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Jorge Yarur acusa a su primo Luis Enrique de querer “borrar la memoria de su padre” del BCI MERCADOS

Jorge Yarur acusa a su primo Luis Enrique de querer “borrar la memoria de su padre” del BCI

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Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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Jorge Yarur, hijo del histórico presidente del BCI, no se guardó nada al denunciar a su primo, Luis Enrique, actual presidente del banco. Lo acusó de deshonesto y de querer sepultar la memoria de Jorge Yarur Banna. “Si mi padre reviviera, lo sacaría a patadas del banco”, dijo.


“En Chile hay una pequeña élite que parece que cree que puede hacer lo que quiere, gracias a que concentran demasiado poder político y económico”. Con estas palabras Jorge Yarur Bascuñán vuelve a la carga contra su primo Luis Enrique Yarur, actual presidente del BCI, a quien acusa de querer borrar la memoria de su padre –el antiguo dueño del BCI–, además de pagar al lobbista Pablo Zalaquett con recursos del banco. “Pareciera que esta élite no conoce límites”, denuncia.

Por estas razones, el dueño del Museo de la Moda denunció ante el Comité de Ética del BCI a su propio presidente. “Si revisas la última memoria del banco, verás que mi papá desapareció. También dijeron en un artículo que su hijo era la tercera generación, no la cuarta. Hay un negacionismo y una aparente pérdida de la memoria que raya en lo inmoral, porque Luis Enrique Yarur está en el banco gracias a mi padre, que tenía más del 50% de la propiedad y que lo contrató, formó y trató con especial cariño”.

-¿Por qué presentaste esta denuncia ética contra Luis Enrique Yarur?
-Porque hay antecedentes públicos que confirman que Luis Enrique Yarur no tiene ni la altura ni la autoridad moral para ser presidente del banco, donde el tema de la confianza es clave. Él mismo reconoció en la Fiscalía pagos ilegales a campañas políticas, rectificaciones tributarias que significan nuevos pagos con platas de los accionistas, pagos al lobbista Pablo Zalaquett con recursos de los accionistas… También lo que pasó con los cobros indebidos por más de $7.000 millones a clientes del banco, pese a lo cual hubo total impunidad interna. Esto lo dijimos en la junta de accionistas de este año…

-¿Y qué respuesta hubo?
-Ninguna. No quieren transparentar la información, pese a que aquí el banco ganó plata a costa de sus clientes infringiendo la ley, lo que me parece gravísimo. En la junta también reclamé porque borraron a mi papá de la historia del banco, olvido que me parece inmoral. No está en la memoria y se lo saltan olímpicamente, pese a que mi padre creó el BCI, era su orgullo, lo hizo crecer, lo modernizó. Era presidente y dueño de más del 50% del banco, y contrató a Luis Enrique Yarur como gerente, en un cargo que era de su confianza. Es un negacionismo increíble, una traición a la memoria de mi padre y a la historia del banco.

-¿Por qué presentaste una denuncia ética?
-Tal como está descrito en la denuncia presentada, todo está sancionado por el Código de Ética, más aún considerando que hoy el banco está en Chile y Estados Unidos. Espero que aquí exista un debido proceso y que sea transparente y, sinceramente, espero que la sanción no termine solo con Luis Enrique Yarur asistiendo a clases de ética…

-Los Yarur eran antes una familia unida, en época de tu abuelo y tu padre. Hoy parece que las relaciones no pueden estar peor.
-La historia de los Yarur se entiende a partir del liderazgo y lucidez de Juan Yarur, mi abuelo, que creó la fábrica, y Jorge, mi padre, que la modernizó y creó el banco. Los dos fueron muy adelantados a su época. Mi padre siempre cuidó y protegió a sus hermanos Carlos y Amador. Pero la verdad es que las cosas no fueron tan fáciles. Mi padre más que duplicó la productividad de la textil, pero, por la mala relación con Amador, al final mi papá y Carlos se fueron de la fábrica, la que terminó quebrando bajo el mando de Amador. Esto dice textual el historiador Peter Winn en el libro Tejedores de la revolución: “Con baja autoestima y educación insuficiente, Amador Yarur no estaba preparado para competir con su hermano mayor (Jorge, abogado), quien estaba mejor calificado para dominar en las estructuras de administración moderna”, decía el autor.

-¿Conversaste ese tema familiar alguna vez con tu padre?
-Sí. Con mis padres comíamos juntos todos los días, los tres. Me acuerdo de conversaciones en que mi padre decía que tenía la constante sensación de que era traicionado por Amador, quien daba contraórdenes en la fábrica a espaldas de mi padre, lo que le hizo la vida muy complicada. Hay un momento incluso en que se clausuró la puerta que comunicaba nuestra casa con la de Amador y yo mismo trabajé en el banco y nunca vi a Amador ahí. En esas comidas mi padre muchas veces contó también sobre problemas con Luis Enrique en el banco.

-En 2014 publicamos el reportaje “La historia que Luis Enrique Yarur no quiere que se sepa”. La línea argumental era que el actual control del banco tuvo como génesis un pecado original. ¿Estás de acuerdo?
-Sí. Después de la muerte de mi papá en 1991, mi mamá se enfermó y vino la arremetida de Luis Enrique Yarur y después de Daniel Yarur, que significaron que perdiéramos el control del banco y el porcentaje que teníamos de Empresas Juan Yarur. Esta traición fue increíble, porque fue un abuso sobre mi mamá y sobre mí, que en ese momento estábamos vulnerables y sin más familia, y mi papá fue como un padre adoptivo de ambos: a Luis Enrique le dio trabajo y lo formó, y a Daniel le pagó sus estudios fuera de Chile. Desconozco completamente de dónde salió Luis Enrique. Creo que ese reportaje de 2014 dejó claro que él se hizo dueño de acciones del BCI que tienen un pecado original, una huella muy cuestionable, que calificaría de poco honesta.

-¿Has vuelto a hablar con Luis Enrique Yarur?
-No y no tengo ningún interés. Lo que sí es gracioso es que soy persona non grata para él y su entorno familiar. Lo sé por actitudes y mensajes que he recibido en mi Instagram, como “por qué sigues hablando si ya te pagaron”… No sé cuál será la versión de Luis Enrique y si cuenta o no a sus cercanos la verdad de cómo obtuvo sus acciones, tema que es un secreto a voces dentro del banco. Tal como lo informó El Mostrador en 2014, hay papeles y documentos que demuestran lo que pasó y cómo armaron todo, donde –tal como dice el reportaje– se traspasaron nuestras acciones que controlaban el banco a precios ridículos y nos pagaron con los dividendos futuros de ellas… Creo que él adoptó un discurso moralista y de superioridad, totalmente alejado del modelo paternalista, solidario y acogedor de mi papá.

-En enero de 2019 la Corte Suprema te dio la razón y ganaste el juicio al exsuperintendente Daniel Yarur, al invalidar traspasos que él hizo por más de US$ 60 millones de tu patrimonio. ¿Qué ha pasado con ese juicio?
-La Corte Suprema dejó claro que todo lo que dijo Daniel Yarur era mentira. Me robó US$ 60 millones y vendió a un precio ridículo mi porcentaje en Empresas Juan Yarur. El fallo de la Suprema es claro y hay un juicio civil para recuperar esa plata, pero él y su abogado Pfeffer han inventado 20 excusas y dilatorias para evitar que el juicio avance. Espero que la Justicia chilena avance, porque es increíble que un robo así quede sin castigo y en total impunidad.

-¿Mantienes contacto con Daniel Yarur?
-No. Hay detalles, en su actuación, que son increíbles: hubo un dividendo por más de $1.000 millones del BCI que recibí por mis acciones en el banco. Un empleado de Daniel tomó mi cheque, lo cobró y lo depositó en una cuenta de Daniel Yarur, que en ese momento era director del BCI, lo mismo que Luis Enrique. Hasta el día de hoy, Luis Enrique Yarur sigue dilatando en tribunales la devolución de ese cheque mío, que fue pagado por el banco a un tercero que no tenía poderes para hacer eso. Todo esto es muy injusto e impresentable. Si mi papá reviviera, sacaría a patadas del banco a los que abusaron de la confianza que les dio y se aprovecharon así, porque él tenía cero tolerancia con la deshonestidad.

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