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Gobierno cede a medias ante la derecha: rediseña veto presidencial pero mantiene multas bajas PAÍS Créditos: Agencia Uno.

Gobierno cede a medias ante la derecha: rediseña veto presidencial pero mantiene multas bajas

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Durante la jornada del miércoles se conoció el veto a la reforma electoral que excluía de multas a mujeres embarazadas y a mayores de 70 años. La oposición acusó sobre la medida a una conveniencia electoral oficialista y el Gobierno rediseñó el veto sobre la marcha ante ver en peligro otras agendas.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El Gobierno planea presentar un veto a la reforma electoral que busca reintroducir multas por no votar en las elecciones municipales, excluyendo a mujeres embarazadas y mayores de 70 años, y fijando la multa en 33 mil pesos. Esta decisión ha causado descontento en la oposición, temiendo que afecte su agenda de seguridad. El veto aún no es oficial y está sujeto a cambios, lo que ha llevado a negociaciones para encontrar un consenso que satisfaga a ambas partes. La oposición, en particular, busca aumentar la multa y revisar las excepciones de voto obligatorio.
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A eso de las 14 horas, el Gobierno anunció que ingresaría el esperado veto a la reforma electoral en dos días que buscaba reponer la multa por voto obligatorio para las elecciones municipales de octubre. En este documento excluyeron la sanción a mujeres embarazadas, a personas mayores de 70 años y además dejaron el monto de la multa en 33 mil pesos. Esas innovaciones generaron molestia en la oposición y, al ver en peligro la agenda de seguridad, el Gobierno decidió cambiar el diseño e ingresar un veto que generara menos asperezas.

El veto, que incluía estas medidas, sí llegó a la oficina de partes, pero este no estaba oficializado, pues según explicó el ministro Secretario General de la Presidencia Álvaro Elizalde, “desde el punto de vista formal se entiende que un documento, un mensaje, un oficio, son tales desde el momento en que se dan cuenta en sala”. Entonces, entre las 14 horas y pasadas las 17 horas, la oposición empezó a presionar sobre el contenido que venía en el veto, que finalmente no ingresó.

El diputado UDI, Gustavo Benavente, dijo que con el veto el Gobierno está “estableciendo una multa, primero bastante baja, pero están excluyendo de ella a los mayores de 70 años. Es decir, vamos a tener voto obligatorio para un tipo de electores y voto voluntario para otro. Curiosamente, para aquel grupo de habitantes que habitualmente vota en contra de la izquierda”.

La jefa de bancada de Renovación Nacional, Ximena Ossandón, indicó en esas horas que “el veto no está ingresado, y como no está ingresado todavía se pueden hacer cambios y en este minuto estamos teniendo conversaciones con el Gobierno, desde Chile Vamos, justamente para llegar a un veto que nos deje mucho más tranquilos a todos. Así que, por un lado se agradece la disposición del Gobierno, que tenga esa disponibilidad de escuchar nuestras aprensiones, y yo creo que probablemente de aquí a un rato el veto va a estar ingresado”.

Para parlamentaria las modificaciones más difíciles eran las mismas a las que había apuntado Benavente: “La más compleja es haber hecho como un cambio entre dejar los extranjeros antes fuera, y hoy día haber dejado a todas las personas mayores de 70 años fuera. Y esas son las cosas que estamos conversando con el gobierno, nos dieron las explicaciones de por qué lo habían hecho, y es una de las cosas que nosotros queremos solucionar”. Además, agregó que otra preocupación era “la multa no es tan disuasiva, pero también tenemos que ceder de lado y lado, de eso se trata”.

Si bien, la diputada Ossandón entregaba una cara más tranquilas de las negociaciones, el diputado Andrés Lognton tuvo roces con el ministro Elizalde luego de que se enterara de que el veto traía consigo la rebaja de la multa a 33 mil pesos (o,5 UTM). En la comisión le dijo al ministro: “Te vamos a acusar constitucionalmente, eres un sinvergüenza”. Luego, ante la prensa, explicó su punto: “Cuando establece una multa máxima de 33 mil pesos —cuando el proyecto del año pasado del mismo Gobierno estaba tres veces este valor— y cuando pretende hacer voluntario el voto a los mayores de 70 años, es que pretende ganar por secretaría una elección y vulnerar la voluntad democrática de este Congreso, que estableció una cosa muy distinta”.

Durante la tarde las tratativas entre el Gobierno y la oposición se estuvieron dando para llegar a una fórmula de consenso. El Ejecutivo se vio presionado además, por otra parte, pues Longton apuntó en el Congreso que no está dispuesto a llegar a “ningún tipo de acuerdo” con el Gobierno en la comisión de Seguridad de la Cámara, de la cual es el presidente.

Si bien el veto ingresado ahora cuenta con las sanciones a mujeres embarazadas y a personas de la tercera edad, al interior de Chile Vamos comentan que el avance de los acuerdos en seguridad aún están bajo análisis, pues están evaluando qué tanto afecta el hecho de que no se haya modificado el monto de la deuda que, para Chile Vamos y la oposición, aún es muy bajo.

Desde el Partido Republicano, el diputado Luis Sánchez indicó que “lo más importante es valorar que el gobierno haya recapacitado y entendido que hay un deber constitucional de dar cumplimiento a este mandato, de establecer las multas y la bajada de este voto obligatorio”. Sánchez explicó que “hay detalles obviamente que no nos gustan, llama la atención que la multa por no votar sea más baja que la multa por estacionarte mal en la calle” y espera que “la multa que al menos sea pareja con otras infracciones equivalentes que ya establece la ley”.

La sorpresa y defensa oficialista

Desde el Partido Socialista salieron a bajarle los humos a la derecha, pues consideraron que estaban sobre reaccionando. El diputado Daniel Manouchieri acusó que la oposición “armó durante semanas una verdadera alaraca por el voto sin multa”. El PS acusó que “salen a decir que les parece poco y que 30 mil pesos es demasiado poco. ¿En qué planeta viven? lo que son 30 mil pesos para la mayoría de los chilenos?”.

Su correligionario, Leonardo Soto, se explicó los reclamos de la oposición “porque está atrapada en el efecto Macaya”. En ese sentido explicó que “va a haber elección en dos días, va a haber voto obligatorio, va a haber sanciones para los ciudadanos chilenos y para los extranjeros que no vayan a votar, va a haber un procedimiento para que eso se haga aplicable.¿Qué no les gusta?¿Que se establezca una exención de comparecer a personas que tienen más de 70 años de edad?, que es todo sensato, es algo razonable que para ellos sea voluntario, son personas mayores, muchos de ellos tienen enfermedades y para ellos es un grave problema ir a votar, como también para las personas que tienen discapacidad o tienen problemas, obstáculos muy grandes”.

Sobre la multa, Soto llamó a comparar las sanciones que hay en otras democracias: “Son todas entre un 5 y un 10% del ingreso mínimo del país. Esto es usual en todas las democracias del mundo”.

Sin embargo, bajo reserva, tanto senadores como diputados del socialismo democrático se sorprendieron con este cambio de último minuto: “El veto se había presentado, y lo retiraron antes de qué se diera cuenta. Es decir que la mesa del Senado notifique a la sala que se había ingresado, es dar cuenta”, dijo uno de los sorprendidos.

Estas mismas fuentes del Senado cuentan que una explicación es que el Ejecutivo no contaba con los votos necesarios para aprobar el primer veto ingresado. Aquel que no se dio cuenta en la sala del Senado. Estas voces explican que la derecha, por un lado, quería una multa más alta, y en el oficialismo empujaban por una fórmula de voluntariedad para el voto extranjero. Sin embargo, el Gobierno llegó con una fórmula que apaciguaba las principales preocupaciones de la oposición.

 

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