abandono escolar: 300 mil potenciales “soldados” para el narcotráfico

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Cree que la escuela y una familia presente son los mejores métodos de prevención del delito. Lo abruma la indiferencia de las autoridades frente a los niños, niñas y jóvenes que están fuera del sistema escolar. “Hay ahí un potencial ejército disponible para transformarse en soldados de narcos”.


“Inútiles para los escolares” fue una muy jugada columna que escribió el abogado Jorge Correa Sutil hace unas semanas, en El Mercurio. El ex subsecretario del Interior del gobierno de Ricardo Lagos, destacado jurista, reflexiona e ironiza a propósito de la tardanza de la Junaeb para entregar los útiles a los estudiantes y sobre lo inútiles que están resultando las autoridades encargadas de garantizar el derecho a la educación a los niños, niñas y jóvenes de Chile.

El texto parte por mencionar que, estando a comienzos de julio, los estudiantes más pobres y vulnerables de Chile siguen sin recibir los cuadernos, gomas de borrar, lápices, reglas y demás útiles básicos para trabajar en clases. Continúa lamentando el que haya 300 mil alumnos que no estén yendo a clases, esos excluidos del sistema a los que frívolamente se suele llamar “desertores escolares”, como si ellos estuvieran decidiendo su destino y no fuera el sistema el que los abandona.

-Son niños en pobreza, que probablemente no cuentan con una familia o con un adulto responsable que los cuide, o que tienen problemas de salud mental. Y que, por lo tanto, son un potencial ejército disponible para transformarse en soldados de los traficantes de drogas y de todo tipo de delincuencia. Allí, en esas mafias, esos niños abandonados encuentran cobijo, pertenencia, un sentido a sus vidas, además de recursos y reconocimiento… Si no entendemos esto, después no nos lamentemos de tener tanta delincuencia y andemos clamando por solucionar el problema con más cárceles -dice, por su experiencia como subsecretario del Interior, el cargo que hoy tiene Manuel Monsalve y que él ejerció entre 2006 y 2010.

Revolución educativa en libertad

-¿Crees que los gobiernos entienden el valor preventivo que tiene mantener a los niños, niñas y jóvenes en la escuela? ¿Trabajará en ese sentido el subsecretario de la Prevención de Delito?

-No lo sé, Ximena. Yo aprendí algo en la Subsecretaría del Interior y es que las carreras delictuales comienzan temprano y eso se produce por desamparo, por el afán de pertenencia a algo. Por eso, había una serie de expertos que entonces me hablaban del valor de enseñar capoeira, tambores, fútbol, tenis calle… pero lo único claro para mí es que lo que le falta al cabro que deja la escuela es un adulto responsable que le haga la mochila en la mañana, le pregunte en la tarde cómo le fue, lo ayude con sus trabajos y esté pendiente de él.

“Dicho eso”, continúa el abogado, para él, en sus tiempos de Subsecretario del Interior, se convirtió en obsesión trabajar en alianza con el Ministerio de Educación. “Ciertamente, percibí en ellos una enorme sensibilidad por este tema, como debe suceder en todos los gobiernos. Pero las demandas y presiones ciudadanas de los grupos organizados al Ministerio de Educación no son éstas”.

Correa afirma que en su tiempo eran los resultados de la prueba PISA; hoy son la condonación del CAE o el pago de la deuda histórica a los profesores. ¿Los desescolarizados? No se ven. No alegan. Y nadie lo hace por ellos. Agrega:

-Los ministros de Educación siempre están a punto de caer, saliendo en la prensa urgidos por problemas coyunturales. Siempre hay una prioridad que se antepone a ésta, la de los niños que están fuera del sistema escolar. Por lo tanto, requerimos de una opinión pública muy consciente de esta cuestión, ya que es muy improbable que el Ministerio de Educación se motive, se mueva y haga algo por la desescolarización y el abandono escolar.

-Muchos expertos denuncian que post pandemia se produjo un fenómeno muy lamentable: para muchas familias y estudiantes, la educación perdió su valor como herramienta de promoción social, dejó de ser valorada y esperanzadora. ¿Qué piensas?

-No sé. No conozco cuánto ha cambiado la percepción de la familia respecto a la importancia de la educación. Sí sé que ella fue una esperanza de movilidad social muy fuerte décadas atrás. Fue un compromiso político en la segunda mitad del siglo 20, particularmente. Se hizo un tremendo esfuerzo del Estado para hacer realidad la ley de enseñanza básica obligatoria y después su extensión a la educación media. Ese fue un éxito brutal de Chile, pero en algún minuto cayó la calidad de los profesores, el respeto de los alumnos hacia ellos.

Reivindicaciones egoístas

Jorge Correa se refiere a la revolución educativa liderada por Juan Gómez Millas, ministro de Educación del gobierno de Eduardo Frei Montalva, donde efectivamente fueron importantes los logros en educación sobre la base de un programa gubernamental ambicioso. Entre 1965 y 1970, el sistema escolar fue sometido a una reforma integral. El primer gran objetivo fue garantizar educación básica a todos los niños de Chile. Ello significó un esfuerzo sin precedentes de construcción de escuelas, formación de profesores y adquisición de materiales en apenas cuatro meses para el inicio del año escolar 1965. De un Censo ad-hoc había resultado que más de 186 mil niños en edad escolar estaban fuera de la escuela; un 13,7 de la matrícula de la época.

La escala y urgencia de la tarea abordada se refleja no sólo en esta acelerada campaña de construcción de nuevas escuelas y salas de clases, sino especialmente en el “Curso especial de formación de profesores primarios”, que seleccionó de un grupo de seis mil egresados de la educación media a tres mil, a los que preparó durante el verano del ’65 y las siguientes vacaciones de invierno. Un año más tarde, la matrícula de básica había crecido el equivalente a los cinco años anteriores.

-Hoy tenemos a un político en el ministerio, de un gobierno que llegó a la Moneda abrazando la causa de la educación, pero hay 300 mil niños, niñas y jóvenes fuera del sistema escolar. Siendo mitad de año, recién se están entregando los útiles escolares; la decadencia de los exliceos emblemáticos da pena; la violencia y los problemas de convivencia campean en los liceos y colegios… ¿A qué atribuyes este estado de situación?

-Creo que los gobiernos siempre van a designar políticos; eso es así. A mí me parece que lo que hay que hacer es trabajar más bien en torno a la opinión pública. Trabajar esas cosas que el Hogar de Cristo hoy llama “incidencia”. Esto, para poder motivar a la sociedad y a los gobiernos de turno y poner los esfuerzos en los sectores más débiles, más marginados. Esta generación que está gobernando ahora nació justamente de reivindicaciones en el terreno educativo, pero eran muy personales, muy para ellos. Educación secundaria, universitaria, pero nunca he visto mención, por ejemplo, a la parvularia, que es clave. Son causas de un grupo corporativo, potente intelectualmente, con fuerza, pero motivadas por su propio interés. Es curioso porque no sé si había habido antes un grupo con una potencia generacional tan clara que podría haber hecho mucho bien.

-Es raro que teniendo tanta vocación redentora no los movilice el que un niño, un joven, esté privado de su derecho a la educación…

-No creo que ellos sean insensibles a estos temas, pero al parecer no se les han puesto al frente con la fuerza con que se requiere.

El ejemplo de Jamaica

Jorge Correa Sutil hace notar que “los ministros de Educación son los que menos duran en el cargo. Los que han tenido más acusaciones constitucionales. Eso es una muestra de la presión que cae sobre ellos desde los más diversos grupos corporativos. Pero los niños que están fuera de la escuela no son colectivos con fuerza para presionar a nadie”.

El abogado fue miembro del directorio de fundación Súmate del Hogar de Cristo y hoy colabora ad honorem en los ajustes al proyecto de ley de una modalidad de reingreso educativo (que duerme en la Comisión de Hacienda del Senado). Eso lo sensibiliza frente a este tema que puede mirarse desde tantos ángulos: el derecho, su materia; lo social, su interés; lo preventivo desde el punto de vista delictual, su experiencia como ex subsecretario del Interior.

-Todo eso me hace concluir que cada niño vale. El Hogar de Cristo atiende a un porcentaje mínimo de los 300 mil excluidos de la educación y logra reescolarizarlos, y ese trabajo no es una raya en el mar. Importa, vale. Acabo de terminar un libro maravilloso de una mujer que se llama Jamaica Kincaid, una escritora nacida en Antigua y Barbuda. Es hija de un padre analfabeto y una madre que apenas sabe escribir, pero logra aprender, estudiar, educarse. Ahora es una adulta que ha estado varias veces nominada al Premio Nobel de Literatura. Y nos regala toda la belleza de su escritura, gracias a que logró educarse.

En el objetivo de lograr educarse en un espacio ad hoc a la realidad social de niños tan desvalidos como lo fue Jamaica, Correa Sutil menciona las aulas de reingreso, que son dispositivos más económicos y replicables que las escuelas de reingreso o de segunda oportunidad. “Súmate ha logrado replicar esa experiencia en muchas regiones, en establecimientos regulares de educación, logrando a partir de un aula apoyada por un equipo de educadores, trabajadores sociales, psicólogos, la integración de jóvenes que habían abandonado los estudios y ahí logran retomarlos”.

-El presidente Boric estuvo en el lanzamiento de un estudio de la Unesco en París, que recomienda como primera medida para abordar el abandono escolar las escuelas de reingreso. Lo curioso es que acá, en Chile, se deben cerrar por falta de financiamiento.

-Ojalá el Estado “comprara” la experiencia de Súmate en sus dos modalidades: las escuelas de reingreso y las aulas de reingreso, una fórmula que puede ser multiplicada, porque ciertamente son más económicas que crear escuelas. Yo creo que ahí está el valor del trabajo del Hogar de Cristo, a través de Súmate, mostrar con evidencia que se puede lograr que los niños más vulnerables vuelvan al colegio.

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